Elsa Pataky es una de las celebrities españolas con más proyección internacional, que no solo destaca por su profesión, sino que esa disciplina de trabajo también la traslada a sus entrenamientos. Su estilo de vida saludable y activo, se refleja tanto en su físico, como en su energía y actitud. A sus casi 50 años, la madre de tres hijos y esposa del actor Chris Hemsworth, no busca cuerpos imposibles, sino bienestar real.

A través de su cuenta de Instagram hemos podido ver un poco de su rutina fitness, a la que pone mucha dedicación y propósito, especialmente entre la conexión mente-cuerpo. Lejos de modas efímeras o entrenamientos imposibles, Elsa ha demostrado que se puede conseguir un buen físico, siempre y cuando te pongas objetivos realistas.

Entrenar con propósito, no con obsesión

Esta filosofía es algo realmente importante y una de las bases del entrenamiento de la actriz. Aunque es constante y disciplinada, no convierte el ejercicio en una obligación. Desde muy joven sintió fascinación por los cuerpos fuertes y definidos, especialmente los de atletas olímpicas, y desde entonces ha trabajado con objetivos claros: mantenerse fuerte, ágil y en forma.

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@elsapataky

“Empecé desde muy joven”, cuenta a la revista Body+Soul. “Mi padre amaba el deporte —veíamos los Juegos Olímpicos juntos y yo me obsesionaba con los cuerpos tonificados y fuertes de las gimnastas y corredoras. ¡Amaba sus abdominales! Así que quería tener un cuerpo como el suyo. Me gustaba el deporte y empecé a entrenar con ese objetivo: tener abdominales”, afirma.

Suele combinar ejercicios de fuerza, con pesas y mancuernas, sesiones de alta intensidad (HIIT) y rutinas cardiovasculares, con otras disciplinas más suaves que abarcan esa área emocional, como el yoga o el pilates. Siempre escucha a su cuerpo y lo que necesita, siendo el post la mejor recompensa. “Incluso cuando pensaba “no tengo ganas”, terminaba sintiéndome genial después. Me encanta comer sano y sentirme fuerte. Siempre me ha gustado estar musculada, aunque a veces me pasaba... pero era mi elección”, añade. 

Músculo como símbolo de salud 

Aunque se ha avanzado mucho en el tema del fitness, siendo cada vez más las personas que entrenan de forma habitual, es cierto que hay una concepción un poco anticuada que dictamina que las mujeres musculadas no son atractivas, algo de lo que Elsa reniega por completo. 

“Cuando empecé a entrenar tenía miedo de desarrollar demasiados músculos", recuerda. “Te subes a la báscula y dices: “¡Dios mío, he ganado peso en lugar de perderlo!”. Pero eso es porque estás creando músculo, y el músculo es buenísimo: quema grasa”, declara a la revista australiana. 

“Siempre digo a las mujeres que no tengan miedo de estar musculadas, porque el músculo mantiene todo en su sitio. Con la edad, todo empieza a caerse. Y la única manera de evitarlo es el músculo. Al principio puede parecer que ganas peso, pero eso cambia poco a poco. Hay que tener paciencia”, continua. 

Y es que el entrenamiento de fuerza es fundamental a medida que envejecemos, especialmente en mujeres con la llegada de la menopausia.  Este nos ayuda a mantenernos activas, mejorar nuestra postura y responder con mayor rapidez a los cambios. 

El yoga y la importancia de la flexibilidad

Como bien te hemos adelantado anteriormente, Elsa también hace otros deportes para complementar esos días en los que se mete más caña y necesita que el cuerpo se recupere. "Después descubrí el yoga, y aprendí a estirar los músculos para que se vean más bonitos", explica a Body+Soul.

“Es una combinación perfecta para mí: las pesas me dan fuerza, y el yoga estiliza, alarga. Así el cuerpo no se ve voluminoso, sino elegante”, confirma. “Soy bajita, mido 1,60 m, y ser muy musculosa no me favorece... pero el yoga cambió mucho mi cuerpo”, añade. Además, le aporta calma mental, respiración consciente y una reconexión con su interior, algo que considera esencial para llevar una vida tan activa y mediática.

Los beneficios del ayuno intermitente 

Por mucho que entrenemos a diario, si no cuidamos nuestra alimentación no veremos los resultados deseados. Esta balanza es algo que la actriz tiene siempre muy presente. Eso sí, aunque no sigue dietas restrictivas ni patrones extremos, sí que se ha iniciado en el mundo del ayuno intermitente gracias a su marido. 

“Él fue quien me introdujo al ayuno. Al principio no estaba segura, me parecía difícil. Pero empecé a leer sobre los beneficios antienvejecimiento y dije “¡estoy dentro!”, dice. “No quería perder peso, solo probar. Y aprendí que, si tu cuerpo no necesita adelgazar, no lo hace. Lo comprobé en mí misma”.

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@elsapataky

“La primera persona que conocimos que hacía ayuno estricto fue su madre. ¡Está increíble! Tiene casi 60 años y cada año se ve mejor. Empezó con un día de ayuno a la semana y luego pasó al de 15-16 horas diarias. Al principio cuesta, pero el cuerpo se acostumbra. Como madre es fácil, entre el desayuno de los niños, llevarlos al cole… te das cuenta de que no has comido aún. Luego desayuno más tarde”, declara. 

Pataky apuesta por una alimentación basada en comida real, equilibrada y con ingredientes nutritivos. No se prohíbe caprichos, pero prioriza lo que le hace sentir bien. Suele cocinar en casa, como ha confirmado en otras ocasiones, leyendo las etiquetas y prestando atención a cómo reacciona su cuerpo a ciertos alimentos.

Lo que hace especial la rutina fitness de Elsa Pataky no es la intensidad ni la perfección, sino la coherencia. La forma que tiene de entrenar, comer y cuidarse es un reflejo claro de lo que es tener una relación sana con tu cuerpo, algo de lo que todas deberíamos de aprender (más allá del propio peso).