15 alimentos para estar sana más tiempo

El arroz integral es un alimento bajo en sodio y rico en potasio, que ayuda a normalizar la presión arterial y evitar la hipertensión. Su contenido en fibra disminuye el colesterol, ya que absorbe su exceso y lo elimina por vía intestinal. También acelera el tránsito y previene el estreñimiento. Además, contiene selenio, un mineral que retrasa la acción de los radicales libres, los responsables del envejecimiento celular. 

Con las manzanas todo son virtudes: combaten la fatiga, el estrés y los estados depresivos. Sus flavonoides impiden que el colesterol se deposite en las arterias, por lo que previenen infartos. Además, cruda y con piel combate el estreñimiento; pelada y rallada (una vez que la pulpa ha oscurecido) es eficaz contra la diarrea. Y si quieres un chute de energía de buena mañana y no te apetece café, una manzana conseguirá que tu cuerpo se active. ¿Por qué? La fruta contiene fructosa, que se transforma en energía lentamente y consigue activarnos a lo largo del día. Solo aporta 48 kcal por cada 100 g.

El kiwi es un alimento muy rico en vitamina C. De hecho, tiene un 50% más que la naranja, ¿lo sabías? Esta fruta se comporta como un antioxidante. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., tomar grandes cantidades de vitamina C ayuda a tener menor riesgo de cáncer de pulmón, mama y colon. Su vitamina C también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, por lo que es un gran aliado para nuestro organismo.

Descubre los alimentos con más vitamina C.

Los mejillones tienen más hierro que la carne, por lo que es un excelente alimento para prevenir la anemia. También son ricos en magnesio, que combate el decaimiento. Su aporte calórico es muy bajo, así como su contenido en grasa y colesterol. 

El limón potencia la acción protectora de los alimentos a los que acompaña. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Lucknow (India) observó que al añadir zumo de limón al té verde, el poder antioxidante de la bebida aumentaba. En cambio, con leche disminuía. Este poder antioxidante se explica por su riqueza en limoneno, con propiedades anticancerígenas y con gran capacidad para reducir el riesgo de enfermedades degenerativas. 

Un estudio de la Universidad Wake Forest (EE. UU.) vio que tomar remolacha todos los días ayuda a mejorar la salud cerebral de las personas de más edad. Además, es un alimento rico en antocianinas y flavonoides, que evitan la aparición y crecimiento de los tumores. En crudo está buenísima, aunque si buscas alternativas, pruébala también en batido. 

Al ser rico en vitamina B12, el salmón ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso central y combate la fatiga, por lo que es ideal en momentos de cansancio. Sus ácidos grasos omega 3 aumentan la producción de serotonina (la hormona de la felicidad), que mejora el estado de ánimo y previene el estrés y el deterioro cognitivo. 

Ver recetas con salmón.

Las lentejas contienen mucho hierro (100 g aportan 8,2 mg), por lo que ayudan a combatir la anemia. Si además las combinas con alimentos que contengan vitamina C, como una ensalada de tomate o un poco de perejil, el hierro se absorberá mejor. Son también muy saciantes, y evitan el picoteo constante, que favorece el sobrepeso. Contienen ácido fólico, una vitamina que reduce los niveles de homocisteína, un factor de riesgo cardiovascular.

Los dátiles tienen propiedades nutritivas similares al vino, ya que contienen taninos, unos antioxidantes que ayudan a prevenir las enfermedades degenerativas. También reducen el colesterol malo porque impiden su absorción y desinflaman la mucosa intestinal. 

Este pseudocereal es rico en aminoácidos esenciales como la tirosina y la glicina, que tienen efecto sedante sobre el sistema nervioso y, por lo tanto, te ayudará a relajarte. También es muy rico en kaempferol. Según una revisión de la Universidad de Sevilla, una dieta rica en esta sustancia reduce el riesgo de cáncer y enfermedades del corazón. 

La avena estimula la tiroides, que participa en el metabolismo de las grasas y ayuda a quemarlas. También es rica en fitoesteroles, como el avenasterol o betasitosterol, que bajan el colesterol y protegen el corazón, así como previenen el cáncer de mama, colon o próstata. 

Refuerzan el sistema inmunológico gracias a la vitamina E y el zinc. También destacan en vitaminas del grupo B, en concreto en riboflavina o vitamina B2, que aporta energía, favorece la formación de anticuerpos y glóbulos rojos, y mejora el estado de la piel, uñas y cabello. 

Contiene quercetina, un antihistamínico natural contra las alergias. Los estudios han visto que los consumidores habituales de cebolla tienen una mayor protección frente al cáncer gracias a sus compuestos azufrados y sus flavonoides, con propiedades antioxidantes. 

Tiene menos calcio que los quesos curados, pero se asimila mejor por ser menos graso. Esta menor proporción de grasas saturadas previene el sobrepeso y los problemas cardiovasculares. Además, es un alimento muy rico en proteínas, puesto que es un derivado lácteo.

Es una planta muy diurética, por lo que mejora la salud renal. Esta función se debe a la acción del apiol, una sustancia que ayuda a eliminar líquidos, toxinas y la arenilla de los riñones. También abre el apetito y se puede utilizar como refuerzo para ayudar a tratar trastornos alimentarios. Además, es uno de los vegetales con más hierro y vitamina C. Y, como es rico en clorofila, masticar sus hojas frescas evita el mal aliento.

El listado de alimentos imprescindibles no termina aquí. Descubre los otros 15 que complementarán tu dieta y te harán tener una salud de hierro.