A menudo, asociamos la barriga a un exceso de peso y un descuido en los hábitos de vida: mala alimentación, sedentarismo, etc. Aunque lo cierto es que, aun haciendo ejercicio y llevando una dieta saludable, hay múltiples factores que pueden provocar esa inflamación abdominal: gases, estreñimiento, intolerancias alimentarias, retención de líquidos, etc. En el caso de las mujeres, además, esa hinchazón abdominal se ve acentuada por la menopausia. Lo que no sabíamos es que una de las causas podía estar en la respiración...
"Si ya haces mucho deporte, pero cuando estás relajado te sigue saliendo esa tripita por la parte baja, tiene que ver mucho con las presiones de tu caja torácica", nos revela el entrenador Gorka Caseras. Y es que el experto sostiene que "cuando la caja torácica tiene presiones elevadas, puede desplazar los órganos hacia abajo". Por eso, aunque hagas ejercicio habitualmente, esta podría ser la causa de esa apariencia de tripa hinchada.
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El empuje de los fluidos y las vísceras
El experto nos lo explica con el ejemplo visual de un tubo de pasta de dientes colocado boca abajo: cuando hay demasiada presión en la parte superior –porque lo apretamos con las manos–, la inferior se hincha, tal y como ocurre cuando hay demasiada presión a la altura de la caja torácica y el abdomen se infla.
"Eso mismo pasa con tu caja torácica, tus vísceras y tus fluidos", señala Caseras, que indica que "cuando hay una presión demasiado elevada en la caja torácica, esta aplasta de forma que las vísceras y los fluidos tienen que ubicarse más abajo y de ahí la inflamación de tu zona abdominal".
Ejercicio de respiración contra la tripa hinchada
¿Como evitar que eso suceda? Para Gorka Caseras, la clave está en practicar ejercicios de respiración diafragmática como el siguiente que nos explica:
- Posición de partida: túmbate con los pies apoyados contra la pared y las rodillas formando un ángulo de 90º. Usa un roller para apoyar los codos contra los muslos –también podría ser un cojín–.
- Aplica presión de los brazos contra las piernas mientras realizas respiraciones profundas. Lo más importante, según el entrenador, es exhalar por completo hasta que no quede una gota de aire en los pulmones.
- Realiza varias repeticiones.
Otros ejercicios para descomprimir el espacio torácico
También puedes probar las compresiones de omóplatos:
- Túmbate boca arriba con los brazos extendidos a los lados del cuerpo y las palmas hacia el techo.
- Activa y une los omóplatos, hacia atrás y hacia abajo, de forma que el pecho se expanda.
- Mantén la posición mientras inhalas profundamente.
- Exhala despacio y relaja para realizar varias repeticiones.
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Si lo prefieres, puedes realizar respiraciones intercostales de pilates:
- Coloca cada mano en un lado de las costillas.
- Se trata de inhalar profundamente, tratando de que se separen las costillas y evitando que el abdomen se hinche. Para ello, se deben usar los músculos intercostales. Notarás que las manos se separan al inhalar.
- Exhala y vacía los pulmones de forma que las manos vuelvan a juntarse y el abdomen permanezca sin moverse.
Para realizar estas respiraciones puedes colocarte tumbado boca arriba o sentado.