16 remedios naturales para digestiones pesadas

Los platos ricos en sal y conservantes favorecen la retención de líquidos haciendo que te sientas hinchada. El diente de león facilita la eliminación de toxinas a través de la orina, está considerado como un excelente depurador del hígado y del riñón. Toma un par de tazas al día. Puedes mezclarlo con menta o hinojo para disimular su amargor. Si tomas fármacos para la hipertensión, consulta con el médico.

Sus virtudes depurativas son el mejor aliado contra los excesos. Te ayudará a mejorar la digestión y encima reforzará tu sistema inmunitario. Tómalo con clavo y canela, que además te ayudarán a disminuir la ansiedad por comer y a evitar los gases.

No es tan conocido como el Pu-erh, pero puede convertirse en un gran aliado tras los excesos gracias a su efecto digestivo y depurativo. Además no tiene teína, por lo que no afectará a tu sueño, y su sabor es de lo más agradable. Para consumirlo, hierve una cucharada en un litro de agua y bébelo a lo largo del día.

Una tisana de anís es el mejor remedio contra la pesadez estomacal, la hinchazón abdominal, los gases y el mal sabor de boca. Puedes tomarlo en infusión simple o combinándolo con otras plantas como hinojo, té de roca, alcaravea, malvavisco… Si tienes molestias digestivas, toma una taza tras cada comida.

Esta singular planta ayuda a sudar y a eliminar líquidos. En este caso nos interesan sus virtudes detox. ¿Cómo tomarla? Las flores de saúco se suelen consumir junto con llantén. Se aconsejan de dos a tres tazas calientes al día. Esta infusión tiene un ligero sabor dulce que encanta a casi todo el mundo.

Los excesos en la mesa se hacen notar también en la piel y una de las formas más habituales es a través de granitos y acné. La infusión de bardana –que puedes combinar con diente de león y zarzaparrilla– puede ayudar a prevenirlos pues, además de ejercer una acción antiséptica y antibacteriana, también es depurativa.

Es un remedio digestivo muy útil para tratar empachos y digestiones pesadas. Es un estimulante natural de la producción de bilis y ayuda a proteger el hígado, un órgano que se resiente mucho con los excesos de comida y bebida. Puedes tomarlo en infusión simple o con anís verde y otras plantas como el agracejo, la fumaria y la genciana.

Te recomendamos una infusión de genciana con manzanilla y limón para que la tomes en lugar del café tras una comilona. Te dará energía para afrontar la tarde, igual que el café, pero también te aliviará de todas las molestias digestivas derivadas de un empacho. 

Esta alga es muy rica en fibra y, tomada en cápsulas de forma regular, puede ayudar a evitar el estreñimiento. Además, resulta saciante. Si tienes problemas de tiroides, consulta con tu médico.

Es uno de los bálsamos digestivos más tradicionales contra las digestiones pesadas, la hinchazón y los gases y flatulencias. Lo más habitual es tomarlo en infusión, porque tiene un sabor agradable aunque bastante intenso. También puede usarse en cocina. De hecho el hisopo es una de las plantas que se incluye en las llamadas hierbas provenzales, como la salvia o el tomillo.

Sus flores recuerdan a la margarita y, aunque se encuentra en suelos rocosos, también crece bien en maceta. Se usa principalmente para combatir el dolor de cabeza, pero también ayuda contra las molestias gastrointestinales y el dolor menstrual. Puedes tomarla en infusión. Mejor si la mezclas con melisa o menta, ya que es algo amarga.

Su infusión es uno de los diuréticos naturales más eficaces, ya que puede aumentar hasta en un 30% la producción de orina. Eso hace que sea muy depurativa y evita que las toxinas se acumulen y hagan que nuestra piel aparezca apagada, grisácea, deshidratada o con granitos.

Al trasnochar es normal que necesitemos un estímulo para poder seguir el ritmo al día siguiente. En lugar de recurrir a un café para ponerte las pilas, opta por un té verde. Tiene un efecto estimulante más suave que el café, pero más duradero. Además, es diurético, depurativo y acelera la quema de grasas.

El jengibre estimula el páncreas, lo que da lugar a una mayor producción de enzimas digestivas. El resultado es que, si lo tomas después de una comilona, no te sentirás pesada y parecerá que hace horas que comiste. Si la comida es en tu casa, puedes añadirlo a una infusión; si comes fuera, recurre a las cápsulas.

Mientras que el salero debes dejarlo a un lado (la sal haría que te sintieras más hinchada), la pimienta será tu aliada en la mesa. Contiene piperina, que estimula la secreción de jugos gástricos que facilitan la digestión. Y también es rica en capsaicina, una sustancia que aumenta el gasto calórico hasta en un 25%.

Es el broche de oro ideal para una gran comilona, sobre todo si sueles tener problemas de flatulencias, ya que el hinojo reduce considerablemente el riesgo de que aparezcan los gases. Así que no dudes en llevar una bolsita de esta infusión contigo y tomarla después del postre. O mejor, tomarlo en zumo.