Me he leído estos 5 libros maravillosos con mi madre y te los recomiendo para regalar el Día de la Madre: misterio, historia y algo de fantasía

Si me encanta leer, es porque mi madre puso todo su esfuerzo en inculcarme el hábito de la lectura desde muy pequeña. Tanto ella como mi padre han sido siempre lectores incansables, frikis de manual, y se han asegurado de exponernos a mí y a mi hermana a tanta cultura como fuera posible.

De los fines de semana en librerías, a los cuentacuentos en biblioteca, poco a poco la lectura se convirtió en mi refugio personal. Y ahora me encanta compartirlo, siempre que puedo, con mi madre.

Las dos seguimos leyendo, y compartimos lecturas siempre que podemos. Ella me recomienda sus favoritos, yo los míos, y comentamos. Es un momento especial, y por eso, con motivo del Día de la Madre, quería recordar las lecturas que más hemos disfrutado juntas. Gustan a mujeres de todas las edades, así que, si estás buscando el regalo perfecto para este domingo, te garantizo que con cualquiera de estas vas a disfrutar mucho.

‘El nombre del viento’ de Patrick Routhfuss

Este libro no podía faltar en la lista por una sencilla razón: es el primer libro que compartimos mi madre y yo que no fueran cuentos. Para mí, como para otras muchas personas de mi generación, El nombre del viento fue el salto de la literatura juvenil a algo un poco más adulto. Y mi madre, como en otras tantas aventuras, me acompañó en este paso.

Me lo leí en un verano de mi adolescencia, y en cuanto lo acabé se lo pasé a ella. No es muy fan de la literatura fantástica, pero se lo terminó en una semana, y desde entonces solemos comentarlo. Patrick Routhfuss tiene una pluma exquisita, y aunque he perdido la esperanza de que acabe la trilogía, los dos libros que por ahora la conforman merecen muchísimo la pena.

Con un protagonista carismático y algo charlatán, nos cuenta una épica aventura desde la infancia hasta la adultez en un mundo en el que las palabras tienen magias. En el nuestro también las tienen, porque las palabras de este libro nos unieron mucho a mi madre y a mí. 

‘El huésped misterioso’ de Nita Prose

Ha sido una de nuestras últimas lecturas, y hasta lo he recomendado en otra ocasión para en nuestra revista. Es un libro excelente, y a mi madre y a mi nos ha encantado. Somos fans de los misterios, nos hemos visto todas las películas de Agatha Christie y hasta la serie de 1989: nos hemos tragado casi todos los capítulos.

Y por eso cuando me leí El huésped misterioso, supe que le iba a encantar. Se los presté en cuanto me lo acabé, y no fallé en la recomendación. Me confesó que, por ahora, es su favorito de lo que ha leído en 2025.

La novela nos presenta a una protagonista muy particular, y saltando del pasado al presente, nos invita a resolver un crimen un tanto peculiar. Un famoso escritor acude al hotel en el que trabaja nuestra intrépida protagonista para hacer un importante anuncio, pero alguien acaba con su vida con una taza de té. El misterio que se esconde tras su muerte hará que otros tantos salgan a la luz.

‘El fugitivo’ de Stephen King

Si hay algo que mi madre y yo tenemos en común es que nos encanta leer en verano. En cuanto empieza el calor y se acercan las vacaciones, visitamos alguna librería en busca de libros cortos, fáciles de leer y que nos enganchen para disfrutarlos en la playa. Recuerdo con especial cariño este que las dos devoramos. Y como no, siendo del gran maestro del terror.

Es una de las primeras novelas de Stephen King, la publicó en 1982 con uno de sus seudónimos, Richard Bachman, pero te aseguro que ha envejecido muy bien. El protagonista vive en un mundo distópico en el que participar en concursos es la única forma de ganarse bien la vida. Cuando su hija se enferma, se propone participar en el más peligrosos de todo, uno en el que se convierte en el objetivo de todo el país.

El ritmo es intenso, el protagonista tiene una moral bastante gris, y sin duda te deja con la boca abierta al final. Tanto mi madre como yo nos lo acabamos en apenas una semana, y nos tocó volver a la librería a por más novelas de verano.

‘La chica de nieve’ de Javier Castillo

Con este libro mi madre y yo tenemos una historia curiosa. Y es que resulta que la leímos en paralelo sin saberlo. Cuando se la fui a recomendar, tras haber acabado la segunda parte, El juego del alma nos reímos bastante. Hasta ese punto coincidimos en lecturas.

El título te tiene que sonar, porque la adaptación de Netflix ha sido todo un éxito. De hecho, este año se ha estrenado la segunda temporada. La historia sigue a Miren Triggs, una periodista que resuelve, en cada uno de los libros, un misterio diferente mientras pelea con sus propios fantasmas.

Si te has visto la serie, puedes leerte también la novela. Son ligeramente diferentes, porque, de hecho, en las novelas nos encontramos en Estados Unidos, mientras que la producción de Netflix se filmó en España.

Por ahora mi madre y yo solo nos hemos leído las dos primeras novelas de la trilogía. Pero tenemos apuntada la última para devorarla en cuanto acabemos con nuestras lecturas actuales.

‘La vieja sirena’ de José Luis Sampedro

Para acabar, no podía dejar de mencionar el que es, según mi madre, su libro favorito de todos los tiempos. Aunque debo confesar, muy avergonzada, que sigue en mi estantería de pendientes. Pero sinceramente, confío en el gusto literario de mi madre, y si ella dice que es la mejor novela de todos los tiempos, lo es.

También tiene como aval a su autor, José Luis Sampedro uno de los más grandes escritores y humanistas de nuestro país, ganador del Premio Nacional de las Letras Españolas, entre otros. Es una novela histórica de categoría, de esas que se recomienda disfrutar con calma, pero que te acabas sin darte cuenta.

La vieja sirena nos traslada hasta Egipto, en el siglo III, una época de cambios y mucha confusión en el que dos grandes imperios, el persa y el romano, inician una lenta decadencia. La protagonista de la historia viaja hasta Alejandría para conocer a dos hombres que marcarán su destino: Ahram el Navegante, un hombre de acción, sediento de poder, y el filósofo Krito, poseedor del don de la palabra. Si mi madre la recomienda, puedes confiar, merece la pena disfrutarla.