Eva Longoria (50 años) siempre soñó con ser modelo, pero la altura le impidió subirse a las pasarelas. El destino le tenía preparado un hueco importante en la industria del cine, donde, a día de hoy, es una de las actrices de mayor renombre. Acaba de recoger el Premio Honorífico en la XII edición de los Premios Platino, uno de los eventos más especiales del cine y las series de televisión iberoamericanas, por toda su trayectoria y su incansable labor en favor de la visibilidad latina en el audiovisual mundial, y estos días desfila por la alfombra roja del Festival de Cannes como si de su propia pasarela se tratara. Pero bien podría haber sido también cocinera.
De la menor de cuatro hermanas, todas ellas criadas en un rancho de Texas, se conoce todo. O al menos, eso se pensaba. Su paso por el micro del chef Dani García en una entrega del podcast Desmontadito, ha desvelado nuevos detalles sobre la vida de la protagonista de Mujeres desesperadas. Desde que es una fan incondicional de la cebolla hasta que es una experta haciendo fabada.
¿De dónde nace la pasión de Eva Longoria por la cocina?
Es conocido por todos su pasión por la cocina, pero hasta lo que ahora no se sabía era cuándo nació ese amor por los fogones. "Tenía seis años y tenía hambre y mi madre me dijo que cocinase algo. Recuerdo cómo empujé una silla para prender el fuego con una cerilla. Puse la sartén e hice un huevo. Fue horrible porque lo hice sin aceite y con cáscara de huevo y todo. Pero recuerdo lo orgullosa que me sentí. Y me enamoré de la cocina", confesaba Eva Longoria el pasado año a Dani García.
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Entre sus comidas preferidas se encuentran los frijoles con tortitas de harina, la fabada y el picante. Su primer jalapeño lo probó con apenas seis años. "Nunca comíamos fuera porque todo nos lo daba la tierra del rancho en el que viví en Texas. Teníamos la temporada de sandía o la de calabaza, por ejemplo. Es cierto que una vez al mes, mi madre nos compraba pizza, pero teníamos que tirar la caja en la basura del vecino para que mi padre no se enfadara. Crecí con verduras, de verdad", decía sobre aquella infancia que recuerda con mucho cariño.
Todo cambió cuando se marchó a vivir a Los Ángeles para estudiar en la universidad. Ahí empezó a comer comida rápida. De hecho, la veterana actriz trabajó durante cuatro años en un local de hamburguesas. En esta etapa aprendió mucha cocina porque era ella quien cocinaba en el apartamento que compartía con unas amigas: "Era la mejor cocinera. Tenía que inventar mucho porque no teníamos dinero".
Hoy es una auténtica experta en los fogones que bien podría ser una de las próximas concursantes de 'MasterChef Celebrity'. Su especialidad los jalapeños y la fabada, aunque, tal y como confesó, es más de beber que de comer. Y es que Eva Longoria tiene mucho de española. "Tengo un 70% de asturiana en mi ADN. Cuando me hice la prueba lo descubrí. No sabía que el porcentaje era tan alto en mi sangre. De hecho, hay un pueblo en Asturias que se llama Longoria", admitió.
El secreto del guacamole de Eva Longoria
Durante la charla que mantuvo con Dani García en Marbella también aprovechó para darle algún que otro consejo al chef en su campo, como su receta del guacamole. En ese punto de la conversación tuvieron un pequeño roce incluso. "El guacamole es muy sensible porque nunca tiene ajo ni tampoco mayonesa. Los mexicanos son muy puros. Pones un poco de limón amarillo, un poquito de sal y cilantro", le dijo.
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El problema llegó cuando el afamado chef le preguntó por el tabasco que él sí utiliza en su receta. Eva Longoria no se lo podía creer: "Noooo... ¡Oh my God! El tabasco es vinagre, no picante. ¿Cómo? ¿Por qué estás poniendo tabasco?". Muy decepcionado, Dani García admitió después de las palabras de la actriz que su guacamole era un desastre.