30 de julio de 2020, 17:03
¡Cuidado!
¿Te sientes hinchada? ¿Y si en lugar de gases fuera cáncer de ovario?
El 8 de mayo es el Día Mundial del Cáncer de Ovario, un tipo de cáncer que no suele dar pistas y se detecta en fases avanzadas. Pero sentirte hinchada, como con gases, con dolor, gastritis o estreñimiento persistentes deben ponerte alerta.
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Sentirte hinchada no tiene por qué ser normal
Una hinchazón puede deberse a múltiples causas, desde algo que hayamos comido al estrés, pasando por una intolerancia alimentaria, entre otras causas. Pero… también a un cáncer de ovario. Este cáncer no suele dar pistas y se detecta en fases avanzadas. Según la Asociación Española Contra el Cáncer, en España se diagnostican unos 3.300 casos anuales, lo que representa el 5,1% de los cánceres entre las mujeres, por detrás de los de mama, colorrectales y de cuello de útero.
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¿Cómo saber si la hinchazón se debe solo a los gases o es cáncer de ovario?
Si la hinchazón persiste tras eliminar alimentos flatulentos u otras posibles causas –como coger aire al comer, tomar bebidas carbonatadas, etc.–, hay que valorar que pueda ser un cáncer de ovario.
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Otros síntomas cáncer de ovario
Hay otros síntomas que se relacionan con el cáncer de ovario, que también pueden confundirse con otras dolencias, como dolor abdominal o pélvico, sensación de estar llena casi al empezar a comer, gastritis, alteración en el ritmo de las deposiciones (de diarrea a estreñimiento), cambios de peso… También puede haber sangrado vaginal o cambios en la menstruación.
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La revisión ginecológica no es suficiente
La revisión tiene pruebas específicas para detectar el cáncer de cuello de útero –como la citología–, o el de mama –como la mamografía–. Pero al no haber una prueba específica para el de ovario, es difícil que solo con la revisión anual sea suficiente. Incluso haciendo ecografías cada ciertos meses puede no detectarse precozmente. Para diagnosticarlo, el ginecólogo suele realizar primero un examen pélvico y luego una ecografía ginecológica, que es la prueba diagnóstica principal. Para complementar los resultados, puede realizarse un estudio Doppler –una ecografía por ultrasonidos– y un análisis para examinar ciertos marcadores tumorales. Además, puede realizar un TAC abdomino-pélvico o una resonancia magnética. Finalmente, se puede recurrir a una biopsia quirúrgica.
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Si tu madre lo ha sufrido, extrema las precauciones
Si tu madre o tu hermana han sufrido cáncer de ovarios, tu riesgo es mayor. Si puede haber genes alterados ––BRCA 1 y BRCA 2– deberías pasar un test genético. También tienes más riesgo si hay otros tipos de cáncer en tu familia, especialmente de mama o colon.
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Llevar una alimentación protectora
El Fondo Mundial de Investigación del Cáncer advierte de que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir cáncer de ovario. Por ello, la Sociedad Americana contra el Cáncer propone una dieta rica en fruta y verdura y baja en grasas de origen animal, como carne roja, embutido, etc. También hacer ejercicio de forma regular puede ayudar a prevenir la dolencia, lo mismo que controlar el estrés, dormir las horas necesarias y evitar el tabaco.
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La píldora anticonceptiva protege
Un estudio de la Universidad de Milán (Italia) atribuye el descenso del 10% de la mortalidad por cáncer de ovario en la Unión Europea entre el 2002 y el 2012 –un 11,3% en España– al uso de anticonceptivos orales, que ofrecerían una protección a largo plazo frente a este tumor.
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Ser madre reduce el riesgo de cáncer de ovario
Las mujeres que han tenido hijos presentan un riesgo menor de sufrir cáncer de ovario que las que no han pasado nunca por un embarazo. Pero si el embarazo no llega debido a una endometriosis, hay que tener en cuenta que esta enfermedad puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de ovario, según publica The Lancet Oncology. La endometriosis se da cuando parte del tejido endometrial está fuera del útero (ovario, intestino...). Si te duele mucho la regla, podría ser que la sufrieras.
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Dar el pecho también es bueno
Según la Organización Mundial de la Salud, dar el pecho también disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y de mama.
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La terapia hormonal sustitutoria aumenta el riesgo
La terapia hormonal sustitutoria (THS) para la menopausia se baraja como un factor de riesgo en este tipo de cáncer, sobre todo si se sigue durante mucho tiempo. La Universidad de Oxford (Reino Unido) asegura que el riesgo es mayor si el tratamiento se sigue durante 5 años. Pero el hecho de que el tiempo sea menor disminuye el riesgo pero no hace que este desaparezca. La duración del THS depende de la edad de inicio de su administración y no se recomienda más allá de los 50 años. Por ello se recomienda personalizar el tratamiento cuando la mujer sufre síntomas muy intensos.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España se diagnostican unos 3.300 casos anuales de cáncer de ovario, lo que representa el 5,1% de los cánceres entre las mujeres, por detrás de los de mama, colorrectales y de cuello de útero.
