Seguro que has tenido momentos de tu vida en los que has dejado de priorizarte, ya sea por falta de tiempo o porque considerabas que quizás los demás te necesitaban más que tú a ti misma. Son momentos en los que dejamos el autocuidado de lado y, ello a la larga, puede tener graves consecuencias.

Existen cuatro tipos de autocuidado: el emocional, el mental, el físico y el social, y todos ellos son necesarios para tener una vida equilibrada y feliz. La psicóloga clínica Camila Pozo afirma: "Cuidar de nuestras emociones es tan esencial como cuidar de nuestro cuerpo".

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CLARA RBA

Por eso, hoy hemos decidido traerte 30 frases de la vida enfocadas en el autocuidado. Muchas de ellas resaltan la importancia de priorizarnos. Otras nos recuerdan nuestro valor y unas pocas son frases de autoestima que te subirán el ánimo.

Frases de autocuidado emocional

"Practicar autocuidado emocional significa escucharte, validar tus sentimientos y darte el espacio para procesarlos sin juicios", afirma Camila Pozo. Repetirnos frases motivadoras es un pequeño gesto que puede marcar la diferencia en nuestra vida.

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"Debes darle prioridad a tu mundo emocional, porque de ahí nace tu bienestar y tu capacidad de conectar con los demás", afirma la psicóloga.

  • No tengo que justificar cómo me siento.
  • Está bien decir que no sin sentir culpa.
  • Me permito sentir sin juzgarme.
  • Pido ayuda cuando la necesito.
  • No soy responsable de las emociones de los demás.
  • Mi paz mental es una prioridad.
  • No todo merece una respuesta inmediata.
  • Me rodeo de personas que me suman.
  • Descansar también es productividad.
  • Está bien soltar lo que ya no me sirve.

La importancia del bienestar físico

Es en lo primero que pensamos cuando hablamos de autocuidado. Son gestos simples como ponernos nuestra crema favorita, pero también hábitos que nos cuestan más esfuerzo, como el establecer una rutina constante de entrenamiento.

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"Tiene que ver con cuidar tus horas de sueño, llevar una alimentación balanceada y saludable y realizar ejercicio de forma regular", explica la psicóloga Vera. Es decir, las frases de autocuidado físico están relacionadas con el concepto más tradicional de llevar una vida sana.

  • Escucho a mi cuerpo y respeto sus límites.
  • Dormir bien es una prioridad para mí.
  • Alimento mi cuerpo con lo que me hace bien, no con culpa.
  • Merezco sentirme bien en mi propia piel.
  • El movimiento es una forma de honrar mi cuerpo.
  • No me castigo con ejercicio, me muevo por amor propio.
  • Mi cuerpo no tiene que gustarle a nadie más que a mí.
  • Mi descanso no necesita ser ganado.
  • Me cuido para sentirme bien, no para encajar.
  • Mi salud no es negociable.

dIME CON QUIÉN VAS, Y TE DIRÉ CUÁNTO TE CUIDAS

Mariana Vázquez, psicóloga clínica, habla del autocuidado social como las acciones que llevamos a cabo para fortalecer nuestras relaciones y que "fomentan un sentido de pertenencia, conexión y apoyo emocional". Tiene que ver con seleccionar los vínculos que más nos aporten, pero también con saber poner límites.

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La mayoría de nosotras tiende a dar demasiado de nosotras mismas, sin tener en cuenta qué es lo que necesitamos como personas. Hay momentos en los que hay que poner límites y hay frases que nos ayudan a recordarlo.

  • No tengo que estar disponible para todo el mundo todo el tiempo.
  • No me quedo donde no me siento valorado.
  • Elegir con quién paso mi tiempo también es autocuidado.
  • Merezco relaciones donde me sienta escuchado y respetado.
  • Mis límites no son negociables, son una forma de protegerme.

Las más efectivas para cuidar nuestra mente

Por último, no debemos olvidarnos del autocuidado mental. Es aquel que nos ayuda a mantener nuestra salud psicológica. Para lograrlo, tenemos que cuidar nuestros pensamientos, niveles de estrés y capacidades.

Repetir algunas frases empoderadoras puede ayudarnos a cuidarnos por dentro, mejorando nuestra autoestima y ayudando a comprendernos a nosotros mismos. De la misma forma, puede contribuir a que nos enfoquemos en lo importante y no en aquellas cosas que solo nos hacen daño.

  • No tengo que cargar con todo, está bien pedir ayuda.
  • Me hablo como hablaría a alguien que quiero de verdad.
  • No todo lo que pienso merece mi atención.
  • Mis pensamientos no siempre son hechos; puedo elegir en qué creer.
  • Me permito detenerme sin sentir culpa.