Trucos para que tu ropa huela siempre a limpio

Lava la ropa adecuadamente

La frecuencia con la que lavas la ropa y el modo en qué la lavas o el programa de lavadora que eliges son clave a la hora de conseguir que la ropa huela bien. En función del tipo de tejido y del nivel de suciedad, la ropa requiere mayor o menor frecuencia de lavado y cuidados específicos (descubre aquí cómo lavar ropa adecuadamente para que te dure más tiempo). Y ten en cuenta que cuanto más tiempo pase una pieza con mal olor, más difícil será librarse de él y más peligro de que incluso lo transfiera a otras prendas limpias.

• Consulta los símbolos en las etiquetas de ropa para ver las condiciones más adecuadas para cada prenda.  
• Por regla general, la ropa interior, calcetines, camisetas de algodón, ropa deportiva, medias y leggins deberían lavarse después de cada uso.
• No mezcles la ropa más sucia, así como los trapos y bayetas, con el resto de la ropa. 

Quita los malos olores

A menudo la ropa no huele bien aunque se lave por culpa de manchas o malos olores persistentes (como el vino, el sudor o el olor a húmedo, por ejemplo) que requieren una actuación más contundente para neutralizarlos. 

• Antes de lavar estas prendas, déjalas en remojo unas horas con agua y vinagre blanco, un potente limpiador o bien añade 150 ml al compartimento del detergente en el momento de lavarla.
• Otra opción es poner directamente en el tambor medio vaso de bicarbonato, otro de los productos de limpieza caseros más eficaces.

Utiliza productos y cantidades adecuados

Uno de los errores más comunes a la hora de lavar la ropa es poner más detergente del indicado, algo que no solo la perjudica sino que, además, puede provocar que no se aclare bien y acabe oliendo mal. Las dosis recomendadas por el fabricante son las estudiadas para un resultado óptimo y aumentarlo a ojo puede tener efectos nocivos.

• Para curarse en salud, se recomienda incluso poner un poco menos de detergente que el indicado.
• Tampoco te excedas con el suavizante y escoge bien la fragancia que más de adapta a ti o a tu familia. 
• Si hay manchas difíciles, no añadas más jabón, utiliza un quitamanchas adecuado.

Añade aceites esenciales al lavado

Los aceites esenciales de flores, frutas o hierbas no solo te sirven para que la casa huela a limpio sino que también se pueden añadir directamente a la lavadora para que la ropa huela mejor.

• En la última fase de lavado (antes de que empiece el enjuagado final o justo después del último centrifugado), detén el ciclo y añade al tambor unas cuantas gotas del aceite esencial que más te guste. Pon solo unas pocas y, en función del resultado obtenido, ajusta la cantidad en los próximos lavados. 

Seca bien la ropa

Otro de los motivos habituales por los que la ropa no huele bien es porque no se ha secado correctamente, algo que hace que coja olor a húmedo, uno de los malos olores de la casa más persistentes.  

• Si no vas a lavar inmediatamente las toallas de ducha, tiéndelas para que se sequen por completo antes de volver a usarlas o lavarlas. 
• No dejes en el cubo de la ropa sucia prendas mojadas o húmedas.   
• Cuando se acabe la lavadora, no esperes, sácala rápidamente del tambor y tiéndela o métela en la secadora. 
• Nunca guardes la ropa cuando todavía esté húmeda. 
• Tiende la ropa separada entre ella, lo más extendida posible y en un sitio seco y bien ventilado.
• Y si no tienes secadora ni suficiente espacio para tender, necesitas esto para secar la ropa en casa sin que coja olor a húmedo.

Guárdala adecuadamente

Aparte de limpiarla y secarla correctamente, guárdala en un sitio limpio y libre de malos olores. Limpia el armario y los cajones con cierta frecuencia y perfúmalos. 

• Puedes pulverizar con spray suaves fragancias en el interior del armario o sobre la ropa.
• Pon colgadores o saquitos de tela de olor o hazlos tú misma con popurrí, flores secas y hierbas aromáticas.
• También puedes poner bolsitas de té e infusiones, pastillas de jabón o incluso velas aromáticas (apagadas, por supuesto) entre la ropa. Para no dañar las prendas, envuélvelos en telas. 

Utiliza sprays

Además de para perfumar los armarios, también venden sprays y pulverizadores para perfumar la ropa.

• Si quieres hacer uno casero, mezcla 1/2 litro de agua destilada con 2 cucharadas de bicarbonato sódico y unas cuantas gotas de un aceite esencial que te guste. Lo agitas bien, lo introduces en un pulverizador y listo para usar. 

Perfúmala al plancharla

También puedes perfurmarla cuando las vayas a planchar. Así mientras quitas las arrugas, el olor quedará impregnado en cada prenda y te dará más sensación de limpieza y frescor.

• Se pueden rociar las prendas con una colonia suave justo antes de plancharlas.
• Otra posibilidad es añadir unas gotas de tu colonia favorita o de aceites esenciales al agua destilada de la plancha. 

Pero, eso sí, cuando elijas los perfumes, las fragancias y los aceites esenciales ten en cuenta cómo huele el suavizante que has usado, el ambientador del armario o el cajón... Si mezclas olores muy dispares o disonantes, el resultado puede ser mareante (en el mejor de los casos) o directamente apestoso.