Ahorra sin esfuerzo

15 errores al ahorrar que te salen muy caros

¿Estás segura de que las medidas de ahorro que tomas realmente te ayudan a economizar? Más veces de las que creemos, nuestras estrategias son equivocadas. Te lo contamos para que ahorres de verdad.

errores al ahorrar
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Con la inflación desatada y los malos augurios económicos para este otoño, todas estamos intentando mirar hasta el último céntimo que gastamos para tener un colchón por lo que pueda pasar. Lo ideal es que ahorremos entre el 10 y el 20% de nuestros ingresos, pero tal y como van las cosas, esto cada vez es más difícil. Que no cunda el pánico. Te vamos a contar cómo hacer que las matemáticas jueguen a tu favor y verás por qué no siempre te conviene coger una oferta del 32 o el paquete familiar en el supermercado, por no hablar de paquetes de telefonía, etc.

1. Revisa tu concepto de caro y barato

Un precio más alto no siempre es sinónimo de caro. Todo depende del uso que le vayamos a dar y de la duración que tenga. Pongamos por ejemplo un plumas, una prenda que vamos a usar casi a diario cuando hace frío. Vale la pena invertir en uno que nos guste y que aguante el trote.

2. No siempre hacerlo tú ahorra

Ejemplo práctico: tomas uno o dos cafés al día de cafetería y piensas que valdría la pena comprar una buena cafetera automática semiprofesional para llevártelo en un termo. Pero si cuentas su precio, el café para usarla, el gasto de mantenimiento, etc., y lo divides por los cafés que te tomas al año, a lo mejor lo que ahorras no compensa como para hacer la inversión…

3. Ojo con las compras anzuelo

La compra anzuelo consiste en venderte a bajo precio un producto que luego necesita recambios o consumibles. Un ejemplo claro son las impresoras domésticas, que cuestan casi lo mismo que un paquete de cartuchos para usarlas. Por las copias que puedes llegar a hacer al cabo del año, puede que te salga mejor ir a una copistería.

4. ¿Vas a outlets pensando en comprar barato?

  • Arma de doble filo. Comprar barato no es ahorrar. Comprar barato lo que necesitas sí lo es. Y entre una cosa y la otra hay una gran diferencia.
  • La estrategia correcta. Ten muy claro qué necesitas y cíñete a ello. No caigas en el “me lo llevo porque es tan barato que no puedo dejarlo”. Esto vale también para rebajas, ofertas…

5. La trampa al comprar un móvil o la tele...

Cuando vamos a comprar un electrodoméstico solemos pensar que lo mejor es lo más caro. Pero muchas veces pagamos un sobreprecio por prestaciones que no vamos a llegar a usar. Por ejemplo, en un móvil, valora si para ti es vital que tenga una carga rápida de batería o no. Para ello, es importante asesorarte, comparar y comprar solo por lo que necesites de verdad.

6. Ahorra en luz

  • Plancha. Si la enchufas cada mañana para alisar la ropa del día, estás desperdiciando electricidad, porque cuando más gasta es al ponerse en marcha. Mejor planchar una vez a la semana.
  • Lavavajillas. ¿Crees que ahorras poniendo menos dosis de detergente de la indicada por el fabricante? No es así, porque a lo mejor tienes que acabar repasando platos o cubiertos que no han quedado limpios, y eso es tiempo y dinero.
  • Nevera. Si la llenas una vez a la semana, al irse vaciando ¿qué haces? Rellena con táperes de agua fría. Una nevera vacía consume más. Los táperes fríos ayudan a mantener la temperatura baja.

7. No cuentes por días, sino por meses

¿Te has fijado en que muchos anuncios dicen eso de “por menos de 1€ al día”? Es porque cuando contratas internet, plataformas de pago, o compras cualquier otro producto, si divides lo que vale la cuota por los 30 días del mes, te parecerá que pagas poco. En cambio, si lo multiplicas por los 12 meses del año puede no parecerte tan económico.

8. ¿Es mejor un 2x1 que un 3x2?

