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Cómo subir las defensas: 20 consejos fáciles para mejorar tu salud

¿Tu amiga nunca coge un catarro y tú pasas de uno a otro? ¿Suerte, genética o sabe algo que tú no sabes? Te lo contamos.

Nacho Benavides

Periodista especializado en cocina, hogar y decoración.

16 de marzo de 2020, 16:27

Hay gente de naturaleza enfermiza y otra que parece que sea inmune a los virus que nos atacan al resto. Aparte de lo que te haya concedido la naturaleza, tú también puedes hacer algo por mejorar tu salud y subir tus defensas. Pueden ser cosas tan pequeñas que tal vez ni hayas reparado antes en ellas. Asómate a este post y visita nuestra galería de imágenes. Te llevarás más de una sorpresa.

Un ejército en tu interior

Imagina tu sistema inmunitario como un ejército interno que se encarga de defenderte de todo tipo de gérmenes y sustancias perjudiciales. Un beso de despedida, cogerte a la barra del autobús o teclear el número de la tarjeta de crédito en una tienda, por ejemplo, te expone a virus y bacterias. Tu sistema inmunológico es el que te protege de estas "agresiones" y te defiende frente a las enfermedades. Son barreras naturales que hacen de escudo, como la piel, el ácido del estómago, la flora intestinal o los macrófagos elaborados por la médula ósea y el hígado. Además, dispones también de mecanismos más específicos de defensa, como las inmunoglobulinas y los linfocitos B y T.

¿Genética o suerte?

Ni una cosa ni la otra y todo a la vez. La naturaleza puede haberte dotado, o no, de un sistema inmunitario fuerte, pero los pilares sobre los que descansan estas defensas dependen de ti y se basan en tu estilo de vida: tu actitud ante los problemas, qué pones en tu plato y tus hábitos cotidianos.

¿Qué hace que tu amiga se acatarre menos?

Observa su modo de vida y puede que ahí encuentres la respuesta. No solo es suerte o genética, seguramente ella toma pequeñas decisiones a lo largo del día que fortalecen (o no) sus defensas. Como puedes ver en la galería de imágenes, con qué endulzar el yogur, decantarte por un determinado té o tener una vida social divertida influye mucho en la cantidad de catarros –y otras enfermedades más serias– que puedas tener a lo largo de tu vida.

Sigue leyendo y toma nota de los 20 consejos fáciles para mejorar tu salud y subir tus defensas.

Hay gente de naturaleza enfermiza y otra que parece que sea inmune a los virus que nos atacan al resto. Aparte de lo que te haya concedido la naturaleza, tú también puedes hacer algo por mejorar tu salud y subir tus defensas. Pueden ser cosas tan pequeñas que tal vez ni hayas reparado antes en ellas. Asómate a este post y visita nuestra galería de imágenes. Te llevarás más de una sorpresa.

Un ejército en tu interior

Imagina tu sistema inmunitario como un ejército interno que se encarga de defenderte de todo tipo de gérmenes y sustancias perjudiciales. Un beso de despedida, cogerte a la barra del autobús o teclear el número de la tarjeta de crédito en una tienda, por ejemplo, te expone a virus y bacterias. Tu sistema inmunológico es el que te protege de estas "agresiones" y te defiende frente a las enfermedades. Son barreras naturales que hacen de escudo, como la piel, el ácido del estómago, la flora intestinal o los macrófagos elaborados por la médula ósea y el hígado. Además, dispones también de mecanismos más específicos de defensa, como las inmunoglobulinas y los linfocitos B y T.

¿Genética o suerte?

Ni una cosa ni la otra y todo a la vez. La naturaleza puede haberte dotado, o no, de un sistema inmunitario fuerte, pero los pilares sobre los que descansan estas defensas dependen de ti y se basan en tu estilo de vida: tu actitud ante los problemas, qué pones en tu plato y tus hábitos cotidianos.

¿Qué hace que tu amiga se acatarre menos?

Observa su modo de vida y puede que ahí encuentres la respuesta. No solo es suerte o genética, seguramente ella toma pequeñas decisiones a lo largo del día que fortalecen (o no) sus defensas. Como puedes ver en la galería de imágenes, con qué endulzar el yogur, decantarte por un determinado té o tener una vida social divertida influye mucho en la cantidad de catarros –y otras enfermedades más serias– que puedas tener a lo largo de tu vida.

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