El tour Más D Ana 2025 está dando mucho de que hablar. La artista, que sorprende cada vez que pisa un escenario, se presenta en los carteles de promoción en una postura que a muchas nos daría pánico: con los brazos bien altos y un precioso vestido sin mangas. Porque sí, los 74 años de Ana Belén no le impiden lucir unos brazos finos y tonificados, como nos demostró también en la gala de los Premios Goya 2024.
“Si hay una mujer que demuestra cada vez que aparece en medios que puede estar fuerte, activa y elegante pasados los 70, esa es Ana Belén”, nos comenta el entrenador Juan Antonio Martín, que analizar los brazos de la experta para revelarnos cuáles son los trucos para conseguir esos “brazos firmes y definidos” con “nada de piel colgante, nada de debilidad y nada de esa imagen que muchas personas asocian con la edad”.
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Porque sí, aunque muchas nos resignemos a la aparición de las famosas “alas de murciélago” con la edad, no tienen por qué formar parte de nuestra vida. Prueba de ello es Ana Belén, y por suerte, como nos explica el entrenador, “lo que ha conseguido no es cuestión de genética ni de suerte. Es el resultado de moverse, cuidarse y no rendirse ante la excusa de ‘yo ya estoy muy mayor para eso’”. Si quieres conseguirlo, puedes. Solo te falta saber cómo hacerlo.
Brazos fuertes a los 70
“Como entrenador personal, he acompañado a muchas mujeres que al principio se veían ‘muy lejos’ de un cuerpo como el de Ana Belén, pero con constancia, ejercicio bien planteado y algunos cambios en sus hábitos, han conseguido una versión de sí mismas con la que se sienten orgullosas”, explica Juan Antonio Martín para CLARA. Para verte y sentirte así, bastan unos cuantos trucos bajo la manga.
Lo primero, nos explica Martín, es comprender que “esa flacidez que aparece en la parte de atrás del brazo no llega porque sí”. Se debe, principalmente, a tres cosas.
- Pérdida de masa muscular, algo habitual en mujeres a partir de los 60 si no se pone remedio.
- Más grasa localizada, que puede surgir con los cambios hormonales y el paso del tiempo.
- Piel más fina y menos elástica. “Lo que antes sostenía, ahora cuelga con más facilidad si no hay firmeza debajo”, explica Martín.
La buena noticia es que podemos evitar estos cambios, porque como explica el entrenador, “Ana Belén no ha escapado a estos cambios por arte de magia”. Lo que ha hecho es combatirlos con una estrategia, movimiento y autocuidado. Y lo mejor de todo es que tú también puedes hacerlo.
Haz ejercicios de fuerza
Nunca hemos visto a Ana Belén levantando mancuernas, pero, aunque no lo hagamos, Juan Antonio Martín no tiene ninguna duda: Ana Belén entrena fuerza. “Esos brazos tonificados no vienen solo de caminar o de usar cremas reafirmantes”, nos asegura. Entre los ejercicios que nos pueden ayudar a conseguir estos resultados, nos recomienda una breve tabla de ejercicios que puedes hacer en casa.
“Haz tres series de entre 10 y 12 repeticiones de cada uno, dos o tres veces con semana. Y si no tienes material en casa, no te preocupes, puedes hacerlo perfectamente con botellas de agua, por ejemplo”, adelanta el entrenador.
Tabla de ejercicios para tener los brazos de Ana Belén
Su tabla consta de cuatro simples ejercicios que puedes hacer en menos de media hora:
- Curl de bíceps. Con unas mancuernas (o botellas) flexiona los codos llevando el peso hacia los hombros.
- Extensiones de tríceps. Con un brazo elevado, extiende el codo hacia arriba sosteniendo el peso.
- Elevaciones laterales. Coloca los brazos a los lados, y súbelos rectos hasta la altura de los hombros con la mancuerna.
- Flexiones suaves contra la pared. Apoya las manos en la pared y flexiona los codos, acercando el pecho. Luego empuja para volver.
Ponte en movimiento
Además de esta fabulosa tabla de ejercicios, Juan Antonio Martín nos asegura que los brazos de Ana Belén son fruto de mantenerse en movimiento. “No hay salud sin movimiento. No hay brazos firmes si pasas el día sentada”, nos asegura.
En la vida de la artista madrileña no hay espacio para el sedentarismo. Entre ensayos, actuaciones y viajes, se mantiene activo día sí y día también. Por suerte, tú puedes conseguir esto con ejercicios tan sencillos como las que nos recomienda el entrenador. Puedes hacerlos incluso sentada.
- Haz círculos con los brazos mientras ves la tele.
- Empuja la pared como si hicieras una flexión cada vez que te acuerdes.
- Levanta los brazos por encima de la cabeza 10 veces al día.
“Puede parecer muy poco, pero te aseguro que muchas de mis clientas mayores de 65 que eran muy sedentarias, han empezado solo con esto y en pocas semanas notan que tienen más fuerza al levantar bolsas o abrir un armario”, nos explica Martín. Y es que aquí “lo importante es activar tu musculatura, lubricar las articulaciones y decirle a tu cuerpo: ‘despierta, que todavía tengo guerra que darte’”.
El experto también nos recuerda que todo el ejercicio que hagamos es siempre bien recibido. “¿Caminar cuenta? Sí. ¿Subir escaleras? También. ¿Nadar, bailar, moverse cada día? Por supuesto. Lo ideal a partir de los 70 es combinar entrenamientos de fuerza 2-3 veces por semana con actividad diaria tipo caminar, bailar o nadar. Esa es la fórmula de Ana Belén y tiene que ser también la tuya”, comenta para nuestra revista.
Con músculo, nada cuelga
El objetivo de estos ejercicios es ganar músculo, porque como explica Martín, “con los años, la piel pierde firmeza. Pero la buena noticia es que, si debajo de esa piel hay músculo, el brazo se ve con otra forma totalmente distinta”. A esto añade otro truco de experto, y es que “el ejercicio mejora la circulación, y eso ayuda también a que la piel se vea con mejor color y textura”.
Para conseguir ese músculo, además de seguir la tabla de ejercicios que nos recomienda, no podemos olvidarnos de otro punto clave: la alimentación. “Sin proteína suficiente, no hay músculo que aguante”, nos recuerda el entrenador. Y por eso nos recomienda incluir en la dieta alimentos como huevos, yogur, pescado, carne magra y legumbres. Lo ideal es encontrar al menos una de ellas en cada comida.
Pese a todo, el consejo de Martín es siempre no obsesionarse ni compararse. “No te obsesiones con la piel que te cuelga”, nos dice, “enfócate en lo que depende de ti y en lo que puedes construir. Porque el músculo no te va a fallar”.