Son la pareja del momento. Esta semana veíamos en todas las portadas la imagen de Victoria Federica junto al que es ahora su pareja confirmada, Borja Moreno. El empresario, que había mantenido hasta el momento un perfil mediático bajo, pasa ahora a ser protagonista de una historia de amor que va a dar mucho de que hablar en España.

Lo más sonado es, además del romance a fuego lento que parece que se lleva cociendo desde el año pasado, que la pareja comparte casi una década de diferencia de edad. Ella tiene 24 años, él tiene 33.

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Es por eso que hemos contactado con nuestra psicóloga de confianza, Lara Ferreiro, autora de Ni un capullo más, para que nos cuente qué podemos esperar de esta relación. ¿La diferencia de edad puede significar la ruptura de la pareja? ¿Cómo afectará la relación a la Casa Real? ¿Puede Victoria Federica hacer frente a todos los desafíos y cultivar una relación bonita con Borja? En esta entrevista analizamos todos los detalles.

Analizamos la diferencia de edad

Pregunta: La pareja ha hecho su primera aparición pública, y la prensa está que arde. Nosotras nos preguntamos, ¿cómo puede afectar a la pareja la diferencia de edad que comparten?

Respuesta: Mira, hay un estudio en la Universidad de Emory que dice que la edad ideal de diferencia de 1 a 2 años. Estas parejas Tienen menos probabilidades de divorcio porque tienen edades parecidas. De 5 a 10 años de diferencia tenemos un 40% de probabilidad de divorcio, y a partir de 10 años hay un 50%. Si tienes más de 20 años de diferencia, subimos hasta más de un 90% de probabilidades de romper.

O sea, estos tienen un 40% de romper. Ella es más pequeña, él es más mayor. A lo mejor él quiere con 33 años casarse y tener hijos y ella no. Digamos que no están en este punto ideal y sí que puede influir. ¿Por qué? Primero, por diferencia en madurez emocional. A veces no es el complemento perfecto si no es un peligro porque, claro, con 24 años Victoria Federica está es una etapa de búsqueda de identidad, creo además que quiere ser influencer, y está ahí, en sus ganas de vivir experiencia. Es como la royal rebelde. Es su tónica general: escapadas a Miami, fotos virales en Insta, su pasión por la moda y ambientes nocturnos.

Esa edad, los 24 años, está marcada por esa curiosidad vital y necesidad de romper con ciertas normas herederas. Ella es la rebelde de lujo en comparación con su hermano Froiland. De hecho, lo estamos viendo, ella está buscando un lugar en la vida, descubrir quién es más allá de la familia real. El cerebro y la personalidad se forman hasta los 25 años. Ella tiene 24, con lo cual ella todavía no está madura ni a nivel cerebral ni a nivel personalidad.

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Borja, sin embargo, podría estar en otra etapa…

Completamente. Borja Moreno, a los 33 años, es empresario, tiene una vida social más discreta. Está en un momento vital muy distinto, más asentados, con planes de futuro a medio plazo, proyectos laborales consolidados y quizá idea de formar una familia. Y esta diferencia de ritmos emocionales puede crear desajustes, si no existe una comunicación fluida y una compatibilidad alta. Para que las parejas duren tienen que tener unas expectativas comunes. Es decir, pues nos casamos en 5 años, tenemos hijos en 6. Necesitan tener un “para qué”. Porque si no, es una relación pasajera más.

Y además yo siempre digo en estos casos, en relaciones de diferencias de edades tan críticas, tan importantes que sucede algo a tener en cuenta. Porque al final, en estas edades vas a decidir con quién formas una familia, vas a tomar decisiones importantes. Y es fácil que un pase a actuar como mentor o figura protectora, lo que puede llevar a una relación desequilibrada. Normalmente, aunque no siempre, este rol lo asume el mayor y se ve algo así como una figura protectora, más de padre, y entonces hay una asimetría de poder en la pareja. En otros casos no: los miembros de la pareja se retroalimentan y se enriquecen de la diferencia de edad...

La química entre ellos es indudable.

Claro, luego también hay factores de atracción entre ellos. Las fotos lo dejan claro. Cómo se miran, lo prohibido, el poder del estatus... Es decir, no hay que olvidar que este magnetismo también está a la orden del día. El misterio que ambos proyectan, ella una royal de sangre azul, aunque el término azul me pone nerviosita, con fama niña rebelde y él un heredero de apellido respetado y aristócratas de la Costa del Sol, por lo que he leído. Entonces, bueno, pues como que a nivel papel cuché, sí que se pueden complementar y pueden admirarse mutuamente. Al final, pertenecen al mismo círculo social, que en estos entornos también suele influir.

Están en ese enamoramiento, llevan muy poquito. El enamoramiento dura 15 meses, ¿sabes? Están en la parte efervescencia de hormonas bioquímicas a tope, con lo cual no conoces a la parte real. Yo siempre digo que cuando se está en enamoramiento es una especie de campaña electoral. Porque hay un riesgo de idealizar y la bioquímica te anula la zona prefrontal y ya estás en modo imbecilidad transitoria, como diría Gasset. Luego, Victoria dejará su vida, esta que lleva, tan de salir, escándalos mediáticos, etc. Porque Borja es un perfil muy discreto.

La presión mediática

Esa es otra gran diferencia que comparten. ¿Cómo les puede afectar esta forma tan diferente de hacer frente a la presión mediática?

