Premios Goya 2019: errores y aciertos de la alfombra roja

Las plumas son siempre una buena idea para un vestido inolvidable. Le funcionaron a Ginger Rogers en los 40, y le funcionan a Silvia Abascal en la 33a gala de los Premios Goya 2019 con este modelazo de Marchesa.

La actriz Eva Marciel nos ha convencido con este original vestido de manga jamón con bordado de águila en pedrería. Elegante y transgresor a la vez.

El vestido es de Isabel Sanchis

Otra de nuestras favoritas de los Goya 2019 ha sido Juana Acosta. Su VESTIDAZO –así en mayúsculas– de Dolce&Gabbana nos ha dejado sin palabras y es que le sentaba de lujo la mezcla de lentejuelas, brillantes y tul. El recogido que la actriz ha elegido para acompañar el look, ha sido de lo más acertado.

Antonia San Juan nos ha sorprendido, y para bien, con un sobrio vestido sirena en tono malva que le sentaba como un guante. ¡Ideal!

El vestido lo firma Dname Couture

Manuela Vellés no ha querido arriesgar y su apuesta por un vestido tubo negro con detalles de encaje no la llevará al podium de las más elegantes, pero tampoco la hará destacar entre las pifias de la noche. 

El vestido lo firma Dsquared2.

La sencillez del escote asimétrico y la pureza del color blanco del vestido de Maria Adánez podría quedarse en un modelo insulso, si no fuera por la manga plateada calada con bordados que le da ese toque chic y original que nos ha enamorado.

El vestido es de Santos Costura y las joyas de Messika

El vestidazo que llevaba la actriz lo firmaba Oscar de la Renta y tenemos que decir que, a pesar de la sobriedad de la prenda, le sentaba como un guante. Ella se ha encargado de entregar el premio a actriz revelación junto a María León, de quien hablaremos más adelante...

La ganadora del Goya a mejor actriz Susi García ha optado por la sencillez de un corte suelto y un color suntuoso como el granate. Bonito y sin riesgos. El modelo es de Lexdeux.

Rosalia creando expectación allí donde va, no defraudó con su modelo de kimono escotado. Moderno y favorecedor.

Su traje lo firma Juan Vidal.

Anna Castillo nos representa. Y ya no solo por la comentada cara que se le quedó al descubrir que no había ganado el Goya (a todas nos hubiera pasado) si no por llevar un look de lo más casual –firmado por Jorge Acuña– y defenderlo mejor que nadie. Un look sin estridencias, lentejuelas ni colas larguísimas que le quedaba como un guante y que casaba a la perfección con su peinado natural a base de ondas rotas.

Dulceida ha vuelto a confiar en su diseñador preferido para estos eventos Ze García y no ha sido la única influencer que se ha pasado por los Premios Goya 2019.

El modelo es de Ze Garcia.

Ni por arriba ni por abajo...los que dicen que las actrices lucen tipazo gracias a las fajas milagrosas, se quedarán sin argumentos cuando vean a la fantástica Aura Garrido con este vestidazo que no deja nada a la imaginación. ¡Impresionante!

Lo firma Roberto Cavalli.

Sara Sálamo luce embarazo con este modelo de inspiración griega que favorece a sus formas. Lo firma Pronovias.

Nunca un vestido hecho totalmente con lentejuelas fue tan discreto. El modelo de 2nd Skin que lució Toni Acosta era sobrio en su corte y lujoso en el tejido. Apuesta segura.

Con el corazón roto nos ha dejado Pilar Ordoñez al verla pisar la alfombra roja de esta guisa. Sobran las palabras para describir este modelo de Ágatha Ruiz de la Prada que le sienta, como se dice vulgarmente "como un tiro".  

Cristina Castaño ha arriesgado luciendo un dos piezas en lugar del tradicional vestido. 

No sabemos en que momento le pareció buena idea a Mariola Fuentes acudir a la alfombra roja más importante de nuestro país con el mismo atuendo que elegirías para ir a la piscina del gym. Sin duda el Goya al conjunto más horrendo de la noche.

No sabemos quién a diseñado su conjunto...mejor vivir en la ignorancia...

Marta Nieto nos ha enamorado con su modelo de Delpozo. El tejido brocado en tonos rojizos y su corte de escote bañera y largo midi es moderno y rompedor. Arriesgó y ganó.

