Hoy es 8 de marzo. El mundo celebra el Día Internacional de la Mujer y lo hace con la mirada puesta en ellas: en las mujeres de Ucrania. En las bebés, las niñas, las adolescentes, las adultas y las abuelas que están viendo todos sus derechos vulnerados, dilapidados y que hoy abandonan sus casas, sus ciudades y su entorno seguro para esconderse y huir. Mujeres que hoy pasan esta jornada corriendo de la mano de sus hijos, con miedo por sus compañeros, peleando y con temor por el futuro. La lucha de todas, hoy más que nunca, debe ser por ellas. Por las ucranianas que no pueden celebrar esta jornada como hace un año, libres y en paz.
Este día señalado en rojo en el calendario de las mujeres de todo el planeta llega a Ucrania en el décimo tercer día de invasión de las tropas rusas y con imágenes de terror, sufrimiento e incertidumbre. Las mujeres de Ucrania son las verdaderas heroínas del 8M, porque este día se celebra por la igualdad y la libertad de mujeres y hombres y hoy Ucrania está en el peor escenario humano, el de la guerra. Las mujeres ucranianas corren hacia las fronteras buscando auxilio, permanecen atrapadas e incluso luchan. Las terribles imágenes que nos llegan del país están en las antípodas del mensaje de lo que representa a nivel internacional esta jornada: mujeres y niñas libres, sin miedo y con derechos.
Este Día Internacional de la Mujer tiene que ser una conmemoración de todos, una lucha común. Porque no hablamos de una batalla económica o laboral o de derechos, que también, sino de justicia humana. La lucha feminista grita alto hoy por la igualdad entre mujeres y hombres, y este 2022 quedará marcado por la guerra y la tragedia en Ucrania. Que sigan resistiendo, cuidando y luchando. Y nosotras con ellas.