Picor vaginal: 8 posibles causas y sus soluciones

La causa más frecuente del picor vaginal es una infección por hongos llamada candidiasis. Si la sufres, además de picor sueles notar cambios en tu flujo, que suele ser más espeso y blanco y que desprende un olor más intenso de lo normal. Si esta es la causa del picor, el médico puede recomendarte un tratamiento con óvulos vaginales o con cremas, dependiendo del caso. Pero si el picor se acompaña de dolor al orinar, podría tratarse de otro tipo de infección y afectar a los riñones. Por ello es importante que te fijes en tus síntomas y se lo consultes al médico.

La sequedad vaginal es otra de las grandes causas del picor vaginal y no se da solo en la menopausia como solemos pensar. Las fluctuaciones hormonales nos afectan en muchos momentos de la vida, desde la menstruación de cada mes al embarazo, la lactancia y, sí, en la menopausia. En estos casos puede producirse un déficit de estrógenos que da lugar a la sequedad vaginal y esta falta de lubricación es la que provoca el prurito o picor. Dependiendo de tu caso, el ginecólogo puede recomendarte el uso de cremas hidratantes o la administración local (a través de óvulos o cremas) de estrógenos a dosis bajas y, en el momento de mantener relaciones sexuales, además, utilizar lubricantes.

El exceso de higiene puede ser contraproducente y desproteger la zona vaginal, haciéndola vulnerable a las infecciones. No es recomendable limpiarte con jabón más de una vez al día (si tienes que hacerlo más veces, hazlo solo con agua). Además, es recomendable que uses un jabón de ph neutro porque el ph de la vagina varía con la edad.

Tanto los detergentes como los suavizantes para la ropa pueden resultar irritantes y provocar el prurito vaginal. Utiliza detergentes para piel sensible y evita los suavizantes. 

La alergia al material con el que están hechos los tampones o las compresas o incluso los preservativos o los juguetes sexuales puede dar lugar también al picor vaginal. Normalmente se debe al uso de compresas o tampones hechos con derivados plásticos o tratados químicamente. En este caso, lo ideal es cambiarlos por compresas o tampones hechos con algodón sin tratar. En el caso de los preservativos, puede deberse a una alergia al látex, a los espermicidas o lubricantes con que se acompaña el preservativo. En este caso, se recomienda optar por condones hipoalergénicos sin látex.

Sí, el estrés es el causante de muchos de nuetros problemas y también puede serlo del picor vaginal aunque no te lo parezca. El nerviosismo hace que el cuerpo segregue más cortisol de lo deseable (la llamada "hormona del estrés") y esto desequilibra la producción hormonal afectando a la lubricación vaginal y provocando prurito. Además, el estrés sostenido afecta a las defensas y nos hace vulnerables a las infecciones en general y, por lo tanto, también a las vaginales. Por ello es importante que aprendas cómo gestionar tu estrés (incluso sin meditar).

Las enfermedades de transmisión sexual también pueden estar detrés del picor vaginal. La más frecuente es la causada por tricomas y además del picor se caracteriza por una secreción amarillo-grisácea y por un mal olor muy característicos. Consulta con el médico porque, seguramente, necesitarás tratamiento con antibióticos. Y, por cierto, estos también pueden alterar la flora vaginal, por lo que pídele al especialista que te dé probióticos específicos para protegerla cuando hagas el tratamiento.

Es otro de los motivos por los que se puede alterar la microbiota vaginal y que da lugar a los picores. No es solo llevar mucho tiempo el bañador mojado en verano, también puede deberse a una ropa interior que no transpira bien (por eso se recomienda usarla siempre de algodón) o por no cambiar con frecuencia la comprasa o el salvaslip.