Los libros tienen la capacidad de emocionarnos y cambiarnos por dentro. Tienen el don de llevarnos a mundos que no existen, y a otros que, aunque son muy reales, pasan desapercibidos. Este último es el caso de la novela que te recomiendo en esta ocasión. De todo lo que he leído este año, es la que más me ha emocionado. Tengo claro que no la olvidaré.
La autora es Khaled Hosseini, una de las plumas más afiladas de nuestro tiempo y autor de Cometas en el cielo, entre otros bestsellers, y que consigue dar vida a dos personajes muy especiales. No vas a olvidarlos nunca, te lo aseguro.
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Si te apetece una lectura profunda, que te va a hacer llorar a mares, sobre el papel de la mujer en los lugares más oscuros del mundo y la historia, tienes que leerla. Porque, por desgracia, lo que cuenta entre sus páginas no sucedió hace siglos: sucede entre la década de los sesenta y un escalofriantemente cercano 2003. Y es una historia que sigue sucediendo cada día.
Mujeres sin voz
No cabe duda de que hemos avanzado mucho en lo que se refiere a la igualdad de derechos. Pero es muy fácil olvidar que no es así para todas las mujeres del mundo. Occidente es un lugar más igualitario cada día (al menos, eso queremos pensar), pero hay lugares del mundo en los que ser mujer sale muy caro.
Es el caso de Afganistán, país en el que nacen las dos protagonistas de esta preciosa novela que me ha roto el corazón y me ha hecho pensar:Mil soles espléndidos. La primera de ellas es Mariam, una mujer hija de un hombre poderoso. Una harami. Una hija bastarda que pasa toda su infancia en un kolba, una pequeña choza de barro que representa para ella y su madre la pobreza más absoluta.
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Su padre no la reconoce como hija, aunque durante los primeros años de su infancia, hace algo parecido a quererla. La visita, la consiente. Hasta que su madre, Nana, fallece. Y entonces, la familia decide que es momento de Mariam se case con un hombre al que no conoce de nada. Un zapatero treinta años mayor que ella.
Un relato desgarrador
¿Imaginas por un momento lo desgarrador que debe ser que te casen, sin que puedas opinar nada al respecto, con una persona que te supera en treinta años? La primera parte de la novela, dedicada a que entendamos la horrible experiencia de Mariam, no es sencilla de afrontar. Pero la cosa se pone peor.
En el telón de fondo de esta historia sucede algo que ha marcado la historia de millones de mujeres y hombres: la guerra de Afganistán. “Desde hace casi tres décadas, la crisis de los refugiados de Afganistán ha sido una de las más graves del planeta”, escribía Hosseini en el epílogo de este libro que se publicó en 2007. Desde entonces, los talibanes siguen marginando a mujeres y grupos étnicos y religiosos, como escriben en Amnistía Internacional en su reportaje sobre Afganistán en 2024. El informe es un auténtico cuento de terror.
Y eso es lo que vemos en el libro. Porque a la tortura de Mariam se le suma la de Laia, una joven de quince años que vive en las calles y a la que Rashid, el zapatero y marido de la primera, recoge y convierte también en esposa.
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Una amistad inquebrantable
Todo lo que te he contado hasta ahora del libro puede hacer que se te revuelvan las tripas. Es duro, no te voy a engañar. Pero tras las páginas de esta obra se esconde también un amor profundo, un canto de esperanza, de sororidad y unión. Porque Mariam y Laia no son enemigas en esta historia, no compiten por atenciones, no forman nada ni remotamente parecido a un triángulo amoroso. Todo lo contrario.
Si Mil soles esplendidos es una historia de amor, lo es gracias a la unión que surge entre ellas. En la novela, la amistad que surge entre ellas, casi de hermanas, casi de madre e hija, es la fuerza que lo puede todo.
Y eso es, curiosamente, lo que hace que llores. No es el maltrato, el terror o el horror que enfrentan las protagonistas. Es el cariño que comparten, es el amor que forjan, es una comprensión y empatía que se cuece a fuego lento, que no es perfecta, pero que brilla con la intensidad de aquello que florece en la sombra del mundo.
A esto debemos sumarle la implacable pluma de Hosseini, que dota de vida a estas dos mujeres tan reales y a la vez ficticias, que emociona con sutilezas y te transporta con sus palabras a ese Afganistán roto por la guerra. Es una lectura complicada en contenido, y sencilla en prosa. Que se lee en una semana, pero que se quedará contigo toda la vida.