Una de las mayores preocupaciones de las mujeres a partir de los 40 es la carne flácida que cuelga de los brazos, también conocida como alas de murciélago. Esto ocurre cuando se pierde firmeza y tono en la piel y los músculos, sobre todo en la parte posterior de los brazos. Los factores pueden ser diversos, pero sobre todo tienen que ver el envejecimiento, la pérdida de peso, la genética o la falta de ejercicio.
Una de las mujeres que mejor ha sabido combatir esa flacidez que viene dada con la edad ha sido la Reina Letizia que, con constancia y paciencia, logró cambiar su apariencia física y pasó de estar delgada a tener un cuerpo definido, destacando los brazos. Pero no hace falta ser la reina para conseguir esa definición con una rutina de ejercicios muy sencilla que puede hacerse en casa y que está corroborada por una entrenadora.
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Pero antes vamos a responder a una pregunta que quizá esté pasando por tu cabeza: ¿por qué esto ocurre en los brazos y no en otras partes del cuerpo? Esta zona presenta unas características que no comparten otras como las piernas o el abdomen. Entre ellas destacan la piel más fina y menos resistente al paso del tiempo, la menor cantidad de masa muscular o la exposición al sol que puede disminuir la elasticidad y firmeza.
La rutina definitiva para decir adiós a la flacidez de los brazos
La entrenadora e influencer Vanessa Ricciardi -@vanefit_motivation en Instagram- comparte la manera perfecta de eliminar los brazos que cuelgan. Tan solo hacen falta "un par de ejercicios, una goma y diez minutos al día". Los ejercicios que propone están enfocados al bíceps por un lado y al tríceps por el otro y en todos es necesario utilizar una goma. Según la fuerza de cada una, podemos ir variando de tensión baja a alta.
- El primer ejercicio para bíceps consiste en sujetar la goma con el brazo extendido ligeramente hacia arriba. Con la otra mano mirando hacia nosotras cogemos el otro extremo de la goma. Tiramos hacia nuestro hombro dejando el brazo a unos 45 grados. Hacemos 10 repeticiones por cada lado.
- Después toca el turno del tríceps. Con la mano contraria sostenemos la goma a la altura de la cara y con la que va a hacer el ejercicio agarramos la goma y tiramos hacia el suelo, dejando el brazo completamente recto. De este hacemos 20 repeticiones por cada lado.
- Para el siguiente tenemos que colocarnos de rodillas y poner en 90 grados una de las piernas. Pasamos la goma por debajo del pie en el mismo lado del brazo que vamos a utilizar. Es decir, si vamos a hacer el ejercicio con el brazo derecho, pasamos la goma por el pie derecho. Apoyamos el codo en la parte interna de la rodilla y tiramos de la goma hacia el hombro. Hacemos también 20 repeticiones por brazo.
- Ahora nos ponemos de pie y volvemos a pisar la goma con el pie. Nos agachamos ligeramente para agarrar la goma y la llevamos del ángulo del pie hacia atrás, estirando el codo. Completamos 20 repeticiones por cada brazo.
- Sentadas en el suelo flexionamos las rodillas a 45 grados y colocamos la goma en el pie. Agarramos la cinta con la misma mano, colocamos el codo sobre la rodilla y la llevamos hacia nuestro hombro. Hacemos 20 repeticiones por cada lado.
- El último consiste en sostener la goma frente a nuestras rodillas. La mano que queda quieta se coloca sobre el muslo, echamos la espalda suavemente hacia delante y con la mano contraria extendemos la goma hacia afuera, dejando el codo recto. De este hacemos 10 repeticiones por cada brazo.
Esta rutina es ideal y muy fácil de hacer para conseguir esos brazos perfectos que siempre hemos querido. La entrenadora recomienda hacerla tres o cuatro veces por semana repitiendo cada grupo de ejercicios tres veces. Con esto podrás ver resultados sin necesidad de gastar un dineral en gimnasios ni entrenadores personales.