Una de las preguntas que más me hacen en el salón cuando alguien empieza a dejarse las canas o quiere cuidarlas mejor es: “¿Qué tengo que hacer para que se vean bonitas y no apagadas?”. 

Y es normal, porque las canas, aunque son preciosas y tienen muchísima personalidad, también necesitan unos cuidados específicos para lucir brillantes, suaves y llenas de vida. 

Hoy quiero compartir contigo los tips que siempre recomiendo a mis clientas, esos pequeños gestos que marcan la diferencia y que ayudan a que el cabello blanco o gris se vea espectacular, sano y con estilo. 

Porque sí, unas canas bien cuidadas pueden convertirse en tu mejor carta de presentación. 

Elige un champú específico para cabellos blancos o grises 

Uno de los pasos más importantes para mantener unas canas bonitas es utilizar un champú diseñado especialmente para cabellos blancos o grises. Estos productos están formulados para neutralizar los reflejos amarillos que, con el tiempo, pueden aparecer y apagar el brillo natural del cabello. 

Ahora bien, si notas que tu melena está más seca de lo habitual, algo que suele pasar bastante en cabellos canosos, mi consejo es que no abuses del champú morado tradicional. Aunque es el más conocido, tiende a ser más astringente y puede resecar todavía más el cabello. 

Naomi Watts
Gtres

En estos casos, siempre recomiendo optar por una mascarilla de pigmento lila: corrige el tono de una forma mucho más suave y, además, aporta hidratación extra. Eso sí, es muy importante que elijas pigmentos lilas y no azulados, porque el matiz azulado puede dejar un reflejo frío y poco natural en las canas. 

Y si te gusta utilizar el champú neutralizador porque notas que te funciona bien, recuerda siempre acompañarlo después con una buena mascarilla hidratante y sellar la cutícula con un acondicionador reparador. 

Son pequeños gestos que marcan una gran diferencia para que tus canas se vean luminosas, suaves y llenas de vida. 

Mima tu melena con hidratación extra 

Una de las cosas que más noto cuando trabajo con cabellos canosos es que su textura suele cambiar: el cabello se vuelve más seco, más recio y áspero al tacto. Y precisamente por eso, si quieres que tus canas luzcan bonitas, es imprescindible que no descuides la hidratación. 

Mi consejo siempre es combinar tratamientos nutritivos de manera regular. Alternar una buena mascarilla reparadora con un acondicionador hidratante ayuda a mantener la flexibilidad del cabello, a darle más brillo y a que se vea mucho más suave y joven. 

modelo con canas
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Además, un truco que recomiendo mucho en el salón es aplicar aceites ligeros después de hidratar. Los aceites no hidratan por sí mismos, pero sí ayudan a sellar la hidratación dentro del cabello, evitando que se evapore y manteniendo esa flexibilidad y brillo durante más tiempo. 

Eso sí, siempre con aceites ligeros, para que el cabello siga teniendo movimiento y no se apelmace. 

Cuida tus canas evitando productos con alcohol 

Algo que siempre explico en el salón —y que es fundamental si quieres mantener unas canas bonitas— es vigilar muy bien qué productos utilizas para peinarte o dar forma al cabello. 

El alcohol, que está presente en muchísimas espumas, sprays y productos de styling, es uno de los grandes enemigos de las canas

¿Por qué? Porque cuando aplicamos calor —ya sea del secador, de las planchas o incluso del sol—, el alcohol reseca aún más la fibra capilar y favorece que el cabello canoso adquiera ese tono amarillento tan poco favorecedor. 

Y no se trata solo de protegerlo del calor: es que un cabello canoso necesita mantenerse hidratado y protegido para conservar ese blanco bonito y luminoso que tanto buscamos. 

Sarah Jessica Parker
Gtres

Por eso, si quieres peinarte o controlar el encrespamiento, apuesta siempre por productos sin alcohol: cremas de peinado ligeras, serums de acabado, o aceites específicos para cabellos blancos o grises. 

