Si no puedes renunciar a los dulces...
Más allá de que te des el gustazo puntual de tomarte ese dulce que te pierde, lo ideal es que tu alimentación respire dulzor (sin azúcar).
Dulces desayunos que no pesan
No renuncies a tus tostadas con mermelada, pero opta por una mermelada casera sin azúcar. Pon un puñado de fruta en un cazo con un poco de agua y dátil a trozos; cuece a fuego bajo hasta que se compote. También opta por avena cocida en bebida vegetal sin azúcar pero con canela, que sabe a arroz con leche.
Ensaladas dulces y verduras golosas
El sofrito te sabrá más dulce si dejas que la cebolla se haga a fuego bajo un buen rato. Y las cremas de verduras, si llevan hortalizas como zanahoria o calabaza asadas al horno. También si usas especias dulces: cúrcuma, canela… ¿Y la ensalada? Échale unas pasas secas o un chorrito de vinagre dulce de Jerez.
Segundos con un punto de dulzor
Consíguelo con fruta –fresca o desecada– y especias. Como el tajine marroquí, que lleva ciruelas, orejones y canela; o un redondo con espinacas, pasas y piñones; o pollo con piña.
Chocolate
Si te pierde el chocolate, puedes tomar una onza diaria sin que tiemble tu dieta para adelgazar. Siempre es mejor que el chocolate sea de más del 85%, porque cuanto más cacao tiene, menos engorda. Pero si no te gusta tan negro o lo prefieres con leche, al ser solo una onza no es una diferencia insalvable.
¿Y de postre?
- Fruta a la plancha. Al asarla en una plancha antiadherente sin aceite, se concentra su sabor dulce y te sabrá mejor.
- Yogures golosos. Cuece arándanos u otra fruta al microondas con un poco de agua para que quede como una mermelada. Añádela a un yogur y hummmm…
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