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Cómo hacer un bizcocho delicioso y light

No tienes por qué renunciar al placer de un trozo de bizcocho de vez en cuando ni aunque estés a dieta. Te enseñamos cómo prepararlo muuuuy ligero.

Periodista especializada en bienestar y lifestyle.

Actualizado a07 de agosto de 2019, 07:00

Si eres de las que cree que por estar a dieta no puedes disfrutar de un rico bizcocho, estás muy equivocada. Como señala Elisa Escorihuela, dietista-nutricionista de la clínica Nutt, no hay que renunciar al bizcocho por que intentemos perder peso. La clave está en "customizar" la receta y en elegir bien los ingredientes.

1. MENOS MANTEQUILLA Y ACEITE

En lo que se refiere a la mantequilla, puedes sustituir más de la mitad de la grasa que lleve la receta por puré de manzana (es el de sabor más neutro), plátano o mango sin azúcar. En cualquiera de los casos, puedes prepararlos fácilmente en casa. Solo tienes que asar la manzana o el mango en el horno o en el microondas y triturarlo. Para el plátano, basta con que lo chafes con ayuda de un tenedor. Cuanto más maduro esté, más fácil te resultará y más dulzor aportará al bizcocho.

Otra opción es sustituir la mantequilla por yogur natural o por queso fresco batido bajos en grasa y si el bizcocho es de chocolate, también puedes recurrir a un puré hecho con un puñado de ciruelas pasas y un poco de agua hirviendo.

Y si en lugar de mantequilla, la receta lleva aceite, puedes usar un 40% menos y para la cantidad restante usar yogur, leche o alguna bebida vegetal.

2. REDUCE EL AZÚCAR

Puedes usar solo la mitad y sustituir el resto por un puñado de pasas o dátiles batidos o bien usar puré de manzana. En tal caso, reduce un poco la cantidad de leche, agua u otro líquido que uses. Otra alternativa, es reducir ligeramente la cantidad de azúcar y añadir vainilla en polvo, canela, unos granos de anís o bien ralladura de limón o de naranja.

3. HUEVOS Y NATA

Un huevo entero puedes sustituirlo por dos claras; así reduces las calorías y la grasa. Y si el bizcocho lleva nata, en lugar de utilizar nata de repostería usa la de cocinar que tiene entre un 10 y un 15 % menos de grasa. O mejor aún, emplea yogur o queso fresco batido desnatado.

4. CHOCOLATE Y MERMELADA

Si quieres usar chocolate para el relleno o para la cobertura, sustituye el chocolate habitual por uno puro, que tiene mucho menos azúcar y calorías. También puedes conseguir una crema de chocolate ligera calentando unas natillas de chocolate desnatadas con un poco de chocolate negro rallado hasta que este se funda.

La mermelada, por su parte, puedes sustituirla por una compota casera sin azúcar.

5. ¿QUÉ HARINA USO?

Aunque no se rebajarán mucho las calorías, lo más saludable es que uses harina integral. Para que no cambie mucho la consistencia, prueba a usar la mitad de harina integral y la otra mitad normal.

6. CUIDADO CON LOS TOPPINGS

Las coberturas glaseadas, chocolate o buttercream añaden a los bizcochos muchas calorías y grasa y no siempre son necesarias. Así que prescinde de ellas o simplemente espolvorea la superficie del bizcocho con un poco de azúcar, unos copos de avena, un puñado pequeño de almendras fileteadas o coco en escamas.

7. CONTROLA LA CANTIDAD

En general, lo recomendable sería que como mucho tomaras una ración moderada al día (unos 50 g) en desayunos, almuerzos o meriendas. Aunque esto habría que valorarlo individualmente ya que cada persona gasta más o menos energía según sus características, el trabajo y el ejercicio físico que realice.