Curiosidades y mitos sobre el verano

14 de agosto de 2017, 05:00

Si vas al chiringuito con el bikini mojado... ¡Cuidado con la cistitis!

• Infecciones y hongos. Someter tu uretra a unas condiciones de humedad, calor y falta de oxígeno puede favorecer el desarrollo de bacterias y hongos.
• Mejor prevenir... Cámbiate el bañador por uno seco o por ropa interior de algodón y shorts.

¿Es bueno ducharse a diario o es mejor hacerlo con menos frecuencia?

• Desprotegida. Ducharse demasiado puede dañar la piel, ya que se eliminan de ella bacterias útiles que forman una barrera y la protegen frente a gérmenes y bacterias nocivas.
• Una vez al día. Lo ideal, según la Academia Española de Dermatología y Venereología, es no darse más de una ducha al día para no dañar la piel. La OMS recomienda que dure 5 minutos.
• Si haces deporte. O un esfuerzo físico con el que se sude, en lugar de ducharte para evitar el mal olor es mejor lavarte por partes, incidiendo en las zonas más problemáticas (pies, axilas e ingles).
• No uses mucho jabón. Más que el agua, lo que daña el manto lipídico de la piel es el jabón. Por ese motivo, si te das dos o más duchas limita su uso a una de ellas. En cuanto al agua, no te duches con ella muy caliente; mejor tibia.
• Descarta las esponjas duras. Están desaconsejadas ya que no es bueno para la piel frotarla con demasiada fuerza. Para eliminar la suciedad basta con darse un masaje con la mano o con una esponja extrasuave.
• ¿Mejor por la mañana o por la noche? Si te espera un día estresante, la ducha matinal relajará tu cuerpo y activará tu mente. Y si te cuesta dormir, la ducha nocturna te ayu- dará a reducir los niveles de corti- sol, la hormona del estrés.

¿Te duchas con agua fría para combatir el calor?

Logras el efecto contrario: más calor. Al principio refresca. Luego el cuerpo pone en marcha el mecanismo para recuperar la temperatura y gener más gasto de energía y más calor.

Además, cuidado con los cambios bruscos, si hay mucha diferencia entre la temperatura del cuerpo y la del agua, puedes sufrir un desvanecimiento, una arritmia o, incluso, un paro cardíaco.

• La solución. Ducharse con agua caliente e ir bajando la temperatura.

¿Te vas a la cama con el pelo todavía húmedo?

Aunque no tienes porqué resfriarte, no es bueno.

• Más caída. Al estar la cutícula más sensible y hacerse más nudos, el pelo se rompe más.
• Más picor. La humedad puede inflamar el cuero cabelludo y eso provoca picores.
• Más infecciones. También puede favorecer la aparición de hongos en el cuero cabelludo y en la almohada.

¿Duermes sobre una almohada vieja y sucia?

Estará llena de suciedad, ácaros y moho, con lo que los estornudos, picor de ojos y otros síntomas alérgicos se agravarán.

• Cómo evitarlo. Lava la almohada 2 o 3 veces al año; el protector, una vez al mes; y la funda, cada semana.

¿Es bueno para nuestros pies que andemos descalzos?

• En las superficies duras y asfaltadas. Se corre el riesgo de hacerse algún corte y sufrir una infección o contraer hongos, así como aumentar la presión en determinados puntos y tener inflamaciones.
• En los suelos blandos. Caminar descalzos fortalece los músculos de los pies, estimula la circulación y mejora la estabilidad y el equilibrio. Pero deben ser superficies suaves como el césped.
• En la playa. Andar sobre la arena fina de la playa ayuda a masajear y relajar los músculos de los pies. Además de actuar como un exfoliante natural que contribuye a eliminar las durezas de la piel.
• Correr sin zapatillas. Un estudio de la Universidad de Queensland (Australia) demostró que las zapatillas amortiguan el impacto que reciben los músculos y que hacen trabajar más a los músculos de pies y piernas.
• Andar sobre superficies inclinadas. Aunque el pie se adapte sin problemas a las superficies con incli- nación lateral, es recomendable no andar sobre ellas, ya que puede producir sobrecargas musculares en la cadera, glúteos o columna.
• ¿Y los niños? Hasta los 4 años, los niños tienen los pies prácticamente planos. Andar descalzos ayuda a que los huesos de los pies vayan adqui- riendo una forma arqueada y se desarrolle así el arco plantar.