Así era 'Villa Meona': la casa que Isabel Preysler compartía con Mario Vargas Llosa en Madrid

La lujosa mansión donde vivían Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se encontraba en una parcela de ni más ni menos que 5.045 metros cuadrados, de los cuales 2.000 metros están edificados. 

La vivienda se distribuye en dos plantas, con la planta superior albergando nada menos que 13 dormitorios. La decoración de la casa muestra ciertos elementos inspirados en las lujosas mansiones de los Hamptons, mientras que gran parte de los muebles provenían de la residencia familiar anterior, ubicada en el barrio madrileño de El Viso.

Puede que la cocina y la zona del comedor fueran los rincones más anticuados de toda la casa. Aun así, se veían muy espaciosos y perfectos para celebrar reuniones familiares y recibir a los invitados de la familia. 

Al parecer, a Isabel le gusta llenar su casa de fotos familiares, como pudimos ver en esta imagen en la que Tamara nos descubría otra de las estancias de la lujosa mansión que compartió con su madre. En esta, predominaban los tonos claros y la madera, y a un lado del espejo se veían también las grandes puertas de cristal que permitían el paso de luz natural, algo característico de Villa Meona.

Tamara también compartió esta imagen en su cuenta de Instagram con la que pudimos descubrir las claves de decoración de su dormitorio. El gran protagonismo era el color blanco, aunque lo combinó con el dorado y la madera oscura. 

Dentro de Villa Meona, nos encontramos con un espacio verdaderamente único y cautivador. Esta sala evoca la majestuosidad de las bibliotecas palaciegas, pero con un toque moderno que se evidencia en el ordenador y el increíblemente cómodo sillón en el que se encuentra Tamara. Además, no podemos dejar de mencionar un detalle que encanta a Isabel: las imponentes alfombras con estampados que añaden un toque especial a la estancia.

Villa Meona tenía rincones como este que nos encontramos al final de una de las escaleras de la casa. Un banco de estilo antiguo con un espejo envejecido encima ganaban mucho protagonismo en este espacio. Y como no, otra vez más tampoco faltaban las alfombras con estampados.

La piscina climatizada de la casa de Isabel Preysler estaba rodeada de increíbles puertas con arco y espejo de fondo. También contaba con mobiliario como este conjunto de fibras con cojines primaverales.

Si te habías quedado sin palabras con la piscina climatizada que tenían Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, era porque aún no habías visto el increíble comedor que se encontraba junto a ella. Con los grandes ventanales de cristal y marcos blancos, se lograba crear un lugar superromántico y acogedor para grandes celebraciones. 

Por si fuera poco, la casa de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa también tenía una increíble piscina exterior en medio del gran césped perfectamente cortado, que pudimos ver gracias a la foto que colgó Fernando Verdasco, pareja de Ana Boyer, con su hijo Miguel.