15 alimentos con sabor a umami (fáciles de encontrar)

Añadir este alga seca japonesa a un caldo hará que se transforme en un plato más equilibrado e interesante. Puedes encontrarla en polvo o deshidratada para reconstituir en agua. Es perfecta para elaborar sopas, ensaladas, tortitas o batidos verdes. Si la utilizas en polvo, bastará con añadir una cucharadita al plato, igual que harías con otro condimento.

Entre los alimentos umami destaca la salsa de soja, uno de los componentes básicos de la cocina japonesa. ¿Te has fijado en que es capaz de levantar cualquier plato de arroz, pollo, pescado o pasta con tan solo añadir un chorrito mientras lo estás preparando? Eso es debido a que esta salsa contiene mucho ácido glutámico compuesto umami. 

Las anchoas se filetean, se salan, maduran y luego se marinan en aceite de oliva o aceite de girasol. La proteína se descompone por maduración en aminoácidos como el famoso glutamato, convirtiéndose así en un alimento rico en umami. Tan solo basta una pequeña cantidad de anchoas para enriquecer el sabor de los platos como pizza, pasta o tapenade.

Tanto el vacuno como la carne de cerdo y de ave son alimentos umami. Aunque en muchos casos tendemos a tomar la carne prácticamente cruda para saborearla más, para conseguir este quinto sabor es mejor cocinarla. El motivo es que cualquier carne que se haya cocinado durante largo tiempo es capaz de liberar los aminoácidos que dan lugar al umami, cosa que no ocurre si la consumimos cruda. ¡Por eso los guisos están deliciosos!

Junto con el apio, el brócoli y el repollo, el espárrago triunfa entre los alimentos umami. ¿Sabías que se le denominó así por ser rico en asparagina? Muy utilizado en la mayoría de cocinas, los tallos jóvenes son la parte comestible. La parte superior de la lanza es más rica en glutamato y azúcar que la inferior. Otro punto a su favor es que admite muchas formas de cocción y combina con muchísimos alimentos.

Abundante en ácidos grasos insaturados, las sardinas son una importante fuente de nutrientes y un alimento indispensable en la cocina italiana y española. Suelen combinarse con tomate, también alimentos umami, mientras que en Japón triunfan en tsumirejiru (sopa con albóndigas de pescado). Además de las sardinas, otros pescados con grandes cantidades de umami son el salmón, el bonito o el bonito seco.

Añadir el champiñón, otro de los alimentos umami, a cualquier plato siempre es garantía de sabor. Potenciarás más sus virtudes salteándolos y combinándolos con otros alimentos de la lista como tomate, jamón serrano o espárragos. También dan mucho juego en la pizza, la pasta y el arroz. ¡Buenísimos!

El quinto sabor podría describirse como salado con un toque distinto, delicioso y saciante que remata el resto de sabores y te deja con un estupendo sabor de boca. Justo la sensación que te queda después de comer salmón combinado con otros alimentos umami como son la salsa de soja y las verduras. 

Junto con el tomate, los espárragos, los guisantes o el brócoli, las cebollas son buenas fuentes de glutamato. El Centro de Información Umami señala que son varios los estudios científicos que han confirmado que los receptores de umami se encuentran en la lengua y también en el estómago, lo que significa que la presencia de glutamato está vinculada a una buena digestión de las proteínas. Piénsalo, todo con cebolla sabe mejor.

Los hongos shiitake, el hongo más popular de Japón, tienen un olor fuerte y terroso. Se usan en cocina tanto frescos como secos. Frescos se usan para hacer a la plancha, al horno o fritos. Cuando se secan el glutamato se concentra y se potencia su sabor umami. Pueden rehidratarse y usarse para platos cocinados a fuego lento. 

El tomate es uno de los reyes del umami, a menudo responsable de que ciertos platos nos fascinen sin saber exactamente por qué. Es habitual de la cocina italiana y mediterránea y lo verás tanto fresco como cocinado de diversas maneras. Debido a la maduración, el glutamato en los tomates aumenta, alcanzando su punto máximo cuando los tomates se vuelven muy rojos.

Este término engloba a una gran variedad de criaturas marinas que potencian el sabor de cualquier plato, como almejas, vieiras y mejillones. Algunos mariscos no se pueden comer crudos y deben cocinarse primero. Se utilizan en una amplia gama de cocinas como la japonesa, la occidental y la china, como rica fuente de umami.

Los quesos curados son buenas fuentes de umami, lo que explica que muchas personas sean adictas a ellos y los añadan a prácticamente cualquier plato. El Parmigiano-Reggiano es considerado el rey del queso. Su envejecimiento durante dos o tres años produce una corteza dorada. Los cristales de aminoácidos se forman en el cuerpo del queso y crean una textura arenosa. En copos, molido o en polvo, es un ingrediente esencial en muchos platos.

El jamón ibérico es uno de los más claros ejemplos de alimentos umami ya que no se puede clasificar solo entre los cuatro sabores clásicos. Su sabor es más complejo. Si bien lo salado se manifiesta en la parte delantera de la lengua, una loncha de jamón activará y hará trabajar por igual la parte central, que es donde se ubica el quinto sabor. Añádelo a cualquier plato de arroz, lentejas, pasta o verduras y verás qué diferencia.

El té verde contiene una cantidad significativa de glutamato, un tipo de aminoácido que imparte un sabor umami agradable y sabroso. Si lo has probado habrás percibido diferentes niveles de sabores dulces, umami, astringentes y amargos, según la mezcla y la variedad.