- Ingredientes:
- 350 g de queso blanco para untar
- 150 g de queso gouda
- 150 g de pistachos
Existe una receta infalible para sorprender a los invitados: los bombones de queso y pistachos. Un aperitivo original y suculento que tienta a todo el mundo.
Son una buena excusa para incorporar los beneficios de los frutos secos a la dieta (que siempre viene bien). Sin olvidar que son aptos para vegetarianos, súper fáciles de hacer, tienen un aspecto francamente irresistible, y están de rechupete.
Pero ojito, porque vuelan de la bandeja y, a la que te despistas, te quedas sin… Estás avisada.
Cómo realizarlo paso a paso
- Mezclar los quesos. En primer lugar, corta y ralla el queso gouda con ayuda de un rallador fino. Luego, mézclalo con el queso blanco para untar y remueve hasta obtener una masa homogénea. Por último, déjala reposar en el frigorífico durante 1 hora más o menos para que adquiera consistencia y puedas manipularla.
- Triturar los pistachos y dar forma a los bombones. Antes que nada, pela los pistachos y pícalos con ayuda de una picadora o utensilio similar. Después, saca de la nevera la mitad de la preparación de queso. Y con las manos humedecidas, ve tomando porciones de queso y dales una forma más o menos redondeada, un poco más pequeñas que una nuez.
- Dar forma a la otra mitad. Primero, coloca las bolas que ya has formado en una bandeja cubierta con papel sulfurizado y resérvalas en la nevera. Y luego, repite el paso 2 con la mitad restante de queso.
- Rebozar y servir. Finalmente, reboza todas las bolitas de queso con los pistachos que habías picado previamente. Termina el plato pinchando un palillo en cada bombón de queso y sírvelos.