10 hábitos (sorprendentes) que amarillean tus dientes

Pueden ser muchos los motivos. Con el paso del tiempo el diente pierde su blancura al debilitarse la capa más externa, el esmalte, que, al transparentar, deja ver la capa que hay debajo, la dentina, que tiene un color amarillo grisáceo. Pero, además, te contamos muchos hábitos que repetimos día tras día que también pueden manchar los dientes y hacer que amarilleen.

Un cepillado demasiado agresivo con un cepillo de cerdas muy duras o el uso de un colutorio inadecuado o más veces de las necesarias, pueden dañar el esmalte y que tus dientes se vean amarillos antes de tiempo. Ten cuidado con colutorios con clorhexidina, cuyo uso regular puede manchar los dientes. Es preferible hacerte una higiene dental con más frecuencia que un uso intensivo de estos enjuagues.

Si lo haces con vinagre, ten cuidado porque el ácido daña el esmalte. Y si usas un vinagre más dulce, como el de Módena, o una salsa, como la de soja, pueden colorear los dientes. Lo ideal es no pasarte con estos aliños y, tras la comida, esperar unos 15 minutos a lavarte los dientes. Por norma general, no es conveniente lavarse los dientes justo después de haber consumido alimentos ácidos, sino esperar un ratito para no dañar el esmalte.

El café corto tiñe menos los dientes porque sus taninos permanecen menos en la boca. Aun así, es mejor tomar poco y enjuagar la boca con agua después. Y aún mejor si lo tomas con leche, porque según un estudio publicado en el International Journal of Dental Hygiene, la caseína, una proteína de la leche, se "pega" a los taninos y los arrastra, evitando las manchas, con lo que actuaría, según los investigadores, con un efecto "blanqueante".

Es una bebida muy ácida y los ácidos desencadenan una reacción química en el esmalte que hace que amarillee. Además, lo debilita porque también afecta al calcio del diente. Si tomas agua con limón para tener un efecto detox, puedes sustituirla por una infusión como puede ser la cola de caballo, que no es agresiva con la dentadura.

Como norma, si un alimento mancha tu ropa, puede manchar tus dientes. Por ejemplo, pueden hacerlo las moras o las cerezas, que son alimentos muy pigmentados, pero también verduras como las espinacas o las alcachofas. Y no es sapiencia de estar por casa, sino que existen estudios al respecto, como uno de la Universidad de Zagreb (Croacia) que comprobó que los pacientes con manchas  en los dientes solían comer más remolacha. Pero no te alarmes, no debes renunciar a comer estos alimentos, solo cepillarte tras comerlos.

 

El negro, pero también elrojo, contienen taninos que tiñen el esmalte dental. Además, son bebidas que no se beben de un sorbo, sino que al ser largos, pasan un rato en la boca, con lo que su capacidad para tintar los dientes es mayor. Para no renunciar a sus beneficios, que son muchos, enjuágate con agua del grifo tras beber una taza de té.

El vino blanco no tiñe tanto como el  tinto –que contiene muchos taninos, una sustancia que mancha mucho los dientes– pero es tan ácido como este, y esta acidez es la que hace que su consumo pueda dañar el esmate y hacerlo más poroso y propenso a teñirse en contacto con sustancias colorantes. Por ejemplo, se ha comprobado que el café mancha más los dientes si se toma tras una copa de vino blanco.

El ácido carbónico erosiona el esmalte. Y qué decir del azúcar, que no solo ataca el esmalte sino que aumenta el riesgo de caries. Pero… para evitar grandes daños, lo mejor es no abusar y tomar estas bebidas con pajita, para que tengan el menor contacto posible con la dentadura. Por supuesto, siempre después hay que cepillar.

Si aprietas mucho los dientes debido a la tensión nerviosa, desgastas el esmalte y, al desgastarse, deja ver el color amarillento de la dentina que hay debado. Además, el esmalte dañado es más susceptible de teñirse al consumir ciertos alimentos o bebidas. De día, trata de poner la lengua entre los dientes para evitar apretarlos y, por la noche, colócate una férula de descarga (que tiene que hacerte a medida el dentista).

El azúcar ataca el esmalte y puede provocar caries pero… también puede teñirlo, porque los vivos colores que hacen tan atractivos a los caramelos, por ejemplo, no son más que colorantes alimentarios.