Llevar las uñas perfectas es una de mis mayores manías. Por eso, no soporto cuando le salen burbujas, rayones o me pinto sin querer las cutículas cuando me las hago yo en casa. Así que llevo mucho tiempo buscando trucos y recurriendo a profesionales para aprender a pintármelas como si hubiera ido a un exclusivo salón de belleza. Y por si eres tan loca de las uñas como yo, quiero pasarte esos trucos que han hecho que mis uñas mejoren y mucho.
Y es que muchas veces, gestos tan sencillos como pasar un pulidor en un pispás puede hacer que te libres de algunos de estos horrores que a mi, al menos, me sacan de quicio después de tanto esfuerzo para conseguir que queden perfectas y escoger un color bonito que me favorezca.
No exfoliar las manos
Si quieres hacerte una buena manicura es importante empezar exfoliando las manos. Puedes usar un exfoliante corporal. Ayudará a que tus manos se vean más suaves y bonitas. Este es de Clinique.
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No hidratarlas
Después de la exfoliación conviene hidratar bien las manos para que estén perfectas. Para ello, puedes utilizar una crema hidratanteo, si te has puesto en plan SPA, utilizar una mascarilla de manos nutritiva como esta que es coreana. Antes de pintar las uñas, habrá que retirar bien los restos de producto.
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Limar las uñas en ambas direcciones
Es un error muy común y lo hemos visto muchas veces pero lo único que conseguimos limándonos las uñas en ambas direcciones es astillarlas. Utiliza esta técnica solo para los picos que pueden quedar en los laterales de las uñas y el resto hazlo solo en una única dirección.
Esta lima es de Brush Works y la verdad es que es de mis favoritas.
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No hidratar las cutículas a diario
Mientras estás trabajando con el ordenador o viendo un rato la tele después de cenar... cuando te venga bien, pero aplicar un aceite para las cutículas después de hacerte las uñas y a diario es indispensable para que se mantengan perfectas. Después de hacerte la manicura, las uñas sufren (al empujar las cutítulas, limarlas, etc.) y pueden debilitarse así que mímalas un poco con un aceite de cutítulas.
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No retirar las pielecillas
Empujar las cutículas (con cariño, no maltratando la uña) y después limpiar bien la superficie de cualquier pielecilla que se haya quedado adherida a la superficie es súper importante si quieres que tu manicura quede perfecta. ¿Cuántas veces te has pintado las pielecitas por no quitarlas antes? No te preocupes, no eres la única...
Yo estoy enamorada de esta herramienta, ¡menuda maravilla!
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No limpiar las herramientas
Hay mucha controversia en el mundo de las manicuras respecto a si hay que cortar las cutículas o no. Si al final decides hacerlo recuerda tener tus herramientas bien limpias y desinfectadas antes de empezar. De esta forma evitarás posibles infecciones.
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No pulir las uñas
Además de dejarnos una superficie más uniforme sobre la que aplicar el esmalte, los pulidores también consiguen evitar que nos salgan esas burbujitas tan odiosas cuando nos pintamos las uñas. Estas salen por un exceso de grasa en la uña y además de limpiarla con un algodón impregnado en alcohol también conviene pulirlas aunque sea un poco.
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No limpiar bien las uñas
En tus uñas no puede quedar ni rastro de polvo o suciedad cuando vayas a pintarlas. Para eso, pasa un cepillo de cerdas suaves después de limarlas.
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No usar base ni top coat
Aplicar el esmalte directamente sobre la uña es como una especie de sacrilegio en el mundo manicuril. Escoge una base que sea fortalecedora o tenga algún tipo de tratamiento y una vez aplicado el color, pon encima un top coat. Tu esmalte durará más tiempo intacto y brillará más. Este es de Essie.
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Aplicar una sola capa gruesa de color
Es mejor aplicar dos capas finas de pintauñas que una sola capa demasiado gruesa. De esta forma conseguirás un acabado más uniforme y duradero que si echas un pegote de laca. Además, conviene pintar también el borde de la uña.
Echa un vistazo a los colores que más se llevan esta temporada, las tendencias en uñas decoradas y todo lo que quieres saber sobre la manicura.
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Usar acetona
Es verdad que quitar el esmalte con acetona es más rápido y fácil pero la culpa de que se estropeen las uñas es suya y solo suya (no del esmalte). Así que si eres de las que siempre las lleva pintadas, pásate a los quitaesmaltes sin acetona. Tus uñas lo agradecerán.
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