PARA CHUPARSE LOS DEDOS

Santander y sus paradas gastronómicas TOP: dónde y qué comer

¿Aún no conoces Santander? Hoy te presento algunas de mis paradas favoritas de la ciudad. ¡Se te hará la boca agua!

Willian Justen de Vasconce vía unsplash

21 de septiembre de 2021, 12:06

La capital cántabra es una de mis ciudades favoritas de España y, además, destaca por su excelente gastronomía. Allí es posible disfrutar de una oferta culinaria de altísima calidad y a precios asequibles ¿Qué más podemos pedir? Y qué decir de sus productos y su excepcional materia prima… Hoy os hago un recorrido por algunas de mis paradas favoritas de la ciudad. Hay muchas más, pero no caben en un solo artículo. Lo mejor es vayáis y las descubráis in situ porque Santander nunca defrauda.

Una visita al mercado

Ubicado en un edificio histórico junto al Ayuntamiento, en el mercado de la Esperanza vas a encontrar expuestos y fresquísimos los mejores pescados y mariscos del Cantábrico. Entre sus más de ochenta puestos te vas a recrear con un auténtico festival de merluzas, bonito del norte, rodaballos, bocartes, lenguados, rapes, atunes, machotes, percebes, bogavantes, cigalas, zamburiñas, centollas, caracolillos, almejas…¡Y mucho más!

El aperitivo con el mejor vermut

¡No hay nada que nos guste más que un buen vermut! Santander mantiene intacta la tradición y la Vermutería Solórzano es toda una referencia. Además, nos encontramos ante uno de los establecimientos más longevos, inaugurado allá por el año 1941. Todavía conserva retazos de su historia, como la barra de mármol con la clásica hendidura para colocar los vasos de vermut. En esta casa hay más de 150 referencias, siendo la estrella el que traen desde Reus, donde envejece en barricas mediante el sistema de solera.

  • Para picar te recomiendo las gildas, mejillones, anchoas, las croquetas y, por supuesto, las rabas. ¡Buenísimo!

El buen cocido montañés

Como el cocido lebaniego, este tradicional y contundente plato de cuchara se sirve en casi todos los restaurantes. ¡Y a puchero completo para que los comensales puedan repetir! En Fuente De, siempre concurrido, lo sirven muy rico por diez euros. Sus raciones, como el queso picón, el lacón o las croquetas caseras, son abundantes y muy económicas. Y para rematar… pídete su famoso (y digestivo) té del puerto.

  • El Castellano es otro restaurante ideal para degustar este cocido típico.

Tapear sin parar

La zona del Cañadío, Puerto Chico y Río de la Pila es el paraíso de las tapas ricas y variadas. Por citar a tres míticos, elijo El Diluvio para disfrutar su tortilla de patatas con callos y el pincho de mollejas con setas; El Machi con sus mejillones, las rabas, el rape o sus arroces; y Casa Lita y su inmensa barra, repleta de una variedad inmensa de tapas apetecibles y suculentos. ¡No te podrás resistir!

Un clásico atemporal

El Riojano es toda una institución santanderina, inaugurado en la década de los 40 del siglo pasado. Se trata de un restaurante de visita obligada. Su bacalao con tomate y los pimientos rellenos son dos de sus platos de toda la vida que hay que probar. Pero atención a los nuevos clásicos, como la ensaladilla rusa (entre las mejores de España) o la tortilla guisada en salsa de callos. Otros platos de su carta que no hay que perderse: los pimientos del piquillo rellenos de carne, los caracoles a la riojana, el pastel de cabracho, los bocartes del Cantábrico o los pollos de raza pedrés.

  • Comienza con sus pinchos: el Riojanito de chorizo alvino blanco, y el Sputnik de sardinilla en conserva con aliño picante.

Para todos los bolsillos

El Puerto Pesquero santanderino cuenta con una zona de restaurantes, uno al lado del otro, en donde se sirven buenos platos de cuchara, recetas tradicionales, cocina honesta, y pescados y mariscos recién sacado del mar con precios aptos para todos los bolsillos.

  • Los Peñucas es el restaurante más popular; su arroz marinero y la marmita de temporada son indispensables.

Marisco a precio asequible

Una opción muy buena (si no vas buscando lo último en decoración e interiorismo) es Marucho. Buenas almejas en salsa verde, cigalas, percebes, besugos o rodaballos. El local no cuenta con más de diez mesas y resulta complicado conseguir sitio.

A todas horas

El barrio del Ensanche se ubica en una de las zonas más concurridas de la ciudad. Allí, Días del Sur abre desde las diez de la mañana con una oferta de desayunos que se centra, principalmente, en cafés de barista y pinchos de tortilla recién hecha: de patata y rellena de bonito. Entre los entrantes pide los bocartes frescos; la crème brûlée de foie casera con chutney de manzana; el tomate de Cantabria que se prepara aliñado con cebolla o la empanada de la abuela, rellena de pisto y huevo. Imperdibles sus guisos marineros, como el arroz con cachón encebollado o los garbanzos guisados con gambón; muy ricos los callos y su merluza asada sobre patata panadera y sofrito.

  • Para las más golosas: entre los postres sobresalen el flan y la leche frita con sopa de merengada.

Cocina de lujo

Imprescindible El Serbal, premiado con estrella Michelin. Elaboran platos de alta cocina inspirados en la materia prima local. También cuentan con una excelente bodega. Para los amantes de las recetas más tradicionales, el buen marisco, la cocina casera y las mejores piezas de pescado fresco, hay que dejarse caer por el restaurante El Puerto.

  • La Mulata es otra gran opción y, además, organizan jornadas y ferias: del centollo, del pulpo, etc.

Haciendo triplete

El Cenador de Amós es el restaurante triestrellado de Cantabria (tres Michelin, tres Soles Repsol). Situado en una preciosa casona-palacio del siglo XVIII de Villaverde de Pontones (solamente el entorno ya merece el desplazamiento), el chef Jesús Sánchez ofrece unos menús degustación de autor en los que interpreta a su manera el mar, la huerta y la montaña cántabra. Buenos maridajes, panes recién horneados y algunos platos inolvidables, convierten la experiencia en imprescindible.

Productos gourmet

En pleno paseo de Pereda se ubica una de mis tiendas favoritas para comprar caprichos culinarios, Doña Tomasa. Aunque se iniciaron como expertos en anchoas de Santoña, se han ido especializando en conservas y productos gourmet. Cuentan con referencias de gran calidad. Almejas, berberechos, mejillones, ventresca, sardinillas, boquerones en vinagre, pisto casero, aceites, ibéricos, foie, chocolates, dulces caseros, aperitivos… Cruzar sus puertas es un peligro porque te vas a querer llevar todo.

  • ¿Lo mejor? Cuentan con un establecimiento en Madrid que también sirve a domicilio.

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