Cuando se trata de determinar qué ingredientes antiedad son los más eficaces en la cosmética actual, un nombre propio destaca sobre el resto. Sí, querida lectora, hablamos de los retinoides, ese grupo de pesos pesados -liderados por el retinol- que han conseguido poner en común a especialistas de todo el mundo. Pero, ¿qué son en sí los retinoides y por qué han conseguido liderar en un campo tan complejo como es el del envejecimiento?
Como nos explica la Dra. Ana Rodríguez-Villa, Directora de IMR Castellana y Especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica, “los retinoides son derivados de la vitamina A capaces de estimular la producción de colágeno, mejorar la renovación celular y reducir las arrugas finas.” Esta, además, apostilla que, junto a la crema solar, “se trata del activo más estudiado y contrastado científicamente en la prevención del fotoenvejecimiento”.
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Un enfoque clínicamente demostrado que corroboran cientos de especialistas como Lourdes Moreno, experta en dermocosmética, quien no duda tildar al retinol (y a sus compañeros de grupo) como “el rey de la cosmética”, ya que, en palabras de la propia Lourdes, “son los únicos que tienen la capacidad de llegar a la mitocondria, o sea a la célula de la piel, coger y decir qué le pasa a esta piel, e identificar los problemas individualmente.” Algo así como que son capaces, con su simple aplicación, de tratar de forma holística todas las necesidades de nuestra dermis.
Un tratamiento integral que solo consigue el retinol (y resto de derivados), pero que, contradictoriamente, no siempre es fácil de conseguir y adaptar dentro de nuestra rutina de skincare. Y es que, como sabemos, el retinol es uno de los activos más complejos a nivel de formulación y sus múltiples variables hacen de él uno de los ingredientes más cuestionados por las consumidoras de a pie.
Hoy, para enfrentar estos interrogantes y adentrarnos en el universo del retinol, repasamos con varios especialistas el cómo, cuándo y qué alternativas existen.
¿Cómo usar el retinol correctamente?
“A mí nadie me dijo cómo empezar a usarlo y la lié parda”, afirmaba Lourdes Moreno en su canal de YouTube al hablar del retinol, pero es que, dado que es un activo con tantísimas cualidades, este también necesita de una pauta medida con la que consiga integrarse cómodamente a nuestra piel.
“El retinol necesita de una pauta. Es un activo muy potente, que tiene muchísimos beneficios, pero también necesita, por ese nivel de potencia, que tú le des a tu piel el proceso de me tengo que acostumbrar al retinol”, añadía Moreno a su experiencia, destacando que ya sea con un tratamiento con retinol, o con cualquier otro derivado, “siempre hay una secuencia establecida con la que tiene que adaptar este activo”.
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Esta secuencia, también conocida como proceso de retinización, se establece en rangos semanales, distribuyendo la aplicación en días alternos con, cada vez, menos margen entre ambos. Es decir, al empezar con el retinol, “la primera y segunda semana, siempre sería una noche sí y dos no. La tercera y cuarta semana, una noche sí y otra no; y a partir de la quinta semana, te lo puedes empezar a poner todas las noches”, explica Lourdes Moreno, advirtiendo que “eso es tanto para empezar con un retinoide como para subir de concentración”.
Junto a estas etapas, también es muy importante el dónde incluir el retinol, ya que no será igual introducirlo con una piel sucia o con una piel enmascarada por una crema más gruesa (aunque, si formas parte del grupo de las pieles sensibles, esta opción sea factible a modo de “efecto sandwich”, para suavizar la irritación que el retinol puede originar).
Partiendo de esta idea, la Dra. Ana Rodríguez-Villa es firme: “lo más recomendable para optimizar y potenciar la efectividad del retinol es aplicarlo solo por las noches después del lavado facial. El empleo de cremas hidratantes muy untuosas antes o después de la aplicación de retinol puede disminuir la potencia del mismo.”
¿Con qué ingredientes puedo combinar el retinol cuando estoy empezando?
Una de las preguntas más repetidas cuando una mujer se introduce en el universo del retinol es, ¿con qué productos puedo compaginarlos? Y es que, si bien se trata de un cosmético, digamos, todoterreno, este también puede optimizarse con determinados ingredientes, así como, de forma contradictoria, puede degradarse con otros muchos (y dañar significativamente la piel).
Por ejemplo, atendiendo a los activos que NO debemos utilizar en un proceso de retinización, pero tampoco compaginar en el mismo día con el retinol, destacan el grupo de los ácidos. “Hay que recordar que los ácidos no se mezclan, es decir, nunca uses en la misma noche el retinol y el glicólico. O sea, la potencia máxima y el beneficio para la piel es utilizar un ácido tan importante, como el retinol, una noche, y otro ácido tan importante, como el glicólico, por ejemplo, a la siguiente”, explica Lourdes Moreno en su canal de YouTube.
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Mientras que, atendiendo a los activos que SÍ ayudan a la brillantez del retinol, podemos destacar tres principales. El primero, la vitamina C, dado que ambos activos “hacen una sinergia perfecta, sobre todo cuando trabajamos con formas estabilizadas de estos. Lo estándar, es recomendar la vitamina C por la mañana y el retinol por la noche. Así, por la mañana protegemos con antioxidantes y, por la noche, regeneramos”, nos comenta Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
El segundo será el ácido hialurónico, pues “uno se preocupará de renovar la piel y el otro de humectarla. De hecho, si estamos en la fase de retinización, cuando a veces notamos la piel más sensible, aquí la hidratación que aporta el ácido hialurónico nos ayudará”, explica por su parte Sonia Ferreiro, biotecnóloga y cosmetóloga de Byoode.
Además, siguiendo con este enfoque de sensibilidad, el tercero y último gran activo será la niacinamida, pues este “ayudará a calmar la piel y mejorar la barrera cutánea, minimizando irritaciones”, añade la Dra. Ana Rodríguez-Villa de IMR Castellana.
¿Qué alternativas hay al retinol?
Ahora bien, si iniciado el proceso de retinización, tu piel no consigue tolerar la acción del retinol, es momento de parar (al menos por el momento) su uso. Un uso negativo del retinol puede llevar a un estado de inflamación crónica difícil de enfrentar y de la que la piel no termina de recuperarse al 100%. Por ello, si tu piel, por diferentes causas, no acepta el retinol, sí existen otros ingredientes que pueden equiparar la eficacia de este derivado de la Vitamina A.
La Dra. Marta González, Directora de la Unidad de Medicina Estética de IMR y Especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Medicina Estética, puntualiza tres protagonistas principales:
- Los alfahidroxiácidos, que son buenos exfoliantes y ayudan a reducir las líneas de expresión.
- El bakuchiol, conocido como el retinol de las pieles sensibles, ayuda a combatir el envejecimiento cutáneo y tiene propiedades antiinflamatorias, seborreguladoras y antioxidantes.
- La niacinamida, que es una molécula segura y por lo general bien tolerada incluso en pieles sensibles. La niacinamida mejora la función barrera de la piel, tiene propiedades despigmentantes, antiaging, antiinflamatorias, seborreguladoras y antioxidantes.