Nos pensamos que es lo más sencillo del mundo, pero mantener una casa limpia (limpia de verdad, no de repaso rápido) no es para nada fácil. De hecho, si no te sabes unos cuantos trucos, puede que haya zonas de tu casa que jamás hayas podido limpiar a fondo. De esas en las que ningún producto comercial vale, y solo funcionan los secretos de las expertas.
Una de esas zonas es el baño, y en particular, la famosa cal. Es capa blanquecina que se adhiere a la mampara, a los cristales, a los grifos y hasta a los azulejos, esa con la que todas peleamos, pero que no todas conseguimos derrotar.
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Seguro que, de solo leerlo, algo se te ha movido por dentro. ¡Es hora de acabar con la cal, de una vez por todas! Y te voy a enseñar a hacerlo como una experta. Porque, como dice Laura Giraldo, especialista en limpieza y orden, se puede acabar con la cal “sin apenas esfuerzo, con poco dinero y con un olor muy fresco”. Solo necesitas saber cómo.
El problema de la cal
“Si los vidrios de tu baño lucen con una capa blanquecina, grasa, acumulación de cal y jabón”, nos explica la experta Laura Giraldo, es que tienes un problema de limpieza. Y no porque no limpies a menudo tu baño, sino porque todavía no conoces la fórmula más eficaz para acabar con ella.
La cal no aparece en los baños por falta de limpieza. ¡Para nada! De hecho, a veces el problema es la limpieza en sí. Porque la cal se acumula debido a su presencia en el agua dura. Es decir, en agua con un alto contenido de sales minerales, y particularmente, de carbonato de calcio.
Cuando el agua se calienta o se evapora (algo que sucede, por ejemplo, al ducharte), los minerales disueltos se solidifican y se depositan en las mamparas, los azulejos, los grifos, los cabezales de la ducha y hasta en el lavabo o el inodoro.
Este fenómeno, que puede suceder en cualquier baño, es especialmente prolífico en zonas de agua calcárea, como sucede en muchas regiones del Mediterráneo. ¡Así que ya sabes por qué se te ensucian los grifos por más que los laves!
Hora de acabar con ella
El problema de la cal es que, además de dejar ese aspecto que todas odiamos, a la larga puede acabar dañando los grifos, por ejemplo, haciendo que el coste de su acumulación sea más elevado de lo esperado.
Por suerte, Laura Giraldo tiene una solución. “Si quieres que queden relucientes, tan solo necesitas una esponja que no raye y esta fórmula casera supersencilla de preparar y con productos que estoy segura de que tienes en casa”, comenta en uno de sus vídeos para las redes sociales.
Su mezcla secreta, que lleva usando desde que creó su cuenta de experta, está preparada con:
- 4 cucharadas de bicarbonato de sodio.
- 3 cucharadas de jabón para lavar platos.
- 2 cucharadas de pasta de dientes.
Que no te engañe su sencillez. Giraldo asegura que cuando la probó “no podía creer lo limpio que lo deja todo, sin apenas esfuerzo, con poco dinero y además queda un olor muy fresco”.
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Manos a la obra
Con la mezcla ya preparada, es hora de limpiar. Para ello, nos explica la experta, “solo tendrás que frotar en círculos los vidrios del baño con un poquito de ganas y aclarar con abundante agua, preferiblemente caliente”.
Hecho esto, toca secarlo todo bien, para que no se vuelva a acumular la cal. La experta recomienda hacerlo “con un paño de microfibra seco o con papel de cocina”.
Para la grifería podemos hacer exactamente lo mismo, al igual que para la zona de la ducha o los grifos del lavamanos. “Quedarán limpios y brillantes”, asegura Giraldo.
No es magia, es química
Si ya has probado el truco y has visto los resultados (a mí también me ha dejado alucinada), seguro que te ha parecido un verdadero truco de magia. Pero no lo es, es ciencia. O, mejor dicho, química.
Esta mezcla combate la cal combinando propiedades complementarias que ayudan a desincrustar, disolver y remover los depósitos minerales.
Para empezar, el bicarbonato es un abrasivo suave, que ayuda a despegar la cal incrustada sin dañar las superficies. Su pH es alcalino, lo que le permite reaccionar con los ácidos, como el carbonato cálcico de cal, y facilita su disolución.
Por otro lado, el jabón lavaplatos aporta una acción desengrasante y limpiadora. O lo que es lo mismo, ayuda a eliminar todo lo que no sea cal: restos de jabón seco, polvo, suciedad, etc. Además, ayuda a emulsionar y levantar los residuos de cal cuando estos ya se han aflojado.
Para acabar, la pasta de dientes contiene sílice, que permite frotar y eliminar las manchas difíciles. De hecho, este ingrediente aparece en otras muchas fórmulas secretas de las expertas en limpieza. Además, muchos dentífricos contienen agentes blanqueadores o antisarro, que pueden reforzar la acción del bicarbonato contra la cal.