Cuando Televisión Española anunció la muerte de uno de los personajes de ‘La Promesa’ en la programación especial de tres capítulos que emitió este miércoles, nadie podía imaginar que ese triste desenlace sería para una de sus figuras protagonistas: Jana Expósito. La actriz Ana Garcés (25 años) se ha despedido para siempre de los ‘promisers’ -como así se conocen a los fieles seguidores de esta ficción galardonada con un Emmy Internacional en la categoría de Mejor Telenovela 2024- con gran pesar.

“Con este carrusel os digo adiós. Os digo adiós con lágrimas en los ojos y las manos en el pecho como muestra de agradecimiento. Este proyecto, estos años de rodaje y este equipo han sido lo mejor que me ha pasado y que nunca imaginé que me llegaría a pasar”, escribía horas después de conocerse su destino a través de su cuenta de Instagram, donde acumula más de 59.000 seguidores.

Ana Garcés
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Ana Garcés da vida a Jana Expóxito en 'la Promesa'

Apenas tenía 23 años cuando le dieron la oportunidad de formar parte del elenco de esta ficción que se ha convertido en el gran bastión de la televisión en la franja vespertina. Compartir escenario con actores de la talla de María Castro, Arturo García Sancho o Manuel Regueiro, entre otros, era una propuesta imposible de rechazar.

trabajó como dependienta en madrid

Vallisoletana de nacimiento, la joven supo desde bien pequeña que quería dedicarse a la interpretación. Antes de hacer las maletas para encontrar en Madrid su gran oportunidad en las artes escénicas, participó en varias producciones teatrales y audiovisuales. En la capital tuvo que trabajar dependienta en una tienda de ropa para costearse el alquiler, sabiendo que en algún momento le llegaría esa gran llamada que le cambiase la vida.

Así fue con ‘La Promesa’. “Tenía que pagar un piso y busqué un trabajo de media jornada porque pensé que, si salía algún casting, podría compaginarlo. La misma semana que se me acababa el contrato en la tienda de ropa en la que estaba, cuando me quedaba sin trabajo, me llamaron para La Promesa”, contaba en una entrevista en ‘¡Hola!’. 

Ana Garcés
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Un golpe de suerte que recuerda como si fuera hoy: “Cuando me dieron el papel, sentí como que me había tocado la lotería, pero no sabía por qué. Me preguntaba: ‘¿Qué papeletas he echado yo para que me toque esto?’. Así que la verdad es que estoy cumpliendo un sueño”. Nunca pensó que su fama llegara tan lejos con este proyecto. Hasta su familia la llama cariñosamente Jana. “Vivo en el centro y allí están más acostumbrados a ver gente conocida, entonces te miran, comentan, aunque no se acercan tanto. Pero si entras en un supermercado o en cualquier otro sitio, sí”, relataba.

Su relación estrecha con Enrique Fortún

Más allá de su carrera es una intérprete de lo más discreta, aunque hay rumores de una posible pareja sentimental. Los mentideros aseguran que Ana Garcés, que también tiene grandes dotes para el canto y sabe tocar la guitarra y el ukelele, podría estar viviendo una historia de amor con su compañero de telenovela Enrique Fortún, Lope en 'La Promesa'.

Enrique Fortún y Ana Garcés

Enrique Fortún y Ana Garcés

Ninguno de los protagonistas ha confirmado nada, pero hay pistas que apuntan a ello. Sin ir más lejos, el pasado verano coincidió que estuvieron por las mismas fechas de vacaciones en Grecia, tal y como demuestran las fotografías que subieron a sus respectivas redes sociales. Además se les ha visto de lo más cómplices en las galas y las alfombras rojas por las que han desfilado en los últimos meses.

SU FAMILIA, LO MÁS IMPORTANTE PARA ANA GARCÉS

Sea amistad o algo más, lo cierto es que Ana Garcés lleva por bandera la discreción. La bella intérprete ha optado por dejar de lado esas cuestiones y centrarse en su trabajo. Cuenta con todo el apoyo de los suyos, que son lo más importante en su vida. Se considera una persona muy familiar aunque con todo el éxito de la ficción no pasa con ellos todo el tiempo que le gustaría: “Pasamos mucho tiempo rodando y terminas cansado física y emocionalmente. Intento ver a mis amigos y familia y tener vida, claro, pero es cierto que en plató hablamos y socializamos tanto que, cuando llego a casa, necesito tranquilidad, leer un poco…”.