Tras la muerte del Papa Francisco a los 88 años, el domingo 18 de mayo ya ocupa un lugar destacado en los anales de la historia del Vaticano, pues marca oficialmente el inicio del Pontificado de León XIV. Un año más, la Plaza de San Pedro ha sido testigo del nombramiento del mayor líder de la Iglesia Católica.
La ceremonia ha contado con, además de arzobispos y cardenales engalanados con sus sotanas y mitras, la presencia de más de 150 delegaciones internacionales, donde hemos podido ver los encuentros entre líderes y mandatarios de todo el mundo, entre las que se encuentran las casas reales de España, Bélgica y Mónaco. Ha destacado la ausencia del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en su lugar ha sido relevado por el vicepresidente del país.
Tanto interés despierta la ceremonia y el nuevo capítulo que abre el Vaticano como todos los asistentes a la misma. Y, por supuesto, todos los estilismos que las principales royalties, ya convertidas en referentes de estilo, han dejado durante el acto solemne. No obstante, todos los ojos del sector de la moda y el protocolo han estado puestos en aquellas reinas que disfrutan del Privilége du blanc (privilegio de blanco), un beneplácito permitido únicamente a seis mujeres de cinco monarquías que, en su momento, mantuvieron su fe a la Iglesia Católica durante la Reforma Protestante.
Junto a la Reina Letizia, estas son la reina Sofía, la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo, Charlene de Mónaco y Paola y Matilde de Bélgica. Para el resto de asistentes, el protocolo estándar marca el uso del color negro en la vestimenta, ya que se trata de una misa solemne.
La Reina Letizia ha llevado el vestido blanco más elegante para bautizos y comuniones
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Como reina católica, Letizia Ortiz ha hecho uso de uno de los beneficios que le ofrece el Vaticano: vestir de blanco en esta y en las consiguientes misas de inicio de Pontífice. Así, el estilismo elegido por la Reina de España ha destacado por la elegancia natural que caracteriza a la monarca.
El protagonista absoluto ha sido un vestido midi impoluto, de líneas puras y corte recto de la marca española Redondo Brand, que las mujeres más elegantes pueden replicar en celebraciones como bautizos, comuniones o cualquier evento donde el protocolo permita ir vestida de blanco. Un detalle del diseño, aparentemente sencillo, que ha colmado de elogios de la crítica es el drapeado asimétrico del torso, un elemento sutil pero muy favorecedor que aporta sofisticación sin restar sobriedad al conjunto.
Incluso, resulta una opción idónea para esas novias que apuestan por una ceremonia civil y buscan un vestido blanco refinado, contemporáneo y sin excesos, pero con toda la elegancia que la ocasión merece.
Lo ha combinado con una mantilla de encaje en un tono de blanco más roto, que ha optado por llevar sin peineta. En pro de la contención, su Majestad se ha decantado por unos sencillos pendientes de perlas australianas.
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Ha rematado el vestido con unos zapatos en punta, de tacón sensato y en color nude. Este gesto, muy bien pensado, ayuda a estilizar las piernas, ya que el color del calzado se asemeja al tono de piel de Letizia y consigue que el largo del vestido no le reste altura de forma visual. Un truco de estilo que todas deberíamos poner en práctica en cualquiera de nuestros eventos, especialmente cuando la longitud de la falda llega casi a la línea del tobillo.
Sin duda, un estilismo sobrio acorde a la solemnidad del acto, que la ha consagrado —una vez más— como una de las royals más elegantes de la velada. Un look que, además, te servirá de inspiración para acertar sin esfuerzo en tus próximos eventos más formales.