No sé decidir por mí misma, soy muy indecisa. ¡Ayuda!

Soy muy indecisa desde niña, pero ahora veo que llega a unos extremos que me agobian. ¡Nunca sé qué es mejor!

Rafael Santandreu

Psicólogo y autor del libro "Sin Miedo".

7 de julio de 2018, 05:00

Soy muy indecisa desde niña, pero ahora veo que llega a unos extremos que me agobian: me cambio 3 veces de ropa, tengo que llamar a alguien antes de decidir cualquier cosa, ¡me puedo pasar 20 minutos eligiendo un champú! ¡Nunca sé qué es mejor! Me molesta, pero al mismo tiempo no sé cómo decidir por mí misma.

Muchas veces detrás de la duda, hay miedo o neuras de perfección. ¿Qué te preocupa? ¿No acertar con la combinación de colores al vestirte? Parecen dudas sin importancia pero si sientes que te está limitando es que seguramente hay algunas creencias irracionales detrás, probablemente del tipo: TENGO QUE estar perfecta en todo momento o EQUIVOCARSE es horrible. Estas creencias son las que hay que poner en duda.

¿Por qué no te arriesgas? ¡Elige tú! Comprueba qué sería lo peor que podría pasar y entrena tu criterio.

Te diría que hay dos aspectos a fortalecer: el primero que no somos perfectos (¡afortunadamente!) y el segundo que no hace falta estar al 100% seguro de algo antes de decidir nada, ya sea una decisión trivial o importante. Exigirnos esta fiabilidad absoluta es un yugo mental.

Prueba, experimenta, arriesga, mójate, ¡aprende a ser tu misma!

Una vez elijas, ¡mantente! Sé que puede resultar tentador eso de “me lo compro y si no, lo devuelvo”, pero en este caso, ¡te lo desaconsejo totalmente! Sólo sería una trampa para tranquilizarte, para tal vez pensar: “si me equivoco, lo puedo arreglar". Lo que se trata es de poder calmarse aceptando que a veces se acierta y otras no, y ¡eso es muy liberador!

Si no sabes cómo decidir, olvídate de lo que sea mejor, sólo elige. Muchas personas se atascan en las decisiones porque sienten que no saben qué criterio emplear y ven como válidas y buenas todas las opciones, de forma que todas las posibilidades quedan igualadas en pros y contras. ¿Voy al cine o al gimnasio? Y respondiendo a esto pueden pasar horas y no hacer nada. Como la fábula del asno, que tenía comida a ambos lados, los dos fardos de rico pienso a la misma distancia, y por no decidir se murió de hambre.

Elige una opción, no es tan importante la que sea, lo que sí que importa es que actúes y así te des oportunidades de aprender de ti misma.

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