Los placeres simples de la vida son sin duda una de las formas más sencillas de alegrarnos el día. Encontrar satisfacción en las pequeñas cosas del día a día es muy importante pues ayuda nos ayuda a tener una actitud positiva, mejorara la salud mental, emocional y también física. Que el cuerpo y alma estén en equilibrio es lo ideal para sentirnos en paz y plenos y ser conscientes de lo que nos rodea, y aunque muchas veces esto parece imposible, se puede lograr en el día a día con algunas acciones tan simples como reír, jugar con las mascotas o buen abrazo.

Los cinco sentidos son la puerta entre el mundo exterior a nuestro mundo interior. La vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto nos permiten conectar con el aquí y ahora y disfrutar, sobre todo, de los pequeños placeres del día a día. Gracias a ellos percibimos y sentimos lo que nos rodea para interpretarlos emocionalmente, convertirlo en experiencia y emoción y guardarlo en la memoria. 

Placeres que dan felicidad
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El placer se encuentra en el momento no se busca un resultado, sino vivir el instante

Los placeres de la vida según los filósofos

Son muchos los filósofos que han reflexionado y de manera profunda sobre los placeres de la vida. Para el gran Aristóteles, estos están vinculados directamente con la vida virtuosa, especialmente con la contemplación intelectual. Para el filósofo, el placer se experimenta cuando una actividad se realiza de manera perfecta y se convierte en una actividad aún mejor. No es el único famoso que se ha pronunciado sobre esto, para Benjamín Franklin, “la felicidad consiste más en las pequeñas comodidades o placeres que ocurren todos los días, que en las grandes piezas de buena fortuna que le ocurren a un hombre muy pocas veces en el curso de su vida".

Históricamente, el ser humano se ha esforzado por alcanzar la felicidad, considerándola como la meta más importante en la vida a la que se puede llegar a través del placer, la comodidad y el disfrute. Encontrar la felicidad en los pequeños placeres de la vida es una de las formas más plenas, auténticas, y duraderas de vivir con intención. No son los grandes logros, ni los objetivos imposibles, ni los momentos extraordinarios los que dan sentido a la vida, sino aquellos pequeños grandes momentos. Aprender a saborear lo cotidiano con atención, gratitud y ganas es un gran aliado.

25 placeres simples de la vida para disfrutar cada día

Los mayores placeres de la vida son subjetivos y varían de persona a persona, lo que un individuo encuentra placentero, para otro puede suponer todo lo contrario. Es aquí donde entran factores individuales como la genética, las experiencias personales, preferencias individuales, contexto cultural e incluso como el cerebro procesa esa información. No obstante, existen ciertas cosas que casi todo el mundo considera placenteras. ¡Aquí tienes una lista de 25 placeres simples de la vida que muchas personas disfrutan y que no requieren de grandes lujos!

Pequeños placeres de la vida
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Hay determinados gestos diarios que nos ayudan a aumentar nuestros niveles de felicidad. ¿Te animas a hacerlos más?

  1. Comer bien y rico. No solo hay que alimentar el cuerpo, también hay que ser conscientes del placer gastronómico que la comida puede aportar a al alma. 
  2. Sueño reparador y profundo. Descansar es una de las necesidades básicas del cuerpo que ayudan sanar, renovar la energía y regular las emociones del organismo. Para muchos un buen descanso es sin duda todo un placer. 
  3. Reír. ¿Qué hay más placentero que reducir el estrés, fortalecer el sistema inmune y elevar el estado de ánimo? Reír a carcajadas es sinónimo de todo ello. 
  4. Estar en silencio. Encontrar la paz en el silencio de uno mismo calma la mente y ayuda a conectar con uno mismo. 
  5. Sentir amor. Sin duda el amor es una de las sensaciones más placenteras del mundo, medicina para el alma que ayuda a fortalecer el bienestar emocional. 
  6. Pasar tiempo con seres queridos. Pasar tiempo con amigos y familiares ayuda a mantener la conexión humana que da sentido al día a día, seguridad y alegría. 
  7. Jugar con una mascota. No hay nada mejor para conectar con el presente que pasar un rato con nuestra mascota. Reduce la ansiedad, genera vínculo y además es divertido. 
  8. Relajarse. Permitirse parar y descansar no debería ser opcional. Ayuda a regular el sistema nervioso y es un buen cargador de pilas. 
  9. Abrazar. Es mucho más que una muestra de cariño, libera oxitocina y transmite contención, amor y presencia.
  10. Ayudar a otros. Ayudar al prójimo genera paz interior y propósito, no solo para el que lo recibe, también para quien lo da. Escuchar música. La música tiene la capacidad de tocar el alma, revivir emociones y echar volar la imaginación. 
  11. Escuchar el sonido de la lluvia. Un sonido peculiar, que ocasiones también se respira. Ayuda a conectar con la naturaleza y con un estado de estar presente en el momento. 
  12. Leer un buen libro. Un buen libro abre las puertas a mundos lejanos en los que encontrar inspiración, relajación y desconexión del día a día. Un placer que entre por los ojos. 
  13. Aprender cosas nuevas. Aprender transforma la forma de pensar de las personas, de sentir y vivir.
  14. Bailar. Es toda una conexión corporal y emocional, en un momento dado, una libertad genuina que lleva implícito un placer
  15. Apreciar el arte. La creatividad de otros puede suponer un placer para uno mismo.
  16. Crear algo. Crear es transformar la nada en algo tangible.
  17. Ser creativo. La creatividad, sana, libera y transforma el estrés en placer. 
  18. Oler una flor. Una fragancia procedente de la naturaleza puede recordar momentos felices vividos con anterioridad. ¡Un placer que no tiene igual!
  19. Hacer deporte. El movimiento del cuerpo es muy liberador y puede llegar a actuar como una medicina diaria. El ejercicio conecta con lo importante y aporta placer durante y después.  
  20. Disfrutar de la naturaleza. La naturaleza es sabia y solo trae cosas buenas. Caminar entre árboles o en la playa, sentir el viento o escuchar el canto de los pájaros ayuda al bienestar. 
  21. Un buen baño. El agua relaja la mente y limpia energías, y si es en el mar mejor que menor.
  22. Viajar. Cada viaje, ciudad, cultura, aporta algo nuevo en las personas. Ayuda a abrir la mente, valorar lo que se tiene y relativizar los problemas. 
  23. Sentir el sol en la piel. El sol tiene un efecto sanador en las personas. Activa el cuerpo, estimula la alegría y ayuda a conectar con uno mismo. 
  24. Ver una puesta de sol. Observar el fin del día, ayuda a estar presente y a encontrar sentido en la naturaleza. 

Cómo aprender a encontrar placer en cualquier actividad

El placer está en el momento, no en el resultado y precisamente por eso, se puede aprender a encontrar el disfrute en cualquier cosa. No se trata de esforzarse al máximo para disfrutar de todo, sino de cambiar la forma de experimentar las cosas. Abrirse a vivir de forma más consciente, receptiva y agradecida, es una elección individual que tienen la llave de la transformación personal. 

Encontrar disfrute en las pequeñas cosas de la vida, no es sinónimo de disfrutar de todo, pero sí de encontrar una mayor conexión positiva con lo que se hace, aunque sea rutinario. Cambiar la perspectiva, practicar el mindfulness y buscar el lado positivo de las cosas, solo trae cosas buenas.