¿Se te acaban las ideas para comer y cenar? Echando un vistazo a estas cenas españolas fáciles me topé con unos calamares a la romana tan apetecibles que decidí rescatar otras recetas elaboradas con este cefalópodo, primo hermano del pulpo y la sepia. Los calamares son más versátiles de lo que parecen, ya que con ellos puedes hacer desde guisos contundentes que te sirven de plato único, hasta bocadillos míticos por los que no pasa el tiempo, pasando por cenas saludables y rápidas para cuando quieres comer bien sin pensar mucho.
Es verdad que, aunque no requieren demasiada elaboración, preparar calamares tiene su cosa. El quid de la cuestión es mantener la textura tan característica que tienen. ¿Cuál es el truco para que no se queden duros? Pues tan sencillo como no pasarte con la cocción. Cocínalos hasta que notes que están tiernos y retíralos enseguida del fuego. Así de fácil. Por otro lado, antes de agregar los calamares a la sartén, asegúrate que está a la temperatura adecuada; así se sella el exterior y mantiene el interior jugoso.
RBA
Los calamares son muy agradecidos: con muy poquito están riquísimos.
Recuerda que después de lavar los calamares, debes secarlos bien con papel absorbente para que no salten en la sartén y además queden más crujientes. También puedes marinarlos para darles más sabor.
Así se limpian los calamares
¿Nunca te has encontrado en esta tesitura? Pues lo que debes hacer es limpiar los calamares retirando los tentáculos, los intestinos, la pluma y la piel. Lávalos bien bajo el grifo y dales la vuelta presionando con el dedo en el extremo más estrecho, como si fuera un calcetín, para retirar los restos que pudiera haber dentro.
A continuación vuelve a darles la vuelta y sécalos con papel de cocina. Retira el pico de los tentáculos, cortando por debajo de los ojos. Haz unos cortes paralelos a lo largo del calamar sin llegar al final, te quedarán como anillas pero unidas por la parte de abajo.
Ideas para tus calamares
¿Necesitas ideas para integrar los calamares en tus menús? Aquí tienes unas cuantas. Escoge las que más te apetezcan y ¡buen provecho!
- A la romana. Tienes la receta más abajo para que puedas hacerla en bocadillo o sin él. Lo más importante, la temperatura del aceite.
- En ensalada. Una opción estupenda para agregar proteínas a cualquier ensalada, ya sea verde, de arroz o las ya tradicionales ensaladas de pasta.
- Acompañados. Entre las recetas con arroz blanco encontrarás una guarnición ideal para los calamares. Muy fácil y perfecto para solucionarte la comida de cualquier día de la semana.
- En su tinta. Resultón y riquísimo. Eso sí, ya puedes tener cuidado y no mancharte porque son manchas de lo más escandalosas.
- Rellenos. Mil posibilidades a tu alcance porque combinan con un montón de cosas. De hecho, te sorprenderá las buenas migas que hace con las recetas con quinoa.
- Brochetas. Ideales para cenas de fin de semana entre amigos. Acompáñalas de una buena ensalada y ¡listo!
- Ligeras. Si prescindes de frituras y salsas con mucha grasa, puedes tener un plato muy saludable a base de calamares y verduras. Los guisantes con calamares que encontrarás a continuación van en esa línea.