Verano de novedades: estas son las zapatillas que llevarán todas las mujeres, desde las metalizadas a las de lona o crochet

Cuando llega el calor, los pies también piden un respiro. Las zapatillas de verano dejan atrás los diseños pesados y los tejidos cerrados para apostar por siluetas más ligeras, frescas y adaptadas a la estética relajada que demanda el armario estival. Esta temporada, las tendencias en sneakers fusionan funcionalidad y moda con una apuesta clara por la comodidad con estilo. 

El auge del athleisure, unido a la necesidad de calzado práctico para el día a día, ha dado lugar a una variedad de modelos que combinan tecnología y estética. Desde las reinterpretaciones retro hasta las opciones ultraminimalistas, el abanico de posibilidades es amplio. La consigna: frescura, ligereza y un toque cool.

Tejidos que respiran: mesh, lona y crochet

Uno de los grandes protagonistas de la temporada es el uso de tejidos transpirables que favorecen la ventilación del pie. El mesh técnico, ya habitual en modelos deportivos, se traslada ahora a diseños urbanos con colores neutros, siluetas limpias y suelas ultraligeras. También vuelve con fuerza la lona clásica, actualizada en tonos pastel, beiges cálidos y blancos rotos, perfecta para looks de inspiración marinera o natural.

Otra gran novedad es la incorporación del crochet y las fibras tejidas, que aportan un aire artesanal y desenfadado. Firmas como Chloé o Loewe ya han presentado modelos con detalles calados o completamente elaborados en punto de algodón, ideales para combinar con vestidos vaporosos o pantalones de lino. Este tipo de materiales no solo aportan frescura, sino también textura visual, una clave importante para enriquecer un estilismo sencillo de verano.

Siluetas retro: la nostalgia sigue de moda

La estética vintage no se detiene, y las zapatillas con aire retro deportivo siguen ganando terreno. Modelos que recuerdan a los clásicos de los 70 y 80, con suelas de goma, paneles contrastados y logos discretos, se convierten en el comodín perfecto para estilismos casuales con una pizca de nostalgia. Marcas como New Balance, Reebok o Adidas presentan versiones veraniegas de sus modelos icónicos, apostando por colores claros, materiales más finos y plantillas acolchadas para soportar el calor.

Este tipo de zapatilla funciona especialmente bien con shorts de talle alto, pantalones vaqueros amplios o vestidos camiseros. Son versátiles, tienen personalidad y permiten ese equilibrio tan buscado entre lo informal y lo estiloso. Un básico con carisma.

Minimalismo chic: blancas, limpias y esenciales

Si hay una zapatilla que nunca falla en verano, es la sneaker blanca minimalista. Este año se presenta con líneas más depuradas, materiales ultraligeros y detalles en tonos crema, vainilla o gris perla que le dan un aire más cálido. Lo mejor es que combinan con absolutamente todo: vestidos midi, conjuntos de lino, monos fluidos o incluso trajes relajados.

Son especialmente recomendables para quienes buscan una zapatilla atemporal, fácil de combinar y sin estridencias, pero que aporte ese punto urbano y pulido tan característico del estilo actual.

Toques metalizados: brillo sutil para looks estivales

Una de las microtendencias que gana protagonismo esta temporada son las zapatillas con detalles metalizados, especialmente en tonos oro claro, plata mate y cobre rosado. Estos acabados aportan un toque luminoso que complementa a la perfección la piel bronceada y eleva cualquier look sencillo con una pizca de sofisticación. Se llevan en formato discreto —en talones, cordones o logotipos— o como protagonistas, con acabados totalmente metalizados que siguen siendo sorprendentemente fáciles de combinar.

Este tipo de zapatilla encaja muy bien con prendas fluidas, faldas midi y monos estampados. Es la aliada perfecta para quienes buscan un look desenfadado pero con un punto de fantasía, ideal para planes de tarde, cenas al aire libre o escapadas urbanas con aire chic.

Sneakers tipo slip-on: rapidez y elegancia relajada

La fiebre por la comodidad también ha puesto en el radar de la moda las zapatillas tipo slip-on, es decir, sin cordones, que se calzan en un solo gesto. Este modelo, heredado del streetwear californiano, se actualiza en tejidos de verano como lona lavada, punto técnico o algodón troquelado. En colores como blanco, kaki o gris piedra, se integran perfectamente en un armario cápsula estival sin perder estilo.

Su gran ventaja es la versatilidad y ligereza, ya que funcionan tanto para caminar por la ciudad como para llevar en la maleta como comodín estilístico. Combinan genial con pantalones capri, bermudas anchas o vestidos lenceros, y aportan ese aire “effortless” tan característico del nuevo lujo relajado que define 2025.

Zapatillas estilo running: nostalgia de los 90

Este verano, las zapatillas running se consolidan como el calzado estrella más allá del asfalto. La tendencia se reinventa con siluetas técnicas que abrazan la estética futurista, convirtiendo las zapatillas de correr en un accesorio de estilo con pleno derecho. Las prescriptoras de moda ya no solo las lucen en el gimnasio: ahora protagonizan estilismos urbanos, confirmando que la comodidad y el vanguardismo son el nuevo código de elegancia desenfadada.

Entre las claves de la temporada destacan las suelas voluminosas con efecto chunky, que elevan la silueta y modernizan cualquier conjunto. También ganan presencia los acabados metalizados —en tonos plata líquida o cobre rosado— y los tejidos técnicos translúcidos que juegan con la luz y aportan dinamismo al paso. En la paleta cromática, los blancos ópticos y los tonos pastel desaturados conviven con los neones estratégicos, creando contrastes que capturan el espíritu energético del verano.

Las zapatillas fresquitas para el verano 2025 no solo responden a una necesidad climática, sino también estética. Ya sea con jeans amplios, vestidos etéreos o conjuntos coordinados, este tipo de calzado es el hilo conductor perfecto para armar looks estivales con intención. La tendencia es clara: menos peso, más frescura y un enfoque inteligente del estilo. Porque en verano, caminar con ligereza —y con gracia— lo cambia todo.