Los 7 novios que Tamara Falcó ha tenido antes de su boda: empresarios, religiosos y adinerados

El primer romance de la Marquesa de Griñón fue con uno de los integrantes de su pandilla de amigos de siempre. El elegido fue Alberto Comenge, heredero de un imperio automovilístico e hijo de Mariluz Barreiros. La historia de amor se convirtió en el cotilleo del momento. Fue una grata noticia tanto para la familia Comenge como para los Falcó-Preysler. 

Aunque Alberto había estudiado Derecho, decidió encaminar su trayectoria hacia la Fundación Barreiros, el negocio familiar. Los Barreiros habían acumulado una fortuna considerable en dicho ámbito en el pasado, pero también poseían bodegas y una empresa de adiestramiento y cría de caballos, ya que Alberto era aficionado al polo. Dos pasiones que compartía con su entonces pareja. No obstante, el romance fue breve. Duró apenas más de un año antes de que ambos tomaran caminos separados, puesto que eran muy jóvenes. 

Si consideramos que el segundo apellido de Bartolomé Fierro es March, todo encaja. Este joven pertenece a la ilustre familia March, conocida por ser los fundadores de Banca March. Su encuentro con Tamara Falcó tuvo lugar en una de las emblemáticas fiestas "Flower Power" en la vibrante Ibiza, cuando estas fiestas eran el epicentro de la élite y nadie quería perdérselas. Aunque el amor floreció entre ellos, Tamara insistió ante los medios del momento que solo eran amigos, compartiendo un verano de complicidad y momentos juntos.

Fierro, proveniente de una familia de banqueros tanto por parte paterna como materna, creció inmerso en un entorno empresarial. Sin embargo, decidió trazar su propio camino y se dirigió hacia Nueva York, donde comenzó a trabajar en la prestigiosa casa de subastas Sotheby's. Desde entonces, parece que hace mucho tiempo que perdieron todo tipo de contacto y relación.

En el año 2018, el financiero Marco Noyer sorprendió a todos al contraer matrimonio con Bryna Butler, una heredera estadounidense. Marco, quien previamente había sido novio de Tamara Falcó, volvió a acaparar titulares debido a la notable lista de invitados que asistieron a la ceremonia. Después de su separación con la hija de Isabel Preysler, Marco había permanecido en un segundo plano durante mucho tiempo.

Marco y Tamara mantuvieron una relación durante tres años, y se habló mucho de una posible boda. De hecho, se habló tanto que Tamara misma afirmó que no podían formalizar su matrimonio debido a la crisis económica que afectaba a toda Europa. Sin embargo, la distancia física entre ellos comenzó a afectar su relación. Se conocieron cuando Marco estaba estudiando en Madrid, pero sus responsabilidades familiares lo llevaron de regreso a Francia. Desafortunadamente, su noviazgo llegó a su fin en 2009, lo cual fue un golpe sentimental para todos, especialmente para Tamara, quien se encontró en medio de la tormenta mediática. 

Tommaso Musini, proveniente de una familia adinerada italiana, entró en la vida de Tamara Falcó cuando ella buscaba compañeros de piso, en su primer intento de independizarse de su madre. La hija de Isabel Preysler estaba alquilando habitaciones en su apartamento del Madrid de los Austrias. Fue entonces cuando apareció un estudiante italiano recién llegado a Madrid para realizar un máster. Comenzaron como amigos, pero pronto surgieron sentimientos de amor. Su relación fue intensa y, posiblemente, no fue bien recibida por la familia de la actual marquesa.

La presentación oficial ante el público tuvo lugar en un concierto de Lady Gaga en Madrid. Antes de eso, Tamara ya había presentado a Tommaso a su círculo de amigos, un paso importante que no salió como se esperaba. Poco tiempo después, confirmó el fin de su relación. Los rumores apuntaban a que Musini ya tenía una vida establecida en Italia, incluso con pareja. Fue la primera vez que la Marquesa de Griñón se enfrentó a la deslealtad, sin sospechar, por supuesto, que sería un guiño al futuro. 

La naturaleza exacta de la relación entre Tamara Falcó y Enrique Solís siempre fue un misterio. Ninguno de los dos mencionó nunca nada acerca de tener una relación romántica o algún tipo de compromiso. El hijo de Carmen Tello y la hija de Isabel Preysler habían sido amigos durante mucho tiempo. Se les había visto juntos en varias ocasiones, lo cual generó especulaciones sobre algo más que una amistad. Sin embargo, en lugar de negarlo rotundamente, continuaron con su relación peculiar hasta que, de repente, desapareció por completo.

Solís, miembro de una de las familias más reconocidas de Sevilla, aprovechó su apellido y posición no para buscar atención en los medios del corazón, sino para enfocarse en el mundo de los negocios. A los 21 años, fundó su primera empresa mientras aún era estudiante y dividía su tiempo entre Nueva York y Madrid. La moda y el sector hotelero han sido los campos en los que ha destacado principalmente. Las apariciones de Solís han sido escasas. Actualmente, mantiene una relación con la modelo Alejandra Domínguez Gila.

Esta relación es prácticamente desconocida para todos. En 2019, Iván Miranda Álvarez-Pickman tuvo un breve romance con la hija de Isabel Preysler. Creció en La Morajela, con estrechos lazos familiares con los hermanos Falcó y un linaje que se conecta con la aristocracia. La realidad de Iván era muy similar a la de Tamara: familias similares, entornos similares y una educación muy parecida. Sin embargo, Miranda había enfocado su carrera en el campo de la biología.

La relación con Tamara fue efímera. Los vimos juntos en algunas imágenes y se dijo que la acompañó a Doha para conocer a su sobrino, el hijo de Ana Boyer, pero poco más se supo. Unos meses después, Falcó conoció a Íñigo Onieva y el resto, quedó en el pasado.

Como ya sabemos todas tras tanta polémica, la incorporación más reciente en la vida de Tamara Falcó es Íñigo Onieva. El empresario se hizo presente y todo comenzó a fluir. Hubo presentaciones familiares, fotografías en eventos sociales y un anillo de compromiso que generó controversia. Luego, llegó el famoso video con otra mujer, la ruptura y ese nanosegundo en el metaverso. Nadie podía imaginar que el destino les concedería una segunda oportunidad. La pareja decidió retomar su relación donde la dejaron y parece que están navegando en aguas tranquilas. Entre viajes y preparativos de la boda, la pareja no puede mostrarse más feliz.