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Crisis del aceite de girasol: alternativas saludables y cómo hacer que cunda más

Los supermercados están empezando a limitar la compra de aceite de girasol ante la alta demanda provocada por la guerra de Ucrania, ya que este país es el principal productor de las semillas de este aceite. Veamos qué alternativas saludables existen y cómo podemos hacer que el aceite cunda más.

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Isabel Zúñiga

Especializada en temas de decoración, hogar, alimentación y bienestar.

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    ¿Qué pasa con el aceite de girasol?

    En tu última visita al supermercado seguro que te has sorprendido al ver el éxito que tiene últimamente el aceite de girasol. Cadenas de supermercados como Mercadona, Consum y Makro, entre otras, han comenzado a racionar la venta de aceite de girasol ante la desmesurada demanda de los últimos días. Esta alta demanda no responde a una bajada de precio sino a una reacción propiciada por la guerra en Ucrania, que es el principal productor mundial de semillas de girasol. Afortunadamente, hay alternativas al aceite de girasol y mucho más saludables realmente.

    ALTERNATIVAS PARA SUSTITUIR AL ACEITE DE GIRASOL

    La primera y más evidente alternativa al aceite de girasol es el de oliva. Pero además hay otras posibilidades interesantes:

    • Aceite de oliva. El aceite de oliva es la fuente de ácidos grasos más saludable, ideal para sustituir al de girasol. El más recomendable es el virgen extra ya que conserva todos los componentes beneficiosos de las aceitunas como la vitamina E y otros antioxidantes que suelen perderse con el refinado. Ideal tanto para aliñar como para freír.
    • Aceite de coco. Es un aceite que tiene mala fama porque es conocido por sus grasas saturadas. Sin embargo, el nutricionista Carlos Ríos explica que los estudios dicen que las grasas saturadas del aceite de coco virgen (crudo sin procesar) no son perjudiciales. Es un aceite a tener en cuenta para elaborar repostería saludable, ya que su sabor es más suave que el de oliva.
    • Aceite de maíz. Rico en vitamina E y antioxidantes, potencia el sabor de los alimentos a los que acompaña. Es una fuente de grasas saturadas con lo que no conviene consumirlo en exceso.
    • Aceite de colza. En España cuenta con mala reputación debido a los acontecimientos que permanecen en la memoria colectiva (envenenamiento por aceite adulterado en 1981). Pero es una mala fama injustificada: el aceite de colza es sano, lo que envenenó no fue el aceite de colza en sí sino el que estuviera adulterado. De hecho el aceite de colza es casi tan rico en ácido oleico como el de oliva y además posee omega-3. Mejor utilizarlo en crudo.
    • Aceite de cánola. Se trata de una evolución del aceite de colza. El aceite de cánola se obtiene de variedades del género botánico Brassica, como la colza. Este aceite es rico en ácidos grasos omega tres y ácido oléico. Así como vitaminas E y K.
    • Aceite de aguacate. Quizá no es para utilizarlo a diario pero es una opción saludable y rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3.
    • Aceite de sésamo. Es un aceite que se usa mucho en la gastronomía asiática, especialmente en elaboraciones tipo wok o en crudo como aliño en ensaladas.
    • Aceite de cacahuete. Otro aceite muy vinculado a la cocina asiática. Tiene un sabor neutro y resiste bien las cocciones de temperaturas altas.
    • Aceite de soja. Tiene un sabor bastante plano con lo que podría servir para freír, sin embargo no es fácil de encontrar.

    TRUCOS PARA NO USAR TANTO ACEITE AL COCINAR Y QUE CUNDA MÁS

    Además de tener otras opciones a la hora de comprar, no está de más poner en práctica algunos trucos muy útiles gracias a los cuales puedes ahorrar ese dinerín que tan bien nos viene.

    • Spray. Hoy en día puedes encontrar tanto aceite como vinagre en espray. Este formato permite aromatizar la ensalada con solo un par de toques.
    • Aliños caseros. Para evitar la tentación de que un chorrito de aceite se convierte en algo más, mezcla en un tarro dos cucharadas del que utilices con una de vinagre y sal. De esta manera tendrás tu aderezo listo y podrás controlar más fácilmente las cantidades.
    • Sartén. Con frecuencia solemos añadir más del que necesitamos desperdiciando producto y añadiendo más calorías de las necesarias. Utilizar una cuchara o un pincel te resultará más práctico.
    • Reutiliza. El aceite que hayas utilizado para freír un huevo y que está prácticamente limpio puede ser reutilizado. Si lo guardas en un tarro de cristal o aceitera transparente podrás volverlo a utilizar comprobando que tiene buen color.
    • Ablanda. Nos encanta saltear verduras y champiñones pero es cierto que absorben mucho aceite. Si las pasas antes por el microondas se harán antes.
    • Conservas. Si vas a añadir atún a tu ensalada aprovecha el aceite de la lata, sea de girasol o de oliva. El de las anchoas puedes aprovecharlo para hacer tapenade de aceitunas negras. ¡Está riquísimo!

    El aceite de girasol en España

    La lógica preocupación del ciudadano de a pie ante estas últimas noticias hace que adopte un comportamiento atípico comprando más de la cuenta, algo parecido a lo que sucedió con el papel higiénico al comenzar la pandemia. Por eso ya hay supermercados que están limitando la venta de aceite de girasol.

    Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), se explica que la situación es la siguiente:

    • La demanda anómala afecta a un número muy limitado de productos relacionados con el aceite de girasol procedente de Ucrania y existen alternativas tanto de origen como de producto.
    • España es primer productor mundial en varias de las familias de productos que componen las categorías de grasas vegetales.
    • La cadena alimentaria española es extraordinariamente eficiente y tiene suficiente capacidad para proveer al mercado de dichos productos.
    • Las instituciones europeas, el Gobierno y los sectores más directamente afectados están adoptando medidas para paliar esta situación concreta.

    Recientemente, sectores como el de las conservas o el de los dulces industriales (en los que el aceite de girasol es esencial), han avisado de que cuentan con reservas para mantener su actividad durante menos de un mes, aunque todo dependerá de cada empresa.

    Más allá de lo que pasa en la industria alimentaria, en casa puedes utilizar otras variedades de aceite para tus guisos o ensaladas. En cuanto a la repostería casera, la mantequilla también es una opción que aportará un rico sabor a tus galletas y bizcochos.