¡La polémica está servida! Unos adoran el acondicionador, mientras que otros no pueden con él. El tema en cuestión es si el acondicionador es un paso importante en el cuidado de nuestro pelo o, si por el contrario, es mejor evitarlo. Vamos a descubrirlo juntas.
Después del champú viene el acondicionador
Cuando lavamos el cabello, la cutícula queda totalmente abierta, lo que significa que la fibra capilar queda expuesta a la pérdida de agua y a que la suciedad se adhiera. Si no usamos acondicionador para cerrarla, el pelo se resecará y podrá llegar a partirse.
Mantiene la hidratación
El acondicionador, además de nutrir y reparar el cabello, tiene la función de recubrir cada hebra para protegerla de la deshidratación. De ahí su importancia.
Reparación profunda si lo combinas con la mascarilla
Un truco que usamos los estilistas es aplicar la mascarilla una o dos veces por semana, pues sabemos que la concentración de activos es mucho mayor a la del acondicionador. Y puedes pensar, "si es más intensa, ¿por qué no me aplico mascarilla a diario?". Déjame decirte que no es necesario, con el acondicionador tienes más que suficiente para el resto de los días.
Esos dos días que sí uses la mascarilla, hazlo bien. Aplica después del lavado, procurando dejarla expuesta el tiempo que recomiende la marca. Aclara el cabello muy bien y después usa el acondicionador. Peina y aclara sin dejarlo reposar y tendrás un tratamiento de peluquería en tu casa. El acondicionador también alargará los beneficios de la mascarilla mucho más tiempo.
Mejora la elasticidad del cabello
La proteína es la responsable directa de la elasticidad del pelo. Cuando nos hacemos tratamientos como decoloraciones o alisados y utilizamos productos agresivos para el pelo, acabamos dañándolo y eliminando esa proteína que nos aporta la elasticidad óptima. El resultado es un cabello duro, seco y mate. El acondicionador evita esos daños.
Mantiene el color durante más tiempo
Como ya he comentado, el acondicionador nos protege de la pérdida de agua y de la pérdida de color. Por eso, es muy importante que el día que nos hagamos el color apliquemos un buen acondicionador. Nos ayudará a sellar mejor la cutícula y evitar la pérdida de pigmentos. Asegúrate de usar una línea especifica para tu color y tipo de cabello.
Ideal si te haces queratina
Uno de los tratamientos estrella en el salón es la keratina. Es importante recordar que por mucho dinero que paguemos, la duración siempre estará condicionada por el champú y el acondicionador con que nos lavemos el pelo. La keratina se pierde en cada lavado que nos hacemos y si no aplicamos acondicionador después del champú, el tratamiento se irá más rápidamente.
Cada uno tiene una función
Efectivamente, no todos hacen lo mismo. Te dejo un pequeño esquema para que puedas escoger el que más te convenga.
- Acondicionador hidratante: Si tienes una melena ligeramente seca y mate, lo que te falta es agua. Es importante que lleve agentes desenredantes.
- Acondicionado nutritivo: Ideal para cabellos muy secos con tendencia a la rotura. Escoge líneas que lleven aminoácidos (acondicionadores antiaging muy potentes).
- Acondicionador reparador: Perfecto si tienes el cabello dañado, seco y quebradizo. Estos productos suelen llevar proteínas para reparar en profundidad y devolver la flexibilidad.
Después existen líneas específicas para el color, el pelo fino o el encrespado.
Usa un acondicionador sin aclarado puntualmente
Los acondicionadores sin aclarado son súper cómodos, muy prácticos y nos aportan un plus de hidratación, pero no sustituyen a un acondicionador con aclarado. La razón es que sus componentes son más para desenredar el pelo que para tratarlo en profundidad.