Alimentos que es mejor comer crudos que cocinados (y los que debes cocinar siempre)

Hay alimentos que sí es mejor tomar crudos, mientras que otros se asimilan mejor cocidos. Así que para mí, lo ideal es que cada día se coma una ración de cada.

Alimentos que es mejor tomar crudos

En este apartado están las frutas y las verduras, ya que el calor de la cocción destruye buena parte de sus vitaminas. También puede destruir las enzimas que aportan algunas frutas como la papaya, la piña, el aguacate o el plátano. Estas enzimas aceleran y facilitan el proceso digestivo de algunos alimentos, sobre todo de los ricos en proteínas. De ahí que se diga, por ejemplo, que la piña es digestiva.

• Hay excepciones. El tomate, por ejemplo, habría que comerlo crudo y cocido. Crudo, para preservar su aporte de vitamina C; y cocido, porque se asimila mejor un potente antioxidante que aporta, el licopeno. De hecho, el sofrito es una de las mejores maneras de tomarlo porque el licopeno se metaboliza mejor junto a una grasa, en este caso el aceite de oliva.
• Frutos secos y semillas. Al tostarlos o freírlos, se realza su sabor pero se destruye una parte de su contenido en vitamina B1. Por eso, yo suelo recomendar tomarlos crudos y a ser posible con su piel, que es muy rica en fibra.
• Pero si te cuesta digerirlos... En este caso sí que la cocción ayuda a la digestión de las frutas y las verduras. Una manera de conseguir que te sienten bien es empezar tomando pocas cantidades en crudo e ir aumentándolas paulativamente. Además, puedes acompañar su consumo de alimentos probióticos, como el yogur, que ayudarán a mejorar su digestibilidad.

La vitamina C y las del grupo B son más sensibles al calor. Las liposolubles (A, D, E y K) resisten hasta 100 grados.

Alimentos que es mejor comer cocinados

Sobre todo las hortalizas que crudas pueden resultar indigestas e incluso tóxicas, como las patatas o las berenjenas, ya que contienen solanina, un alcaloide tóxico. Tampoco hay que consumir crudas las judías verdes, que también tienen una molécula potencialmente tóxica, la faseolina.

• Champiñones. Pueden contener una sustancia cancerígena de la familia de las hidrazinas, la agaritina. Pero esta desaparece en un 90% durante la cocción.
• Legumbres. Al cocerlas se eliminan las sustancias tóxicas que pueden contener y resultan más digeribles. Hay una excepción, que son las habas y los guisantes frescos. Pueden comerse crudos en cantidades moderadas.
• Cereales. Son más digestivos cocinados, e incluso previamente sometidos a fermentación, como en el pan y la pizza. La única mane- ra de comerlos crudos –igual que en el caso de las legumbres– sería germinándolos.
• Huevos. Sé que ahora voy a derribar un mito porque se sigue pensando que el crudo es más alimenticio, pero es justo al contrario. Crudo contiene una proteína, la avidina, que impide la absorción de la vitamina H o biotina. Además, cocido se digiere mejor y sus proteínas se asimilan más fácilmente.

¿Qué pasa con la carne y el pescado?

La recomendación de cocerlos se debe a que el calor ayuda a eliminar gérmenes que pueden provocar una infección alimentaria. De todos modos, se pueden comer crudos en carpaccios, tartars, sushi... si se tiene la precaución de congelarlos antes.

• Tomar precauciones siempre. Las frutas y las verduras también hay que lavarlas cuidadosamente si las vamos a consumir crudas y con su piel. Con hacerlo en agua corriente y frotando es suficiente.

Otros alimentos a tener en cuenta

• Ajo. No hay gran diferencia entre tomarlo crudo o cocido porque se consume en cantidades muy pequeñas.
• Hierbas frescas. Es mucho mejor consumirlas crudas, tanto por preservar su aroma como sus vitaminas, sobre todo la vitamina C.
• Yogur. Hay que tomarlo crudo, porque la cocción hace que se destruyan sus “bacterias buenas” (los probióticos).
• Yuca. Este tubérculo tiene que cocerse para desactivar las sustancias tóxicas que contiene, entre ellas el cianuro.
• Leche. Si ha sido pasteurizada se puede consumir tanto cruda como cocida, porque este proceso ya ha destruido sus gérmenes.