10 cosas que tu vagina intenta decirte

Puede que el origen de tus molestias no esté en tu neceser sino en el cajón de tu ropa interior. Los tejidos sintéticos, por su composición, son más alergénicos. Opta por ropa interior 100% algodón porque facilita la transpiración y no contiene productos químicos a los que puedes ser alérgica. Evita pantalones y prendas íntimas muy ajustados, para no tener rozaduras y que no se acumule la humedad.

La depilación es poco higiénica y puede causar problemas. Una cosa es hacerse las ingles y la otra afeitar toda la vulva. La cuchilla y la cera provocan pequeños cortes que a veces ni se ven pero son una puerta abierta a las infecciones y que pueden provocar bultos en las ingles, por ejemplo. Puedes recortar el pelo y depilar solo el área lateral, porque esta zona roza menos al tener relaciones sexuales.

La vagina tiene mecanismos para limpiarse sola. Los geles corporales agresivos y las duchas vaginales destruyen la flora natural que la protege. Si las bacterias malas, hongos y protozoos entran en tu vagina, es probable que se irrite. Para prevenirlo usa jabón neutro y evita los productos que limpian la vagina, salvo que te lo indique el médico.

Aunque pueda sorprenderte, las molestias que notas en tu vagina podrían deberse al detergente o al suavizante que utilizas para lavar tu ropa. Si notas irritación o escozor vaginal, es mejor que elijas detergentes que no contengan tintes y perfumes. No uses suavizantes y asegúrate de aclarar bien la ropa.

Si sufres sequedad vaginal, el lubricante puede ser una buena solución a la hora del sexo. Sin embargo, no cualquier lubricante le va bien a tu zona íntima. Lo ideal es alargar los preliminares, pero si es insuficiente usa un lubricante acuoso e isosmolar, ya que contiene la misma concentración de sales que tus células.

Los síntomas pueden ser irritación, ardor genital, inflamación o infección. Normalmente las molestias aparecen después de tener relaciones con preservativo. Si crees que puedes ser alérgica a alguno de los ingredientes, prueba los que no llevan látex o cambia de marca de preservativo. Pero si no se soluciona acude al médico para que encuentre exactamente el origen de la alergia y la trate.

Lo ideal es lavarse la vulva sin esponjas, porque pueden ser un nido de gérmenes. Utiliza los dedos y pásalos con suavidad por los pliegues de los labios mayores y menores y alrededor del clítoris.

Usa mejor tampones que compresas, porque estas facilitan el paso de gérmenes entre ano y vagina.

Los productos de higiene contienen sustancias químicas que secan la zona y pueden causar alergia. Utiliza productos suaves y específicos para la higiene íntima. Evita los desodorantes íntimos, ya que pueden enmascarar un síntoma, el mal olor, que podría ser indicio de alguna afección. No uses papel higiénico de colores y opta por uno sin perfume. Si la alergia no remite, habla con el médico por si necesitas un tratamiento.

Cuatro de cada cinco mujeres de entre 30 y 50 años presenta miomas o fibromas uterinos. Normalmente disminuyen de tamaño después de la menopausia, y lo más frecuente es que no requieran tratamiento. Pueden causar hemorragia uterina excesiva durante la regla, dolor o sensación de presión. También pueden ocasionar problemas al orinar si el mioma comprime la vejiga. No se pueden prevenir, por lo que la única forma de controlarlos es que acudas a las revisiones periódicas con tu ginecólogo.

Tener flujo es normal, pero debes fijarte en si cambia de color u olor. Si el flujo es blanco y no huele mal, seguramente estás ovulando. Si es blanco y espeso y la zona está enrojecida, podrían ser hongos. Si es grisáceo y con olor a pescado, quizá tengas una infección por bacterias. Si es amarillo, grisáceo o verde, y va acompañado de picor, podrías tener una infección causada por parásitos.