El cáncer de ovario se diagnostica generalmente en estadios avanzados ya que los síntomas que provoca –sensación de estar hinchada, con gases, estreñimiento, dolor abdominal…– suelen confundirse con otras dolencias. Esto, junto con el hecho de que todavía no hay una prueba de cribado que permita detectarlo en estadios iniciales, provoca que el 75% de este tipo de cáncer se detecten en fases avanzadas de la enfermedad.
Según la AECC, un 44% de las pacientes que sufren un cáncer de ovario en España sobreviven más de 5 años, una cifra superior a la media europea, que es del 37%. Es más, la supervivencia a 5 años ha aumentado un 11% en los últimos 15 años.
Gracias al doctor Ramon Rovira, coordinador de la Unidad de Ginecología Oncológica y de Laparoscopia Avanzada del Hospital de Sant Pau de Barcelona hemos profundizado en este tema.
Dónde se origina el cáncer de ovario
Aunque el origen del tumor no estaba claro, un estudIo conjunto de la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.) y el Instituto Oncológico Integral Sidney Kimmel (Australia) afirma que la mayoría de cánceres de ovario se originan en las trompas de Falopio, es decir, en los conductos que conectan los ovarios y el útero.
Cómo se desarrolla
Puede hacerlo de cuatro maneras distintas.
- Crecimiento local. Puede colonizar las trompas de Falopio, el útero, la vejiga y el recto.
- Diseminación peritoneal. El cáncer se extiende por la cavidad abdominal colonizando la membrana que reviste esta cavidad y envuelve las vísceras.
- Diseminación linfática. También puede afectar a los ganglios, habitualmente los de la pelvis y de alrededor de la arteria aorta.
- Diseminación hematógena. Cuando el cáncer de ovario está en un estadio avanzado, puede diseminarse por los vasos sanguíneos y llegar al hígado, los huesos o los pulmones.
Cómo puedo saber si tengo cáncer de ovario
Si a pesar de hacer cambios en tu dieta y hábitos, los síntomas persisten, entonces es importante que consultes con tu médico. Por ejemplo, si te sientes muy hinchada, elimina de tu dieta alimentos que provoquen gases, procura comer sin coger aire, etc. Si aún así persiste la hinchazón, no lo dudes y consulta.
Qué pruebas me harán para saber si tengo cáncer de ovario
El ginecólogo suele realizar primero un examen pélvico y luego una ecografía ginecológica, que es la prueba diagnóstica principal. Para complementar los resultados de la ecografía, puede realizarse un estudio Doppler –una ecografía por ultrasonidos– y un análisis para examinar ciertos marcadores tumorales. Además, puede realizar un TAC abdomino-pélvico o una resonancia magnética. Finalmente, se puede recurrir a una biopsia quirúrgica.
Cuál es el tratamiento
Como explica el Dr. Rovira, especialista en ginecología oncológica, "lo que tiene mayor impacto en la supervivencia de la paciente es el éxito a la hora de conseguir una cirugía radical, que no deje un tumor residual", tanto si se administra quimioterapia antes o después de la intervención. Por ello, insiste en que la cirugía esté en manos expertas. "No tiene sentido que se hagan estas intervenciones en hospitales que solo ven casos así 3 o 4 veces al año", porque se requiere un alto nivel de especialización para eliminarlo por completo.
Además de la cirugía, se suele complementar el tratamiento con quimioterapia y/o radioterapia. Esta suele ser muy efectiva. Pero para el 20% de mujeres que no responde a la quimioterapia basada en el platino, que es la que se administra habitualmente en el cáncer de ovario, también hay buenas noticias. Un estudio americano ha mostrado que el uso de inhibidores del bromodominios puede reducir la resistencia a este tratamiento.
Buenas noticias para el futuro
La Universidad Johns Hopkins (EE. UU.) está trabajando en una biopsia líquida que puede convertirse en una prueba rutinaria para detectar precozmente ocho tipos de cáncer, entre ellos, el de ovario.
Esta prueba, llamada Cancer seek, consiste en un análisis de sangre específico que analiza de forma combinada el ADN con ciertas proteínas. Esta prueba se aplicaría a grupos de riesgo. En el cáncer de ovario, por ejemplo, a mujeres con antecedentes hereditarios o mayores de 60 años.
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