Lidiar con la presión no es fácil. Afrontar un examen decisivo, una celebración importante o una competición deportiva no son nunca una tarea fácil. Este último supuesto, complejidad remite al plano mental, porque en lo físico todo es cuestión de entrenar duro. Día sí y día también para estar a punto para la ocasión cuando llegue el gran día. El caso es que cuando se trata de los Juegos Olímpicos, el gran evento mundial de los deportes, esa presión alcanza un nivel aún mayor por la exposición y el añadido de ser emblema nacional. Un escenario que, sin duda, la atleta de triple salto Ana Peleteiro conoce muy bien.

A su espalda lleva el recuerdo de su paso por Tokio 2020. Fue esa su primera participación olímpica, en una de esas primeras veces con final feliz que quedarán para los restos de la historia del deporte. A sus 25 años y en una situación pospandémica de excepción, la gallega volvió a casa con nada más y nada menos que la medalla de bronce. Un hito que la convirtió en la mejor atleta española de 2021 a ojos de la Real Federación Española de Atletismo y que busca revalidar en la XXXIII Olimpiada que ahora acoge en París. Su debut será en la tarde de este viernes 2 de agosto, sobre las 18.15 horas. Sabe que el mundo está pendiente de ella y se ha preparado a conciencia. Con largas jornadas de entrenamiento, pero también descansando cuando es preciso. Cuando procede estar en su piso de Guadalajara, que no es un piso cualquiera.

El luminoso hogar de Ana Peleteiro combina 3 estancias en 1

Es en este lujoso inmueble donde desde 2022 convive junto a su marido, Benjamín Compaoré, y la hija de ambos, la pequeña Lúa, nacida a finales de ese mismo año. La clara muestra de que Ana sabe cuando quitarse el uniforme de deportista de élite para hacer vida familiar, además de disfrutar de un hogar exquisitamente decorado al que no le falta ni un solo detalle. Basta con revisar las imágenes que, poco después de mudarse, compartió con el mundo a través de Internet. De sus redes sociales, donde acumula más de 510.000 seguidores, pero también de las de Westwing, encargados de gran parte del mobiliario y elementos que ornamentan el espacio.

Espacio que, en primera instancia, destaca por ser mayormente diáfano. Nada de barreras, al menos en lo que respecta a tres de las estancias principales del interior de la vivienda. Salón, comedor y cocina están unidos, pero nada de aglomeraciones en la distribución. La gran superficie de la casa permite que cada cosa esté en su lugar, sin perder ni un ápice de luz natural, y comenzando por esa zona de descanso que ya advierte el uso de dos colores protagonistas.

Esos mismos que se extienden al resto de habitaciones y aquí quedan más que claros. Blanco y verde. El primero en la pared y el segundo en el sofá, en tono verde oliva, pero cubierto con algunos cojines en blanco y naranja. Como contraste, dos mesitas redondas de diseño en color negro que dan un extra de personalidad a este rincón.

Salón Ana Peleteiro
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Esa misma estancia que está directamente conectada con la zona de las comidas y las cenas. Solamente hay que levantar la vista un poco desde el sofá para ver el comedor y la gran mesa de madera que es su eje central. En tonos claros, eso sí, para no desentonar con la sencillez general. Alrededor, cuatro sillas de color negro, pero con respaldo de mimbre, que mantienen la misma línea cromática. En total harmonía con las flores secas que decoran el centro de mesa, y complementarias con los jarrones y velas que se ubican en la estantería empotrada de la pared principal.

Comedor Ana Peleteiro
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Eclecticismo en estado puro que, si seguimos caminando, y todavía sin haber tenido que abrir una sola puerta, nos traslada hasta un punto muy importante de cada casa: la cocina. En el caso de Ana, la deportista ha optado por armarios sin tirador blancos y una enorme isla de mármol de color claro, que comprende la zona para el cocinado, así como el fregadero.

Cocina Ana Peleterio
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Una superficie que, dadas sus dimensiones, también se sirve como ideal para hacer de barra. ¿Y cómo lo sabemos? ¡Por los altos taburetes negros que la delimitan y las fotografías que publica en su perfil!

Geometría y tonos neutros, presentes en el resto de habitaciones

Más allá de este gran primer espacio, hay ciertas zonas que la atleta prefiere mantener en privado. Sucede con el dormitorio, del que poco o nada sabemos a excepción de que la cama está presidida con un gran cabecero de madera. Sea como fuere, también gracias a Westwing pudimos descubrir que en el sofá del salón no es el único de la casa. También tiene uno, este en blanco roto, con cojines verdes y estampado 'animal print', en el cuarto de  estar. 

Cuarto de estar Ana Peleteiro
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Es esta otra zona perfecta para el relax, en la que el minimalismo sigue imperando, además de la claridad. Los estores en color blanco permiten que la luz del sol entre sin incomodar, iluminando una alfombra circular verde sobre la que se ubica una mesa moderna negra, también redonda. Y es que parece que es esta una forma geométrica que encanta a Peleteiro, puesto que también la elige para la alfombra étnica que cubre el parqué de la zona reservada para el despacho.

Despacho Ana Peleteiro
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Esa habitación donde poder trabajar, con los tonos neutros como protagonistas, en contraposición al negro de una lámpara -también circular-, el escritorio y una estantería asimétrica de metal. Para el almacenaje, recurre de nuevo al mimbre, en formato caja e incluso con un cesto. Lo anterior, además de dar una nota de verde con una planta de interior en uno de los extremos. La combinación de texturas, colores y diseños que, en definitiva, refleja el carácter de una profesional tan completa como lo es ella.