Lo he visto demasiadas veces en el salón: cabellos que llegan al final del verano pidiendo auxilio. Sequedad, color apagado, puntas abiertas… Y siempre con la misma frase: “ya me lo arreglaré a la vuelta”. Pero ¿y si este año te adelantas y haces las cosas bien desde el principio?
En este artículo te voy a contar qué cuidados capilares realmente funcionan en verano y cuáles son solo mitos. Lo que debes hacer —y lo que debes evitar— si quieres que tu melena llegue a septiembre tan bonita como empezó. Prometido: no necesitas mil productos ni rituales complicados. Solo algunos gestos clave, constancia… y evitar errores que veo cada año. ¿Empezamos?
¿Es malo dormir con el pelo mojado?
Sí, y mucho más de lo que imaginas. El cabello mojado es más frágil, y al rozar con la almohada puede romperse, enredarse y encresparse con facilidad. Pero lo peor es que dejar el cuero cabelludo húmedo durante horas crea un entorno perfecto para hongos e irritaciones.
Además, con la cutícula abierta, tu melena no retiene ni el agua ni los nutrientes que necesita.
- ¿Mi consejo? Seca siempre el exceso de humedad, aunque sea solo un par de minutos con aire templado. Tu pelo te lo va a agradecer.
¿Hay que mojar el pelo antes de entrar en el mar o la piscina?
Sí, y es uno de los gestos más sencillos y efectivos. Si mojas tu melena con agua dulce antes del baño, evitarás que el cabello absorba sal, cloro o metales pesados, que lo resecan y dañan. Este truco crea una barrera natural que protege la fibra capilar, especialmente si llevas mechas o tinte.
- ¿Mi consejo? Hazlo siempre, y repítelo si te vuelves a bañar. Tu color y tu melena lo agradecerán.
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¿El cloro y la sal estropean el cabello?
Sí, y mucho. El cloro reseca, debilita y apaga el cabello. La sal, al secarse al sol, se cristaliza y rompe la cutícula. Resultado: una melena áspera, frágil y sin brillo.
- ¿Mi consejo? Aclara siempre el pelo con agua dulce al salir del mar o la piscina. Y después, aplica un hidratante sin aclarado. Así mantendrás el cabello sano todo el verano.
El sol puede alterar el color y la textura: esto sí es una realidad
Una de las cosas que más noto al volver de vacaciones es cómo cambia el cabello de muchas clientas. El sol, aunque nos da vida, también es uno de los factores que más estropea la melena si no se protege. No solo altera el color, sobre todo si llevas mechas o tinte, sino que además debilita la fibra y deja el cabello más seco, áspero y sin brillo.
- Mi consejo: igual que no saldrías a la calle sin proteger tu piel, el pelo también necesita una barrera frente al sol. Hay protectores solares específicos para el cabello que ayudan a mantener la hidratación, el color y la suavidad incluso en los días de playa o piscina. Créeme: cuando lo usas, se nota muchísimo la diferencia.
Cepillar el pelo muchas veces al día no lo hace más brillante
Es uno de esos mitos que ha pasado de generación en generación, pero lo cierto es que cepillar el cabello de forma excesiva no solo no aporta más brillo, sino que puede llegar a dañarlo. El roce constante debilita la fibra capilar, especialmente si el cabello está seco, sensibilizado o con tendencia al encrespamiento. El resultado: puntas abiertas, electricidad estática y más frizz.
- Mi consejo es que cepilles tu melena con suavidad, utilizando un cepillo adecuado según tu tipo de cabello, y siempre que lo necesite. En cabello mojado, mejor optar por un cepillo desenredante anti-rotura, y comenzar desde las puntas hacia arriba para evitar tirones. Y recuerda: el brillo no viene del cepillado constante, sino de un cuero cabelludo sano, productos adecuados y una melena bien cuidada.
iStock¿Champú sin base jabonosa? La mejor opción para el verano
En verano, siempre recomiendo a mis clientas un champú sin base jabonosa. ¿Por qué? Porque además de limpiar, hidrata, repara y nutre, todo en uno. Lleva acondicionador incorporado, por lo que es ideal para no sobrecargar la melena cuando la lavamos a diario.
Al no contener sulfatos ni agentes que abren la cutícula, ayuda a mantenerla sellada, evitando la pérdida de color, la sequedad y el daño típico del sol, el cloro o la sal. Si hay un champú que cuida tu melena durante el verano… es este.
¿El acondicionador engrasa el pelo? Falso, si lo usas bien
El acondicionador no engrasa el cabello por sí solo. Lo que suele fallar es la cantidad, la forma de aplicarlo… o las prisas. En verano, es imprescindible: protege del sol, del calor y evita que el cabello se reseque y se rompa.
- Mi consejo: usa la cantidad justa, repártelo con los dedos por medios y puntas, y acláralo muy bien.
¿Mascarilla mejor que acondicionador? Solo si la usas bien
Es un error muy común: pensar que la mascarilla puede sustituir al acondicionador. La realidad es que cada uno cumple una función distinta. La mascarilla nutre en profundidad, sí, pero no sella la cutícula. Por eso, si no aplicas acondicionador después, la hidratación se pierde.
- Mi consejo: usa acondicionador siempre que laves el pelo y reserva la mascarilla para una o dos veces por semana. Déjala actuar el tiempo que indique el fabricante, aclara bien y después, sí o sí, aplica acondicionador. Solo así tu melena lo va a notar de verdad.
Las puntas abiertas no se arreglan… se cortan a tiempo
Ese “ya me las cortaré a la vuelta” es uno de los errores más comunes del verano. Cuando una punta se abre y no la cortas, el daño sigue subiendo por la fibra capilar…, y al final, lo que era un pequeño corte se convierte en una gran pérdida de largo.
- Mi consejo como peluquera: corta antes de irte de vacaciones. No hay tratamiento que repare una punta abierta de forma definitiva, pero sí puedes prevenir que se estropee más. Y eso empieza con un buen corte.
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Recoger el pelo mojado: el error silencioso que rompe tu melena
No es un mito, es una realidad que veo cada verano. Cabellos rotos, con marcas, completamente debilitados… ¿El motivo? Recoger el pelo mojado. Puede parecer inofensivo, pero es uno de los gestos más dañinos para tu melena.
Cuando el cabello está mojado es mucho más frágil. Si lo recoges con una goma apretada, estás forzando la fibra y facilitando que se parta justo por el punto de presión. Año tras año lo veo en el salón: mechones cortados, capas no deseadas y melenas que se han debilitado por completo solo por este mal hábito.
- Mi consejo como peluquera es claro: si tienes que recogerlo, hazlo con pinzas suaves, grapas que no rompan o coleteros de seda o espiral que no generen tensión. Pero lo mejor, si puedes, es evitarlo del todo hasta que tu pelo esté completamente seco. A tu melena le harás un gran favor.