Los 14 peores looks de 2017

La actriz eligió una réplica de un vestido que lució Grace Kelly en la película de Hitchcock La ventana indiscreta para un evento al que acudió este año. Si bien el resultado no es catastrófico, como las comparaciones son odiosas, el brillo de la falda de Lindsay le da un aire de disfraz cutre que no nos ha gustado nada.

Si tienes 20 años, ¿qué necesidad hay de aparentar 40? Entre la falda evasé, la chaqueta de señorona y el cardado con ¿corona? incorporada, la actriz de Juego de Tronos consigue un look sospechosamente parecido a los que seguro llevaba su abuela en los años 60. El poco acertado y excesivo maquillaje redondea un outfit de lo más desafortunado. La actriz es muy aficionada a ponerse años con su maquillaje en sus apariciones ante las cámaras.

Menos escote, menos pendiente y muchas menos pulseras... Solo con esto la modelo alemana hubiera subido unos enteros este abigarrado look. El maquillaje efecto mirada triste tampoco ayuda mucho...

Lo único positivo de este look es la comodidad de al llegar a casa solo tener que desmaquillarse y a dormir, ya que el modelo parece más un camisón que un vestido de noche. Sabemos que el sleep dress es tendencia, pero no es buena idea cuando tu cuerpo no es joven y estilizado. Si además el color del vestido es sospechosamente parecido al tono de tu piel, mejor abstenerse.

La actriz de Modern Family nos tiene acostumbradas a vestidos bastante reveladores en todas sus apariciones públicas. En esta ocasión ha optado por un diseño atado al cuello, escotado en la espalda y con dos aberturas en la falda hasta la ingle, que nos ha dejado a nosotras sin palabras y a ella sin capacidad de movimiento. El gesto de agarrarlo firmemente para dar un paso habla por sí solo. 

El mono firmado por Alexander Wang que lució la menor de las hermanas Hadid en la gala del Met fue uno de los más comentados de la fiesta. Lo ceñidísimo de la prenda y el escotazo de la espalda no dejaban nada a la imaginación. Si a eso sumamos el tejido transparente y el que la prenda lleva zapato de tacón incluido, no podíamos dejar de darle un lugar de honor en nuestra lista de los más desacertados.  

Si partimos esta imagen por la mitad vemos en la parte de arriba una Rihanna dispuesta a ir al gym con un top naranja fosfi. Si miramos la parte de abajo, encontramos un modelo propio de una dama victoriana de riguroso luto. Por eso nuestras neuronas cortocircuitan cuando intentamos entender el conjunto global.

Atreverse a emular un look tan icónico como el modelo tropical súper escotado de Versace que llevó J.Lo a los Grammy del 2000 es mucho atrevimiento, pero si además no te acompaña la calidad de la prenda, el resultado solo puede ser catastrófico.

El look de la hija de Michael Jackson en esta alfombra roja demuestra que se puede vestir una gran firma como Dior e ir hecha un cuadro. Este modelo transparente y bordado, con ropa interior al aire, podemos entenderlo en el marco de una pasarela como propuesta estética, pero no hay por dónde cogerlo cuando sale a la realidad de la calle.

Las coronas de flores son una tendencia que hemos visto bastante estos años relacionada con looks de estilo boho chic. Esta invitada en el Festival de Cannes ha querido llevarla un punto más allá y se la ha colocado alrededor de la cara, en lugar de en la cabeza. Lo único positivo de este desacierto es que consigue que nos olvidemos del horroroso vestido pseudo-folclórico que redondea uno de los looks más sorprendentes (y no para bien) de este año.

No sabemos si la actriz estadounidense se equivocó pensando que era una fiesta de disfraces o venía directamente de trabajar en la animación de un parque temático, pero más desacertado no podemos encontrar este conjunto.

La princesa empalagosa es un buen título para el look que luce la cantante. Con escotazo, mangas abullonadas y capas y capas de tela en un rosa merengue, nos tira para atrás. El detalle terrorífico final es el corto de la parte delantera de la falda que deja al descubierto unas sandalias de tiras cruzadas hasta las rodillas que nos recuerdan el atado de la carne rellena de Navidad.  

Cuando miramos este look no podemos evitar echar en falta algo en los vaqueros que luce la artista estadounidense. Y es que cuando nos habíamos acostumbrado a los jeans rotos, ahora llegan los que prescinden de toda la parte central dejando únicamente las perneras unidas a la cinturilla con unas tiras. De lo peor del año sin ninguna duda.

Este conjunto fue el ganador de nuestra encuesta. Ni en nuestras peores pesadillas podemos encontrar un modelo más desacertado para ir a la fiesta de los Globos de Oro. O, para ser sinceras, a ninguna parte, ni siquiera al chiringuito de una playa nudista. En color verde fosforito y con menos tela que un vestido de la Barbie, esta especie de pañuelo atado al cuello no cubre ni lo más imprescindible, ya sabes a qué nos referimos. Los zapatos horrorosos redondean este look de 0.