Estas son las matemáticas que debes recordar cuando veas ofertas en el supermercado.

  • Oferta de 2×1. Representa un ahorro del 50%. O sea, que si cuesta 1€, te ahorras 50 céntimos.
  • ¿Es lo mismo 2.ª unidad a mitad de precio? No, con esto solo ahorras un 25%, o sea, si cuesta 1€, ahorras 25 céntimos.
  • Y si es un 3×2… El ahorro es del 33%, es decir, que por cada 1€, te ahorras 33 céntimos.
  • ¿Qué pasa si es un 4×3? Volvemos a estar en un descuento del 25% (te ahorras 25 céntimos por 1€ gastado).
  • Las que menos convienen… “Ahorra X euros por cada Y euros de compra”. Por ejemplo, 5€ de descuento por cada 30€ es un ahorro del 17%, o sea, de 17 céntimos por 1€ gastado.

9. ¿Sabes lo que vale cada cosa?

Para valorar si algo está de oferta, lo mejor es tener claro cuál es el precio que sueles pagar. Para ello guarda tus tickets de compra –hay tiendas en las que ya lo puedes hacer a través de su app– o anota el precio de lo que consumes con más regularidad. Y, además, fíjate en los gramos, para asegurarte de que no te dan menos producto al hacer la oferta.

10. Antes de ir a comprar no hagas una lista, haz esto...

Revisa tu nevera, tu despensa y tu congelador y prepara unos menús semanales teniendo en cuenta todo lo que ya tienes comprado. Así, en tu lista de la compra, solo tendrás que poner lo que necesitas para completar. Y una vez en la tienda, si hay algo de oferta de lo que soléis consumir en casa, cómpralo y congela o almacena en la despensa (o haz un cambio en el menú).

11. ¿Cocinar cada día? ¡Error!

Cocinar tus comidas de una en una es otro gasto que haces y que no tienes en cuenta. ¿Te has planteado cuántos platos empiezan con un sofrito? ¡Muchos! Si haces una buena cantidad, ahorras una parte de la electricidad que gastas en este apartado. Planificar el menú teniendo en cuenta las preparaciones ahorra como la lista de la compra.

12. Vigila con la relación calidad-precio

A todos nos interesa comprar productos de calidad a buen precio, pero… cuando el precio es muy muy bajo, por un tema de matemáticas, parece que tenga más calidad de la que realmente tiene.

Por ejemplo, una crema con un 0,5% de ácido hialurónico no funciona igual que una que tenga el 2%, que es más recomendable, pero la primera puede tener un precio mucho más bajo y entonces su relación calidad-precio es más alta.

Por ello, mira primero las características de lo que vayas a comprar y luego compara los precios de los productos que tengan las mismas características.

13. No compres si puedes alquilar

¿Te has planteado lo que te cuesta el coche? Si no lo necesitas con mucha frecuencia, puede resultarte mucho más económico alquilarlo. Y esto es extensible a otras cosas, como electrodomésticos de bricolaje, de jardinería, etc.
A veces equipamos las casas como si fueran negocios profesionales y, si no les damos mucho uso, tiramos el dinero.

14. Ojo con el standby de los electrodomésticos

Con el precio al que pagamos la luz, todo ahorro que hagamos en este apartado se agradece. Y dejar los electrodomésticos en standby, o sea, sin llegar a apagarlos del todo, representa un 10,7% del consumo energético total de la vivienda, según un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El televisor, el aire acondicionado, las videoconsolas o el router son los que más consumen en standby, seguidos por la impresora o la cafetera eléctrica.

15. El gasto de quedarte "con los de siempre"

No mirar qué hace la competencia de las compañías que nos dan servicios (de electricidad, de gas, de telefonía, de televisión en streaming…) puede ser un “agujero” por el que se nos vaya el dinero. Lo ideal es que cada trimestre –máximo cada semestre– repasemos las diferentes ofertas y nos demos de baja y de alta las veces que sean necesarias. Sí, da pereza, pero es uno de los mayores gastos que hacemos al mes y debemos encontrar el mejor servicio al mejor precio.