La asertividad: cómo atreverse a expresarse

11 de noviembre de 2017, 05:00

Estoy muy interesada en mejorar mi asertividad, porque tengo muy poca. En la cola del pan, soy incapaz de quejarme si se me cuelan. En una reunión del trabajo, siempre callo en vez de explicar mis ideas. Tampoco sé decir “no” a la gente. ¿Qué puedo hacer?

La asertividad es un tema muy importante en psicología porque mucha gente tiene problemas para expresarse en momentos difíciles. Mi método para aprender a hacerlo es habituarse a usar la “sugerencia” en vez de la “exigencia”. La “sugerencia” es una técnica que consiste en pedir las cosas dándole al otro la posibilidad de hacerlo o no. Sin enfadarse, con amor. La fórmula ideal es: “Me encantaría que hicieras esto, pero si no puede ser… yo te querré siempre igual”. Cuando decimos las cosas así, sintiéndolo de verdad, ya no hay dificultad.

No exijas, sugiere

El problema es cuando “exigimos”: “¡Si no lo haces así, no lo podré soportar!”. Esta formulación es muy neurótica y violenta porque te estás haciendo débil a ti mismo. Te estás poniendo a ti mismo en una situación de no-lo-puedo-soportitis. Además, el otro no suele aceptar fácilmente una imposición y es fácil que haya conflicto.

Yo, desde que uso la “sugerencia” y no la “exigencia”, me ha cambiado completamente el mundo de las relaciones. Consigo el 80% de las cosas que deseo de los demás, sin coste emocional. Antes, solo obtenía un mero 10% y enfadándome cada dos por tres.

Aprender a decir "no"

Con respecto a decir “no”, te recomiendo varios trucos. El primero es que uses excusas y mentirijillas para poder negarte sin que los demás se enfaden. El segundo es que recules cada vez que lo necesites y digas las cosas por escrito. Es decir, aunque hayas dicho que “sí” a una propuesta, no te preocupes. Luego, envías un email diciendo “no puedo” con una excusa y lo arreglas.

Soy muy fan del lenguaje escrito porque decir las cosas cara a cara puede ser muy difícil, pero por suerte, el ser humano ha desarrollado la escritura, que nos echa una mano haciendo la comunicación más sencilla. No te cortes a la hora de usar correos, el móvil o lo que sea cada vez que te cueste decir algo.