¡Toma nota!

¿Qué es la comida real o realfooding?

Te propongo una nueva clasificación de los alimentos que hará que tu dieta sea siempre sana, y con poco esfuerzo.

Carlos Ríos

Dietista, nutricionista y creador del movimiento Realfooding.

30 de agosto de 2019, 09:55

El primer paso para desterrar de tus platos los alimentos ultraprocesados es conocerlos y saber por qué son perjudiciales para la salud. 

Los alimentos ultraprocesados están fabricados con ingredientes que sabemos que no son saludables. Cuantos más consumas, más riesgo vas a tener de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles como son la diabetes tipo 2, el sobrepeso, la obesidad o algunos tipos de cáncer e, incluso, algunas enfermedades mentales.

¿Cómo reconocer a los ultraprocesados?

Suelen estar empaquetados, llevan grandes reclamos tipo “rico en tal”, “bajo en cual”, 0%, light, eco, bio… La verdad está en la lista de ingredientes porque por ley no pueden esconderse, aunque los camuflan con nombres que son poco accesibles para la gente. Una regla fácil: si lleva más de 5 ingredientes probablemente sea un ultraprocesado y si en esos ingredientes encuentras azúcares, harinas, aceites vegetales, aditivos o sal añadida, seguro seguro que lo es.

  1. Azúcar añadido. El azúcar añadido de alimentos como los cereales o las galletas es muy diferente (y peor) del que está naturalmente presente en la fruta.
  2. Harinas refinadas. Comer cereales y harinas integrales es más saludable que comer productos hechos con cereales y harinas ya refinados.
  3. Sal añadida. Cuanta más sal consumes, mayor riesgo de hipertensión. Además, la sal añadida hace que estos ultraprocesados sean demasiado sabrosos y adictivos.
  4. Aceites refinados. No me refiero al de oliva virgen, sino al de girasol (el alto oleico sería bueno), palma, colza o sésamo, que se utilizan en los ultraprocesados porque son baratos.

Aquí puedes ver la lista completa de alimentos ultraprocesados.

¿Hay alimentos procesados saludables?

Sí. Son aquellos alimentos que se procesan para facilitar su consumo o para aprovechar mejor sus propiedades.

  • Legumbres. Las legumbres en bote nos hacen la vida mucho más fácil y son igualmente saludables. Consúmelas.
  • Mantequilla. Si te apetece tomarla, opta por una mantequilla que sea de buena calidad y pasa de la margarina.
  • Cremas de frutos secos. Cambia el embutido de tus bocadillos por un poco de tahini 100% natural, que es crema de sésamo. También puedes comer crema de cacahuetes o almendras.
  • Atún. Las conservas son procesados saludables. Busca siempre la versión al natural o con AOVE.
  • Yogur. Yogur sí, pero huye de los desnatados edulcorados o de los de sabores, que están llenos de aditivos y azúcar añadido.

Aquí puedes ver más procesados saludables.

¿Cómo tiene que ser una dieta basada en la comida real?

  1. La base: comida real. El 90% de tu dieta tendría que basarse en alimentos no procesados o mínimamente procesados. Son aquellos que se consumen tal y como son de verdad. O sea, casi todos los alimentos –verdura, fruta, legumbres, carne y pescado– que puedes encontrar en el mercado. La mitad de tu plato debería ser siempre vegetal.
  2. Completa con cabeza: alimentos procesados saludables. Son alimentos que tienen un mayor grado de procesamiento que los mínimamente procesados (verdura, fruta, etc.), y que suelen estar envasados. Ejemplos: AOVE (aceite de oliva virgen extra), cereales integrales, legumbres de bote, yogures, queso, leche, tofu, chocolate de más del 85% de cacao...
  3. Muy de vez en cuando: los alimentos ultraprocesados, cuanto menos, mejor. Son aquellos alimentos que no se parecen en nada a su estado inicial. Suelen estar cargados de azúcares, harinas, aceites y aditivos. Su consumo no debería sobrepasar el 10% del total de tu dieta. A veces se disfrazan de alimentos saludables: zumos envasados, galletas, barritas dietéticas...
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