El pelo muy graso es una característica de muchos cabellos. Se trata de un tipo de pelo que al segundo día después de haberlo lavado ya suele estar con las raíces muy grasas y con un tacto lacio. Esto tiende a obligar a las personas que lo padecen a que se laven el pelo casi cada día, lo que a veces incluso puede llegar a dañar el cabello.

Para empezar, te aconsejo que tengas cuidado y que no te dejes engañar por las apariencias: lo que muchas clientas dan por hecho que es grasa en muchas ocasiones es un mal uso de productos o hábitos que desencadenan que el cabello se ensucie más deprisa de lo normal.

No hay que olvidar que la grasa del cabello también tiene su función: protege la piel de las agresiones externas, actúa como aislante en los cambios de temperatura y humedad y es el mejor lubrificante y protector del cabello. Te garantizo que lo peor que puede ocurrir es que te obsesiones, ya que conseguirás agravar la situación.

¿Cómo es un cuero cabelludo graso?

Los síntomas suelen ser evidentes desde el primer momento. A simple vista, el cabello presenta un tacto lacio y apelmazado. El cuero cabelludo también muestra un aspecto brillante y untuoso.

El mal funcionamiento de la glándula sebácea hace que en algunos casos se convierta en una alteración crónica con brotes de mayor intensidad. Cuando ocurre esto, el cabello se ensucia mucho más rápido, se vuelve pegadizo, pesado y difícil de peinar.​ No te asustes si notas mal olor, con frecuencia el sebo experimenta procesos oxidativos que lo provocan. En los casos más extremos, a las pocas horas ya vuelve a estar graso.

Consejos que te ayudarán

• Utiliza agua tibia cuando laves tu cabello.
• Lava el cabello con un suave masaje, sin frotar en exceso o activarás más la glándula sebácea.
• Puedes lavarlo cada día si lo necesitas, pero si es así, ponte champú solo una vez.
• Reduce el consumo de grasas y procura seguir una dieta rica en verduras, hortalizas, cereales, pescado y fruta.
• No te toques el cabello constantemente, es una de las cosas que más lo ensucian.
• Limita el uso de gominas y lacas que incrementan la secreción sebácea.
• Utiliza un champú y tratamiento específico para regular la secreción de sebo.
• Una limpieza suave en el salón con agentes calmantes del cuero cabelludo también te ayudará.
• Utiliza un champú en seco para mantener a raya la grasa.

Tratamiento recomendado

1. El champú. Usa uno que sea purificante anti-grasa. Procura escoger el adecuado y evitarás efectos rebote o malas experiencias. Puedes intercalarlo con un champú neutro orgánico.

2. El acondicionador. Es necesario su uso si el cabello sobrepasa los hombros. Eso sí, solo lo aplicaremos en las puntas o zonas más deshidratadas y nos aseguraremos de aclararlo muy bien.

3. La loción anti-grasa. Es un tratamiento complementario en las gamas profesionales de peluquería. Muy efectivo siempre que sigamos las instrucciones de uso y las indicaciones del profesional.

El pelo graso podría empeorar si...

• Tu sistema hormonal está alterado.
• Estás nerviosa o estresada.
• Tu alimentación se vuelve irregular.
• Cambias de zona de residencia y te expones a cambios climáticos bruscos.
• Tomas algunos medicamentos como los antibióticos.
• Utilizas un champú que no es adecuado para tu tipo de cabello.

Más no es mejor: el caso de María

María decidió poner fin a su exceso de grasa por su cuenta, con una dieta sin nada de grasas, con champús anti-grasa y sprays de la misma gama. Productos muy astringentes que, utilizándolos a diario hasta tres veces al día, provocaron un mal desenlace. Cuando volvió, el efecto rebote fue tan fuerte que tuvo que ir directa al dermatólogo. Sí, es un caso extremo, pero real. No existen los productos milagrosos ni hay atajos más rápidos.

Si a pesar de todo tienes alguna duda, envíame tu consulta. Recuerda que cada caso es diferente y suele requerir una solución específica.