Macarena Gomez nos ha convencido con su modelo de Teresa Helbig, el detalle de la capucha le da un aire etéreo y de cuento de hadas que nos ha cautivado.

El modelo de Paco Rabanne que lució Amaia en la alfombra roja nos pareció anticuado y totalmente pasado de moda, inapropiado para alguien tan joven. 

Las modernidades de Gucci no están hechas para una alfombra roja como la de los Goya, Najwa Nimri, una de las nominadas de la noche, sería una de las más cool en otro tipo de fiesta, pero aquí es un NO con todas las letras.

Los escotes asimétricos han sido unos de los grandes triunfadores de la noche. El de Leonor Waitling en paillettes azul noche nos ha encantado. Lástima que el make up no haya acompañado al vestido y le haya dado un poco de bajón al conjunto.

Mariam Hernandez apuesta por poco arriba y mucho abajo. El cuerpo calado del vestido contrasta con las múltiples capas de tejido en moiré de la falda asimétrica.

El modelo lo firma Alicia Rueda.

A medio camino entre una burbuja de Freixenet y la flamenca de Whatsapp, Rossy de Palma no ha dejado indiferente a nadie con este modelo de Alejandro Postigo. 

 Leticia Dolera ha confiado una vez más en Teresa Helbig para su modelo de la noche. Un delicado vestido con transparencias y costuras destacadas de lo más favorecedor.

La directora de Viaje al cuarto de mi madre no ha arriesgado demasiado en su look. ¿Le queda bien? Sí. ¿Será la mejor vestida de los Goya 2019? Pues no.

Manuel Zerpa es el artífice de este llamativo vestido que ha defendido como nadie, Belén López. Aunque no es un vestido que nos fuéramos a poner nosotras, le sienta bien y le da un toque de alegría a una alfombra roja de por sí, bastante normalita.

Isabel Coixet tampoco ha querido arriesgar en su outfit pero sí lo ha hecho con sus complementos. En concreto con un clutch muy original en un llamativo tono amarillo que ha llamado poderosamente nuestra atención. Ha sido una de las que ha posado con el abanico rojo y el lema NI UNA MÁS, en contra de la violencia machista.

La gran decepción de la noche (estilísticamente hablando) ha sido Belén Rueda. Con un modelito de Benjamin Friman creado especialmente para ella, nos parece un poco antiguo y no le favorecía en absoluto. Además, la elección del maquillaje y el peinado (aún más antiguo), terminaban de estropear el look.

Con permiso de Hiba, hemos decidido darle a Maria Pedraza y a su vestidazo de Dolce&Gabbana el premio a la más sexy de la noche. Arriesgado y favorecedor a partes iguales, pocas podemos defender un escote palabra de honor como ella. Y aunque estamos acostumbradas a verla con su melena leonina al aire, le sienta de maravilla este moño altítisimo y repeinado.

Debemos reconocer que tenemos debilidad por Manuela Velasco. Si bien es cierto que el pelo y los complementos han sido un acierto, el vestido de Dior no le acaba de hacer justicia, aún así creemos que está maravillosa.

María León ha optado por una de las prendas favoritas de las últimas temporadas y le ha añadido una capa –al más puro estilo conde drácula–, que partía del cuello gracias a un "falso" choker.

Nadie podrá tachar a Hiba Abouk de supersticiosa tras haberse enfundado en este ajustado vestido amarillo. Este look ha sido uno de lo más comentados en redes sociales.

No estamos acostumbradas a ver un estampado de cuadros en un vestido de noche. Lucia Jimenez lo ha elegido esta noche para un look muy llamativo.

Uno de los horrores de la noche lo ha protagonizado Paz Vega y su vestido de Marchesa. Parecía un ramo de flores mustias y sin ninguna gracia. El peinado le sumaba años y la falta de maquillaje le hacía un flaco favor.

La manga asimétrica del vestido de Nathalie Poza, la ganadora esta noche, es de las más arquitectónicas que hemos visto en esta gala, si no que se lo digan a Manolo Solo, que ha sido "atacado" por la manga  cuando han entregado un premio esta noche. Bromas aparte, ha sido uno de los modelos más divertidos de la noche.

Ya sabíamos que una top como Nieves Alvarez iría vestida de uno de los grandes de la costura, en este caso Elie Saab, y que iría impecable, pero su look nos ha parecido tan estudiado que no nos ha convencido. A veces hay que arriesgar para ganar.