Mira, Borja pertenece a una familia en la que las apariencias y las formas importan mucho, y Victoria ahora mismo está un poco en su época divertida. Entonces, bueno, pues esto también habrá que ver como cae en los entornos de Borja. Y viceversa, cómo cae él en el entorno real. Porque, mira, a lo mejor a Borja, oye, le da ese punto divertido y se deja arrastrar por la adrenalina y la frescura de Victoria. Este tipo de relaciones pueden hacer que o bien ambos desafíen las normas y lleven una vida muy parecida o todo lo contrario, y acaben discutiendo por eso.

La prensa jugará un papel clave en toda esta historia, me imagino. ¿Cómo afecta a una pareja como esta la presión mediática?

Bueno, es que en la relación de Victoria y Borja hay también un tercer invitado incómodo. Es un triángulo o un trío malavenido, y la tercera pata es, como bien dices, la presión mediática. Siendo tan jóvenes, empezar tu relación con un foco, que te estén persiguiendo constantemente, que estés así... Yo estaba en el tenis tan tranquilamente haciendo el tonto, pero es que ella no puede siquiera darle un beso, nada. O si lo hace va a ser incómodo, ¿no? Entonces, he visto muchas parejas que en entornos públicos se sienten con mucha ansiedad un fuerte desgaste emocional, conflictos, rumorología, habladurías, presión por la imagen de la perfección, de ser la pareja perfecta... Esto es la telofobia, el síndrome de la perfección o síndrome de Barbie, que siempre quieres estar perfecta. Y eso también les puede pasar mucha factura. O sea, Borja no es consciente de lo que significa vivir a la sombra de Federica y de la familia del rey.

Borja está más acostumbrada a moverse entre bastidores, no a ser el foco principal, y ahora es el protagonista. A mí, por ejemplo, no me gustaría nada salir con un famoso porque, digo, el coste psicológico… Siempre vas a ser “el novio de”, ya no tienes identidad, es muy complejo de sobrellevar.

Familia real

La familia de Victoria Federica es también un tema importante en todo esto. ¿Qué papel crees que pueden jugar las expectativas familiares en la pareja?

Bueno, aunque en lo público se venda modernidad, las expectativas sociales reales tienen códigos conservadores y lo tendrán absolutamente siempre.

Sí que se ha podido leer que muchos pensaban que Victoria Federica era inmadura o inestable. Yo creo que Leonor, la heredera callada, pero presente, mantiene un perfil diplomático absolutamente neutral. Dentro del círculo familiar, su figura representa todo lo que Victoria no es: discreción, protocolo y deber institucional.

O sea, Victoria y Leonor no tienen nada que ver. Entonces, psicológicamente, para Victoria, la existencia de Leonor supone un espejo constante en la que la están todo el rato comparando y ve expectativas incumplidas hacia ella, con lo cual puede ser que también le importe mucho que piensa en su prima, la futura reina España de su relación.  Puede que inconscientemente su relación con Borja también sea una manera de reivindicar su espacio propio dentro de la familia real y que ella acapare titulares.

El tema está en que Leonor nunca va a opinar públicamente, su actitud va a ser de silencio, pero puede entenderse como una aprobación o desaprobación en función de cómo evolucione esta relación.

Quizá la que juegue un papel más importante sea su abuela, la Reina Sofía, ¿no?

La reina Sofía es la matriarca preocupada. Sofía siempre ha sido gran defensora de la familia tradicional, los valores clásicos y la unidad de la corona. Entonces, si le encaja a Borja, puede ser que esté incómoda por esta diferencia de edad, pero también ella quiere que su nieta forme una familia. Ella es la pieza ingobernable del tablero monárquico: Victoria. Entonces, en privado la puede aconsejar o desaconsejar sobre su romance, y eso hará de aprobación silenciosa de la matriarca, de su abuela, la reina Sofía. Y para Victoria, sentirse juzgada o decepcionar a su abuela puede provocar una mezcla de rebeldía y culpa emocional.

Por otro lado, la infanta Elena es una madre permisiva, pero sufridora. La va a dejar elegir lo que quiera, ella misma ha sufrido el peso del apellido Borbón. Entonces, yo creo que Elena va a apoyar a Victoria en lo público, y en lo privado le dirá las consecuencias mediáticas y familiares de lo que esto puede tener. Sabe lo que es vivir bajo la presión de zarzuela y las habladurías, entonces ella es más comprensiva, pero también lo vive temerosa para que no repita los errores que a ella la han quemado.

Y el rey Felipe VI y la reina Leticia, pues se mantienen oficialmente al margen de la vida sentimental de Victoria. No quieren que les salpique toda su vida de influencer, entonces mantienen una política férrea de discreción hacia Victoria. Por lo tanto, ella sabe que ni Felipe ni Leticia van a aprobar ni desaprobar públicamente a Borja. Entonces, bueno, eso hace que también tengan que llevarlo con calma, son mundos muy distintos.

Pero yo creo que Borja, la sensación que al menos da ahora, es que no tiene un rechazo por parte de la familia, sino están en la fase de evaluación.

¿Qué consejo le darías a la pareja para que la edad no sea un problema?

Bueno, para mí la clave es que hablen, que alineen sus expectativas desde el minuto número uno. ¿Qué quieren? ¿Quieren casarse, tener hijos? ¿Y qué no quieren? Al final es convertir la diferencia de edad en una fortaleza, no en una excusa. Son pareja, no profesor y alumna. Sobre todo, protegeos del ruido exterior, de las abuelas, de la familia real, de todo, de la prensa. Que no se dejen arrastrar por los roles impuestos y tengan valores de pareja comunes. Tenerlo todo pactado y una vida sexual buena, que la tendrán, y si no, pues terapia de pareja conmigo.