¡Click, click! Los fotógrafos hacen disparar sus cámaras. Letizia estrena nuevo corte de pelo y cada movimiento de melena de la Reina es un disparo. En todas sale espectacular. Pareciera una modelo profesional; y modelo no, pero profesional, por de más. Con los años ha desarrollado la técnica perfecta para presumir de una fotogenia (casi) inherente. 

Para poder conocer los trucos de Letizia, hemos consultado a un fotógrafo profesional para que nos desgrane los mejores trucos que la Reina siempre aplica cuando tiene reporteros cerca. 

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Letizia saca ventaja a su pasado profesional

“Si algo caracteriza a la reina Letizia es su profesionalidad y elegancia”, nos empieza diciendo Raúl Rodriguez. Y, directo, como una flecha, da con la clave de por qué la Reina tiene un verdadero expertisse ante las cámaras: su pasado profesional. “Sin duda, su bagaje como periodista le ha ayudado a interactuar ante las personas y por supuesto ante los fotógrafos. En pocas ocasiones vemos fotografías de la reina mirando directamente a los objetivos, por lo que su rostro se aprecia más armonioso”. 

Reina Letizia
Gtres

Jamás lanza una mirada a las cámaras. Aunque la nube de fotógrafos sea descomunal, ella actúa como si no estuvieran ahí. Con ello, dota de máxima naturalidad sus apariciones públicas. Casi como si fuera una estrella de un programa de telerrealidad del estilo Kardashian. Nunca mirar al objetivo y ofrecer movimientos fluidos para ser captada de la manera más fresca. 

 

 

Los dos tipos de posados de Letizia 

Cuando uno revisa las imágenes de Letizia hay de dos tipos, una, esas en las que ella está en movimiento, saludando y ejerciendo sus funciones como representante la Corona; y dos, el posado institucional. Aquí conocemos a la Reina más estática y que toma prestados muchos trucos de sus años al frente del telediario de la noche. 

Letizia
Gtres

Letizia tiene una mirada profesional y seductora”, nos cuenta Raúl, una herencia de su época de periodista. La Reina entrenó esa mirada ante las cámaras de Canal + y, posteriormente, de TVE. Entonces también aprendió cómo maquillarse, algo que también destaca Rodríguez como una de las claves de su éxito. “Un maquillaje sin excesos que hace que su rostro se vea natural”. 

A la hora de salir bien las fotos más estáticas, la Letizia también se enriquece de tener una excelente salud postural. “Su postura recta y sus looks impecables hacen que los objetivos plasmen una imagen agradable de la reina Letizia”.

 

 

Esto no lo ha conseguido en un día. Viene de muy atrás. De su infancia. Porque si en la televisión aprendió a mirar; en ballet, cuando solo era una niña, aprendió a andar erguida y a poseer una extraordinaria presencia. Lo que aprendió en sus clases de danza no cayó en saco roto y, en la edad adulta, ha seguido perfeccionando una rectitud propia de maniquí. A la Reina le gusta practicar yoga y pilates de manera semanal. La actividad física es esencial en su día a día, algo que abrazó de pequeña y que ya forma parte de su ADN. 

Sin lado malo pero con una pose favorita

Letizia no es caprichosa a la hora de salir desde un ángulo u otro. Ella entiende que debe lucir perfecta desde cualquier perspectiva. Ella, a diferencia de celebridades como Isabel Preysler o Julio Iglesias que se jactan públicamente de ser más fotogénicos de un lado que de otro; no hace distinciones. Sin pensar que su derecho es mejor que su izquierdo. Tiene mucha seguridad en ella misma, lo que le permite jugar a lo anteriormente nombrado, simular que no está siendo ni grabada ni fotografiada, para mostrarse lo más cercana y natural posible. 

Letizia
Gtres

Cuando toca posado institucional, Letizia mira al centro y repite su pose favorita: manos juntas y dedos entrelazados. Resulta cómoda y discreta, así que es perfecta para estas ocasiones. El Rey suele preferir brazos a ambos lados del cuerpo, pero la Reina parece más a gusto con esta otra. Así que, cuando no toca estar con la mano levantada para saludar, tened por seguro que la madre de Leonor y Sofia andará entrlazando falanges. Y, del mismo modo, se lo ha enseñado a sus dos hijas. El juego para la perfecta mirada, tendrán que aprenderlo ellas por su cuenta.