Una nutricionista revela los 7 alimentos antioxidantes que te mantienen joven y sana

Tomar pistachos hace que tu cuerpo disponga rápidamente de antioxidantes. Según un estudio publicado en la revista especializada Nutrition, antioxidantes como los polifenoles, las xantofilas y los tocoferoles de los pistachos son bioaccesibles en más de un 90% durante la digestión. Y esto contribuye a ralentizar el envejecimiento del cerebro y a la prevención de enfermedades del corazón.

Seguro que relacionas la coenzima Q10 con las cremas de belleza. Y es que el mundo de la cosmética “ama” este antioxidante por su gran poder antienvejecimiento. El cuerpo produce naturalmente coenzima Q10, pero su fabricación decae con la edad, por lo que reforzar su aporte con alimentos como el pescado azul (salmón, atún, caballa, sardina…) es importante. Combínalo con espinacas crudas, brécol, coliflor, zanahorias, frutos secos o cereales integrales, que también la contienen.

La calabaza es uno de los alimentos más ricos en carotenoides, entre los que destaca el betacaroteno, que se transforma en vitamina A, y que interviene en el mantenimiento y reparación de los tejidos corporales. También protege a los ojos de la pérdida de visión nocturna o las cataratas, e interviene en el crecimiento óseo. Aprovecha las semillas, ya que también aportan carotenoides y otros minerales que ayudan a proteger los huesos y a desinflamar, por ejemplo.

Muchos estudios avalan los efectos beneficiosos de los polifenoles sobre la salud. Por ello, el alto contenido en polifenoles de las uvas hace de ellas una fruta que vale la pena consumir cuando está en temporada. De entre los polifenoles que contiene, destaca el resveratrol, que ayuda a disminuir el colesterol y a regular la función vascular.

¿Blancas o negras? Las negras son más ricas en resveratrol, pero las diferencias nutricionales y en cuanto a antioxidantes no son demasiado significativas.

La berenjena contiene una decena de ácidos fenólicos antioxidantes muy potentes y antocianinas, es decir, los pigmentos que le dan color a su piel, como la nasunina. Ambos tipos de compuestos son buenos para la salud del corazón. Pero la nasunina protege especialmente las neuronas, por lo que previene y combate diversos trastornos de tipo nervioso.

No la peles. Para aprovechar sus virtudes, consúmela con la piel y las semillas, donde concentra las sustancias más activas.

El rojo del tomate se debe al licopeno, un antioxidante que ayuda frente al envejecimiento prematuro, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, etc. La cantidad de licopeno que hay en un tomate depende de la variedad. Por ejemplo, el tipo pera tiene hasta 10 veces más licopeno que los de ensalada. Además, se asimila mejor tomándolo con un poco de aceite, y su absorción se triplica con la cocción.

Al pensar en la vitamina C, pensamos en la naranja. Pero el pimiento posee casi tres veces más vitamina C, un gran antioxidante que colabora en la formación de colágeno, el componente más abundante de huesos, tendones y piel.

¿De qué color? Los amarillos y los rojos son más ricos en vitamina C, pero incluso un solo pimiento verde crudo ya cubre con creces las necesidades diarias de esta vitamina. Además, los rojos también contienen vitamina E.