Hoy en día tienes muchísimas alternativas que, además de ayudarte a controlar el frizz, protegen y respetan la naturaleza de tus canas

Mi consejo de peluquera: huye de las espumas tradicionales de peinado. La mayoría llevan una cantidad altísima de alcohol que, aunque al principio den volumen, a largo plazo estropean y sabotean todo el trabajo de cuidado que le dedicas a tus canas. 

Y créeme: no quieres ver tu cabello blanco tornándose amarillo por culpa de un mal producto. 

No descuides el corte 

Un buen corte de cabello lo es todo cuando hablamos de lucir unas canas bonitas. Y el motivo es muy sencillo: un corte con estructura, con movimiento y bien definido, no solo realza el cabello, sino que también potencia la belleza natural de las canas. 

Es importante entender que el corte debe adaptarse a tu tipo de cabello, y no al revés. No se trata de que tú tengas que pelearte cada mañana para conseguir que el cabello se vea bien, sino de que el propio corte trabaje a tu favor. 

Cuando eliges un corte que respeta la textura, la densidad y la forma natural de tu cabello, consigues un look que se mantiene bonito sin esfuerzo, sin necesidad de abusar de herramientas de calor ni de cargarlo de productos de styling. 

Grece Ghanem
@greceghanem

Por eso siempre recomiendo dejarse asesorar por un buen peluquero o peluquera, alguien que sepa estudiar tu cabello y diseñar un corte que funcione para ti, para tu día a día, y no solo para el momento en que sales del salón. 

Porque cuando llevas un corte adaptado, el cabello se ve cuidado, suelto, con movimiento… y las canas brillan de forma elegante y actual. En cambio, si llevas un corte sin forma, sin estructura o descuidado, lo que proyecta tu imagen puede ser justo lo contrario: un aspecto desaliñado que no hace justicia a lo bonito que puede ser el cabello canoso. 

Y aquí quiero ser muy clara: las canas no nos hacen mayores. Lo que realmente envejece nuestra imagen es descuidarlas. Un cabello blanco, bien cuidado, bien hidratado y con un buen corte, puede ser uno de los estilos más favorecedores y sofisticados que puedes lucir. 

Protege tus canas del calor (de todas las formas posibles) 

Si de verdad quieres que tus canas luzcan bonitas, uno de los puntos más importantes que siempre recalco en el salón es protegerlas del calor. Y no solo me refiero al sol —que también—, sino a todas las fuentes de calor que usamos en el día a día: secadores, planchas, tenacillas… Todo lo que genere calor sobre tu cabello puede oxidarlo, y cuando las canas se oxidan, empiezan a aparecer esos tonos amarillentos que les quitan toda su belleza natural. 

Lo que muchos no saben es que el problema se agrava todavía más si, además, llevamos productos que no protegen correctamente o que tienen componentes como alcohol. Entonces, con el calor, la oxidación es casi inmediata. 

Mi consejo como peluquera es muy claro: si vas a usar herramientas térmicas, protege siempre tu cabello con un buen producto de protección térmica. Y no necesitas prescindir del secador, solo utilizarlo a una temperatura media. 

modelo con canas
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Un secado suave no debería darte problemas. El verdadero riesgo viene cuando usamos planchas o tenacillas a altas temperaturas y de manera habitual, y encima sin protección. Ahí sí que el amarilleo es casi seguro… y te garantizo que, una vez el cabello se amarillea, aunque podamos corregir un poco el color, ya nunca vuelve a tener ese blanco bonito y natural que tenía al principio. Por eso, si hay un truco que siempre recomiendo, es prevenir antes que curar. 

Y en verano, el sol es igual de peligroso: usa protectores con filtro UVA, gorras, sombreros… todo lo que esté a tu alcance para proteger tu melena. 

Recuerda: unas canas bonitas no se consiguen por casualidad, se consiguen cuidándolas con pequeños gestos cada día. Y lo mejor es que, cuando las mimas como se merecen, ellas solas hacen que tu melena hable de ti: de estilo, de frescura y de personalidad.