Olga G. San Bartolomé, peluquera: "Estos peinados están pensados para dejarte con esa sensación de 'me veo bien' sin necesidad de grandes artificios"

Con la llegada de la temporada de bodas, comuniones y eventos especiales, muchas me preguntan en el salón: “¿Y cómo me peino para una ocasión así sin sentirme disfrazada?”

Y es que, a partir de cierta edad, lo que más buscamos en un peinado es sentirnos favorecidas, cómodas y fieles a nuestro estilo. Nada de recogidos demasiado tensos ni acabados artificiales: lo que de verdad rejuvenece es un peinado con movimiento, con forma… y con intención.

Por eso he preparado esta selección de 5 looks que recomiendo muchísimo cuando alguien me dice que tiene un evento importante. Son peinados pensados para realzar el rostro, aportar frescura y, sobre todo, dejarte con esa sensación de “me veo bien” sin necesidad de grandes artificios.

Porque sí, se puede ir elegante, actual y sofisticada a cualquier edad… y aquí tienes cinco ideas que lo demuestran.

El recogido perfecto si buscas un look corto… sin cortarte el pelo

Si alguna vez te has planteado cortarte el cabello, pero no te atreves del todo, este recogido puede ser justo lo que necesitas. Tiene ese aire elegante y actual del corte pixie, pero sin tener que pasar por las tijeras. Aporta frescura, realza la mirada y estiliza mucho el cuello, sobre todo si mantenemos la nuca bien pulida.

El flequillo largo enmarca el rostro con suavidad y aporta ese efecto rejuvenecedor que tanto favorece. Para que se vea impecable, usa una laca de fijación media y termina con un toque de spray de brillo: tus canas lucirán espectaculares.

French Twist: el recogido que estiliza y nunca falla

Este moño clásico estiliza el cuello, alarga visualmente el rostro y aporta elegancia sin esfuerzo. Aunque es ideal para bodas o eventos, también puedes adaptarlo a un look más relajado dejando algunos mechones sueltos. Se realiza enrollando el cabello desde la nuca hacia arriba, fijándolo con horquillas. Funciona tanto en pelo liso como con ondas suaves.

¿Mi consejo? Trabájalo con textura, fija con una laca ligera y añade un toque de brillo al final. Es el recogido perfecto si buscas algo atemporal, favorecedor y con ese punto sofisticado que siempre suma, tengas la edad que tengas.

Efecto mojado y flequillo lateral: el look elegante para melenas cortas

Si tienes el cabello corto o una media melena, esta es una opción que suele gustar mucho a mis clientas cuando tienen un evento y quieren verse elegantes, pero sin ir demasiado formales. El truco está en combinar texturas: una parte del cabello, como la nuca y un lateral, se trabaja con efecto mojado bien pulido, mientras el flequillo largo se deja suelto y con movimiento, cayendo de forma ladeada para suavizar las facciones y dar ese punto de estilo.

Para conseguirlo, simplemente humedece las manos, aplica un gel fijador o una cera con efecto wet de fijación fuerte y trabaja la zona de la nuca y el lateral con los dedos. Después, pasa un peine fino para que el cabello se pegue bien al cráneo y marque la forma de la cabeza. Finaliza aplicando un poco de calor con el secador para fijarlo sin que se mueva.

Ondas glam: el peinado perfecto para lucir melena con elegancia

Si tienes una melena media o larga y buscas un look con presencia, estas ondas glam son una opción espectacular. Aportan brillo, movimiento y ese aire sofisticado que favorece muchísimo a partir de los 50. Además, una de las cosas que más me gusta de este peinado es el volumen y la densidad visual que crea: da cuerpo al cabello y potencia los rasgos, sobre todo en la zona de pómulos y mandíbula.

Para lograrlo, trabaja con una tenacilla gruesa y aplica antes un producto que aporte textura y fijación. Así, las ondas se mantendrán marcadas, definidas… y perfectas durante horas.

Moño bajo pulido: el recogido que nunca falla

El moño bajo, o 'chignon', como se denomina este tipo de recogido clásico, es uno de esos peinados que siempre funciona. Estiliza el cuello, alarga la silueta y aporta una elegancia sencilla y atemporal. Puedes llevarlo bien pulido, con la raya marcada en un lateral o en el centro, y una estructura impecable.

Solo necesitas aplicar un poco de cera para controlar el cabello, dar brillo y mantener la forma sin apelmazar. También puedes hacerlo más suelto, con mechones desenfadados que salgan del moño. No es un recogido rígido: se adapta a tu estilo y a cómo quieres sentirte ese día.

Porque verse bien no es cuestión de edad, sino de actitud (y de un buen peinado)

Cada uno de estos peinados está pensado para realzar tu estilo sin esconder tu esencia. No se trata de llevar algo demasiado elaborado, sino de elegir lo que más te favorece, lo que acompaña tu rostro, tu momento y tu forma de estar. A partir de los 50, lo que más suma es la naturalidad bien trabajada, ese gesto pulido, pero sin rigidez, ese movimiento que da vida al cabello.

Así que, si tienes un evento cerca, inspírate, pruébate, juega… y quédate con el peinado que te haga sentir guapa, cómoda y tú misma. Porque esa es la verdadera clave.